¡Cuidado! Como toda iglesia que se respete, tenemos una sede que no queda en Colombia. La Covidiana tiene sede en Ginebra, Suiza. Y, por supuesto, cuenta con riquísimos accionistas anónimos fabricantes de vacunas. ¡No lo olvides!
Si planeas tener hijos, debes bautizarlos siempre y cuando tú, tu pareja y los padrinos presenten los carnet que certifiquen la inoculación de las vacunas anti Covid (de cualquier marca).
Si planeas que tus hijos entren a algún colegio covidiano, debes cuidarte de que hayan hecho la primera comunión: o sea, demuestra que hayan tenido por lo menos una prueba positiva del COVID 19, debidamente autenticada ante nuestra sede en Ginebra.
(Para facilitarte las cosas, en el Concordato que estamos negociando en secreto con tu gobierno, acordaremos que el Ministerio de Salud habilite una sede de la iglesia covidiana para que hagas todos estos engorrosos trámites). ¡En paz y seguridad!
Ahora. Si alguno de tus hijos decide enamorarse (comparada con esas otras, la covidiana no tiene reparos de género), conviene que le exija a su pareja la presentación del carnet de vacunación anti Covid 19 y, por si los dípteros, de las variantes Delta y las que vengan.
Y si en tu hogar alguno de los miembros (Tú mismo o misma) decide casarse, conviene que ambos se hagan un examen de anticuerpos para el Covid 19, para la Delta y para las que vengan. De lo contrario, ¡ni modo!
(Pronto fabricaremos decenas de miles de millones de condones con genes anti Covid para la tranquilidad y seguridad de nuestros tranquilos y seguros fieles).¡En paz y seguridad!
Como eres partidario de ir por la vida muy seguro (¡los covidianos somos adictos a la seguridad!), un departamento secreto de nuestra iglesia se encuentra activando la realización de pruebas genéticas covidianas (por ahora).
Ello garantizaría que, en adelante, las parejas no corran el riesgo de que sus hijos contraigan el Covid 19 (por ahora no planeamos analizar la genética de la variante Delta ni, menos, de las que vengan).
Nuestra Iglesia no quiere, como esas otras, entrometerse en tu vida laboral. Pero de aquí en adelante, las probabilidades de que tú o los tuyos logren un contrato, se facilitarán si presentas en tu Hoja de Vida los certificados covidianos (vacunaciones, PCRs, anticuerpos, análisis genéticos). (Todo ello probará que eres un buen ser humano).
Claro está que te recomendamos ser fiel al auto-confinamiento. Los gobiernos que suscriben Concordatos con nuestra iglesia, incluyen una cláusula según la cual para salir de las casas, ciudades, regiones o países, cada habitante deba presentar la documentación oficial de nuestra iglesia. (Ojo: de nuestra iglesia covidiana, no de esas otras). ¡En paz y seguridad!
(Tú lo sabes bien. Debemos evitar que por las calles, carreteras o puertos puedan transitar esos individuos que no hayan tomado todas las precauciones covidianas, con el fin, Tú lo sabes bien, de prevenir nuevos contagios).
(Algunos imbéciles, generalmente científicos, han esparcido la mentira de que el Covid 19 no ha producido ni la décima parte de las muertes de la Gripe Española, por ejemplo. ¡No les creas. Todos los datos mienten. Sólo nosotros sabemos LA verdad). ¡En paz y seguridad!
Ahora. Algunos esquizofrénicos gobernantes se han inventado el llamado pasaporte de salud. En Europa, por ejemplo. Te informamos que esa es una idea troglodita. Entérate de lo que planean nuestros avezados profesionales de la salud covidiana:
Primero. En el inmediato futuro, como casi todos los pobladores del planeta pertenecerán a nuestra iglesia, en la ceremonia del bautizo a los niños nuestros píos sacerdotes les inocularán un microchip covidiano.
(Ello les permitirá entrar a las fiestas infantiles, equipos deportivos, colegios, universidades y empresas del planeta sin necesidad de presentar esos engorrosos papeles que estamos recomendando portar. Es sólo por ahora).
Segundo. Estamos trabajando también para que los militares y policías de los gobiernos covidianos (miembros de la iglesia), reciban entrenamiento en el manejo de las armas que eliminarán a todos esos bandidos terroristas que no han aceptado cumplir con nuestras sabias recomendaciones pacíficas y seguras.
Tercero. A diferencia de esas otras escuelas militares, las armas covidianas serán electrónicas-invisibles. Nuestros sacerdotes milicianos instruirán a los armados sobre su manejo de modo, que, con toda la ética del mundo, les serán inoculadas en su cerebro para que no despierten miedos entre los transeúntes, niños, viajeros, ancianos o cualquiera de esos otros mortales. ¡En paz y seguridad!
Cuarto. La eliminación de los que no crean en nosotros, se producirá sólo con un pensamiento de nuestros bien entrenados milicianos. (Porque los nuestros sí pensarán).
(Garantizamos que todo sospechoso anticovidiano que no crea en nosotros (¡esos impíos terroristas que andan por todas partes!), será automáticamente desaparecido del planeta. Junto con esos que escriben blogs en contra nuestra. ¡En paz y seguridad!)
Quinto. Nuestros pacíficos y seguros métodos serán de alto beneficio para las familias de los desaparecidos. Tan pronto se den cuenta en casa de que el (o la) terrorista ese (esa) no ha vuelto, las viudas, huérfanos o deudos podrán acudir al Ministerio de Salud a reclamar un bono eclesiástico covidiano para que salgan gratis a divertirse en las playas o a visitar las grandes ciudades que estarán inundadas de covidianos sonrientes. ¡Y en paz y seguridad!
¡El futuro es ahora! ¡Inscríbete gratuitamente! (Tu gobierno ya nos hizo una jugosa donación tomada, secretamente, por supuesto, de tus impuestos). Inscríbete entrando a nuestro website https://www.iglesiacovidianapacifica.org
(Si te inscribes dentro de las siguientes 72 horas, te enviaremos completamente gratis a casa, una muestra del cinturón de seguridad para caminar en las calles, ya promocionado en países más avanzados que el tuyo).
Congótica. Te aclaramos que, muy pronto, comenzarán a surgir otras iglesias competidoras de la iglesia covidiana pacífica. La terrorista, por ejemplo; la neoliberal, también; o la odiadoradenietzsche, quién quita…
Congótica 2. Para identificar a esos impíos, basta con que verifiques si han estudiado en alguna universidad.
Congótica 3. ¡No te dejes engañar! Nosotros somos los auténticos y pacíficos covidianos. Si tienes alguna duda, acude directamente a nuestra santa sede en Ginebra mediante el contacto: @quierolaverdadcovidiana
Congótica 4. Nuestra gratitud eterna al profesor JPS (nuestra iglesia guarda algunos secreticos), benefactor – soñador – imaginador de nuestra sacratísima y pura (¡esta sí!) iglesia.