Bernardo Congote

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El Neo-Diccionario de los Ganaderos (laforis)

“La desigualdad existe porque hay gente más talentosa que otra, más trabajadora, más … creativa y…. menos empeñada en … esperarlo todo del Gobierno.”[i]

Esta lapidaria emana de una nueva escuela de pensamiento colombiano: los ganaderos. Cansados de deshacer patria con el narco-paramilitarismo, el desempleo y la explotación rural evasora de impuestos, algunos ganaderos quieren civilizarse. Inclusive estudiando en la universidad.

¡Pero no les alcanza! Todo porque siguen caminando, hablando y vociferando como mayordomos ganaderos. No en vano la secta fascista tiene entre sus filas a las más notables cabezas ganaderas.

¿Qué significa ser ganadero en Colombia? Ocupar grandes extensiones de tierra (inclusive violentamente) para sembrarla de pastos y llenarla de reses ocupando una mínima proporción de mano de obra. ¡Y por supuesto recibiendo regalos de los uribitos vía Agroingresos Seguros![ii]

Un ganadero puede perfectamente manejar una hacienda ganadera en Córdoba, cómodamente sentado en Medellín o en Bogotá. Y, peor, sentado en la Cámara o en el Senado defendiendo sus intereses.

Las reses de los ganaderos no sólo contribuyen a perforar la capa de ozono, sino que sus pisadas asfixian la posibilidad de cultivar vegetales a no ser con costosas inversiones de agricultura regenerativa.

Las reses de los ganaderos nunca han figurado entre las primeras exportaciones colombianas. En primer lugar porque ni siquiera las otras exportaciones tienen peso importante, con excepción del café y algunas variedades de fruta.

Por ello a los ganaderos, en general les “falta lomo” para aparecer como productores de alguna riqueza o generadores de algunos empleos y menos ¡para hacer filosofía política!

Pero resulta que los ganaderos laforis quieren redefinir algunos conceptos básicos de la vida social.

Su neodefinición de “Gente talentosa”. Tradicionalmente entendíamos por talentosa a la gente de talento. O sea, gente hecha a pulso con capacidades creativas, productivas, evolutivas.

Ahora los ganaderos, que son la antítesis de lo anterior, pretenden redefinir gente talentosa como aquella que, como ellos, se dedica a lograr que el Estado mantenga en FEDEGAN, por ejemplo, la administración de fondos públicos de vacunación que sumarían unos $60.000 millones anuales.

Una pelea que ganó Santos (buscando que esa platica dejara de ser la caja menor de los laforis), la recuperó el imberbe adolescente pues uno de sus primeros decretos les devolvió a estos patriotas su cajita menor. ¡A esto le llaman Talento!

Su neodefinición de “Gente trabajadora”. Entendíamos por trabajador al empresario que, creando empresa utilizando tecnologías modernas y empleando fuerza de trabajo calificada, se dedicaba tiempo completo a impulsar sus ventas, sus utilidades y a beneficiar a sus accionistas y trabajadores. O al trabajador que con empeño, capacitación y vocación de crecimiento, aspiraba a hacerse empresario.

Los ganaderos pretenden redefinir gente trabajadora como la que, como ellos, ocupa una hacienda por herencia o a sangre y fuego, luego ocupa un mayordomo y su familia para manejarla y, con esas utilidades compra mansiones en Medellín o en Bogotá (para que le quede cerca de su curul en el Congreso). ¡A esto le llaman Gente Trabajadora!

Su neodefinición de “gente creativa”. Entendíamos por esta, a la gente que desarrollando sus artes mediante entrenamientos y prácticas arduas, transformaban las tradiciones empresariales, políticas o sociales en beneficio tanto personal como colectivo.

Los ganaderos pretenden redefinir también la creatividad. Se trata de lograr, como ellos, que la politiquería fascista les permita recibir cada vez más favores del Estado. No sólo manejando fondos ganaderos a su antojo, sino legislando en el Congreso contra la posibilidad de que sus tierras paguen algún impuesto.

Y llaman creatividad, por supuesto, a su capacidad para premiar con cenas y cocteles a los mejías o montoyas militares que se hayan caracterizado por ser lo más violentos o los más audaces generadores de falsos positivos. ¡A esto le llaman Gente Creativa!

Su neodefinición de “no esperarlo todo del Gobierno”. ¡Esta es la máxima! Luego de que por décadas casi centenarias, han logrado todo tipo de favores de todo tipo de gobiernos (¡con nuestros impuestos!), les resulta virtuoso “no esperarlo todo del Gobierno”.

¡Claro! Como ya tienen el bolsillo lleno de favores y elección tras elección compran y compran votos menesterosos, ya no lo “esperan todo del Gobierno” porque ¡ahora se VIENEN POR TODO!

La secta fascisto – ganadera, viene tramando por años la posibilidad de que el Gobierno deje de darles “migajas” a estos platudos menesterosos para permitirles ¡QUE SE QUEDEN CON TODO![iii]

 Y a esto le llaman ¡“No Esperarlo Todo del Gobierno”!

 

[i] Calvas, JP “Desigualdad a la Lafaurie”. Diario El Tiempo/Opinión, agosto 24 2021, Pág. 1.17

[ii] https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/agro-ingreso-seguro-2020-sea-zea   Abril 25 2020

https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/minagricultura-los-grandes-sea-uribito   Junio 18 2021

 

[iii] https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/colombia-una-platocracia-menesterosa   Abril 10 2021

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