En la Casa de Maduriño se armó la francachela. (Los olmedos ya habían servido la comilona). El ocupante y su perseguida familia no cabían de felicidad.

En la campaña preelectorera de su “amiguis”, se reía sotto vocce cuando escuchaba las encuestas en que perdía Maduro.

Se reía cuando los opositores llenaban desesperados las calles venezolanas.

Se reía cuando escuchaba el silencio de los milicos venecos. Ji Ji Ji…

Y ahora seguirá riéndose de nosotros.

Como bloqueó los nuevos contratos petroleros, ahora le vamos a comprar gas, más caro, a su “amiguis”

Su estafa pensional garantizará que los pensionados que ya pagamos impuestos toda nuestra vida laboral, paguemos nuevos impuestos por una exigua pensión lograda con nuestro sudor. (No como él que ha parasitado mamando recursos públicos).

Y por supuesto que se ha cuidado de taparles la boca a los sarmientos poseedores de los fondos pensionales privados. En recompensa ¡ganarán doble comisión a cambio de una! ¡Esto sí que es revolucionario!

Su revolución agraria, distraerá la miseria campesina con “jurisdicciones” domeñadas por los mismos gamonales; y embobará campesinos con “comités” en los que los de la primera línea tirarán la piedra mientras mueren los de ruana.

¡Ah! Y por supuesto seguirá firmando contratos de compra – venta. Este desgobierno seguirá comprando tierras áridas en todos los breñales ¡y a qué precios llenando los bolsillos de otros olmedos!

Y su revolución en la salud seguirá degradando el servicio a los pacientes, escaseando las drogas para los pobres y postergando las cirugías. ¡Un exitazo a la maduriño!

Por alguna razón probable (¿mermelada privada?), habría logrado taparles la boca a las Compensar y las Suras que hace unas semanitas vomitaban fuego por boca y nariz. Ni una carta ni un tarjeto les volvimos a leer.

Y su “constituyente universitaria”, marchando viento en popa. Buena parte de los consejos universitarios públicos, estaría manipulada por primeras líneas (estudiantes y profesores) dispuestos a que fracase la única educación superior que reciben los pobres.

Los maduriños creen que los pobres no se pueden educar porque protestan. Necesitan pobres ignorantes que se sometan a los designios del mesías hambriento.

Muy a la Maduro, en Colombia seguirá la francachela y la comilona de los hambrientos históricos preparando la reelección.

Las próximas elecciones, con un Consejo Electoral penetrado de olmedos y primeras líneas, también lograrán que bien pasada una media noche “gane” Petro con el 51%.

Y el hambriento presidente seguirá yendo a todos los estrados del mundo a sermonear como profeta ecoambientalista mientras embarra la cancha de su país con mentiras.

En el 2026 seguirá la francachela. Y los marranos ciudadanos seguiremos engordando la comilona de los hambrientos históricos.

Centenares de “comandos” hambrientos se tomarán las mesas de votación para cocinar el fraude.

Millones de opositores estafados, nos acostaremos aquella noche electorera hasta que el estafador criollo celebre su reelección a la Maduro.

Decenas de miles de “héroes de la patriaa” obedecerán en silencio a generales bien alimentados por un gobernante que nos estafa a plena luz del día.

Congótica. Y unos cuantos opositores (¡*?) seguirán discutiendo si a Petro le conviene o no una constituyente ¡Pendejos!

Congótica 2. Y otros cuantos gilinskis seguirán comprando a huevo para vender a gallina (eso sí, financiando la siguiente campaña re electorera).

Congótica 3. Y otros cuantos blogueros seguiremos escribiendo como pendejos.