Bernardo Congote

Publicado el

No importa que los periodistas opinen

El columnista Zuloaga ha publicado dos notas retadoras en El Espectador[i]. Especula sobre si convendría que los periodistas escriban columnas de opinión. Sin embargo, eso no importaría. Lo grave sí es que se vendan como científicos.

 

Se podría enfatizar en que la prensa contribuyera a la difusión de saberes junto con la difusión de opiniones y noticias; ello permitiría comparar[ii]. Mixtura que, de paso, también les haría competir ventajosamente con las <<redes sociales>> que sobreviven asfixiadas de opiniones.

 

Detrás de la opinión se encuentra la ideología; y ambas contribuyen a destruir no a crear saberes[iii]. No observan hechos sino enlazan palabras. Lo que, en política, por ejemplo, explicaría por qué aumenta la tendencia a elegir entre los peores[iv]/[v] despreciando a los mejores[vi].

 

Desde Platón, la disputa entre ciencia (saberes) e ideología (opiniones) habría dejado claro que la primera no tiene necesidad de ser respaldada por autoridad alguna. <<Cuando se trata de la ciencia, no hay alguna autoridad que pueda servir de respaldo […]  La demostración es la única columna del saber científico.>>[vii].

 

Por contrapartida, ninguna opinión necesita respaldo distinto a la identidad de quien la emite. (Estamos llegando inclusive, a validar opiniones de ¡anónimos!).

Pero una opinión sí puede defender intereses económicos, políticos o religiosos. Por ello la opinión inclusive viniendo de un periodista poco o nada enseña. Mucho menos si, como ocurrió con el glifosato de Rueda, la periodista se atreve a citar fuentes y ofrecer datos de dudoso valor científico.

 

Zuloaga afirma que haberles dado a los periodistas espacios para opinar, explicaría buena parte de nuestros males sociales. Al contrario. Se  explicarían porque estamos opinando demasiado y pensando poco. En los medios pululan ideólogos de todos los pelambres y escasean investigadores. Mucha carreta y poca ciencia.

 

Los periodistas pueden emitir opiniones. Pero no engañar posando de <<expertos>>, <<doctos>> o, peor, de <<sabios>>. Lo que diga o escriba el periodista es apenas una opinión de tertulia. La radio está inundada de opiniones. Pero en absoluto enseñan algo. Degradan en botaderos de corriente que (¡atención!) se ufanan de que <<forman opinión>>. He ahí el quid del asunto.

 

Trasegando por esta crítica podríamos poner en su sitio la actual >>sociedad de las mentiras>>. Las fake news son, precisamente, opiniones. Mientras las matrículas universitarias disminuyen, abundan los <<sabelotodo>. De un momento a otro, cualquier persona que escriba 280 caracteres resultó graduada de <<sabia>>. Hasta los mayordomos resultaron sabios en este mundo orwelliano.

 

Al final, convendría recordar que <<todo el mundo pretende ser competente en lo que nunca ha estudiado>>[viii].

 

Quedarían por resolver, entre otras, estas preguntas:

 

  • ¿Cuándo la academia abordará este problema? ¿Cuándo, en el seno de la misma academia, profesores y estudiantes seguiremos entrampados en la emisión de opiniones y no en la construcción de saberes? ¿Cuándo la academia reasumirá su papel de pensar y no de opinar? ¿Cuándo abandonará sus cubículos y se expondrá en los medios?

 

  • ¿Un periodismo que también enseñe, se vendería? Ya lo hace. Aclarando que la lucha es dura contra las <<cloacas sociales>>, gratuitas, como toda cloaca. Amén de lo que está ocurriendo en televisión, diarios como La Nación, The New York Times, The Wall Street Journal, Le Monde o El Espectador, se venden impresos o digitales.

 

Zuletiana. <<La ignorancia no es un estado de carencia […] no es una falta, sino – y esa es la fórmula de Platón- un estado de llenura; […] un conjunto inmenso de opiniones en las que tenemos una confianza loca>>. (Zuleta, cit., P.80. Negrilla del blog).

Congótica. Educar no es llenar vacíos. Le facilitaría al estudiante vomitar la llenura que trae desde su casa, escuela o iglesia.

Congótica 2. ¿La ciencia? Múltiples caminos que nos llevan desde el creer que sabemos hacia el saber que no sabemos. (Zuleta, Cit, p. 84).

Congótica 3. El día en que comencé a pensar, dejé de creer.

Congótica 4. Sería comprensible que los periodistas aparecieran ahora <<enseñando>>, dado que las universidades se han dedicado más a construir edificios que a edificar saberes.

El autor es profesor universitario colombiano, miembro del Consejo Internacional de la Fundación Federalismo y Libertad de Argentina www.federalismoylibertad.org y autor del libro La Iglesia (agazapada) en la violencia política (www.amazon.com)

[i] www.elespectador.com/opinion/el-dificil-arte-de-opinar-columna-867922

https://www.elespectador.com/opinion/deben-los-periodistas-escribir-columnas-de-opinion-columna-870260

Zuloaga, Juan. <<¿Deben los periodistas escribir columnas de opinión?>> El Espectador. Julio.11.2019 www.elespectador.com / [email protected]

[ii] Discovery Channel, History Channel y National Geographic serían, en televisión, magno ejemplo de que esta empresa es viable.

[iii]  Zuleta, E. <<Acerca de la ideología>>. En: Elogio de la dificultad. Cali: FEZ. 2000. P 77-100.

[iv] Http://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/Eligiendo-entre-peores 19, junio, 2018.

[v] Las presidencias de Donald Trump, Iván Duque, Nicolás Maduro o Daniel Ortega resultarían paradigmáticas.

[vi] https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/prohibido-votar-fajardo 9, mayo, 2018.

[vii] Zuleta, cit., p. 78.

[viii] Zuleta, cit., p. 82.

Comentarios