Bernardo Congote

Publicado el

Los jóvenes estudiantes: ¿sirviendo intereses de terceros?

Como nos gusta vivir de ilusiones, hemos comprado el paro como una reivindicación popular (protesta social lo llaman también). Lo siento. El paro es un juego de intereses económicos en el que, peor, los estudiantes son carne de cañón.

 

El paro se negocia entre algunos sindicalistas (que disfrutan de las migajas que caen de la mesa)  y algunos empresarios (que encima de la mesa parasitan de nuestros impuestos).[i]

 

El Gobierno es apenas el árbitro de un partido (cuyas decisiones se tomarían en el Bar). Sí. Ciertos gamonales de overol se sentarían en secreto en algún club con los de frac, a negociar las reglas de juego y pactar los resultados. (¿Eso es extraño en Colombia?)

 

Por ello que lo que vemos no pasaría de ser un pantallazo. Sacerdotes y ONGs servirían de saltimbanquis en unas negociaciones cuyas realidades se cocinarían en secreto. (¿Descubro algo nuevo?)

 

El sindicalismo y el capital, ambos platocrático-monopólicos, en Colombia son ejes de la cuerda política. No se ejercería el poder político – económico por fuera de estas tensiones.[ii]

 

Por lo que no sobraría advertir que: “Es verdad que… las disposiciones del Estado son adoptadas en beneficio, predominantemente de la fracción (capitalista).[iii]

 

Y que por tanto, en un Estado platocrático las decisiones políticas tenderían a favorecer a los platudos (de frac y de overol) desconociendo intereses de otras fuerzas sociales (los jóvenes, por ejemplo).[iv]

 

Esto lo saben los sindicalistas y los empresarios. Son profesionales del juego. Sólo que la propaganda nos vende historietas de reivindicación social y reformas estructurales para que los jóvenes caigan como moscas.

 

Algunos sindicalistas ignoran voluntariamente que “… no existen, de un lado, funciones del Estado favorables a las masas populares, impuestas por (estas), y de otro lado, funciones económicas a favor del capital. Todas las disposiciones …. (obedecen al final a una estrategia) a favor del capital…”[v]

 

¿Pero quiénes exponen su vida en las calles? Ingenuos jóvenes, muchos de ellos estudiantes que, desesperados por sus tensiones de clase, son lanzados a regar con sangre las calles de pueblos y ciudades.

 

Por supuesto que en la mesa de negociaciones no cuenta la sangre estudiantil. Allí el ministro Molano y su régimen fascista, en complicidad con las mayorías congresales la califican como ¡sangre terrorista!

 

O es que acaso ¿sabemos que algún líder sindical haya caído víctima del ESMAD? ¿O que alguno haya aguantado hambre y frío en un bloqueo de madrugada? ¿O que un elegante empresario haya intentado negociar en un bloqueo?

 

Todo movimiento social trasvasado por tensiones platocráticas, apunta a “… garantizar la reproducción de (su) hegemonía de clase y la dominación del conjunto de la (platocracia) sobre las bases populares”.[vi]

 

Objetivo frente al cual, enfatizo, algunos sindicalistas terminarían sirviendo de idiotas útiles. (Aclarando que los dirigentes, no la base, se embolsarían las migajas que caen de las mesas de negociación).[vii]

 

Y a propósito de migajas, también convendría tener en cuenta que:

 

“… la adopción por el mismo Estado de ciertas reivindicaciones… populares que pueden revestir, a la hora de imponerse, una significación… radical (enseñanza pública libre y gratuita, seguridad social, seguro de desempleo, etc.) a la larga (terminan sirviéndole) a la hegemonía de clase”.[viii]

¿Y los jóvenes estudiantes? Derramando su sangre sobre las calles.

Congótica. “… la protesta social entre hoy en su día 38… De acuerdo con el vocero del Ejecutivo… ya ha habido “acuerdos” en 16 de los 31 puntos que contiene el preacuerdo de garantías…”[ix]

Congótica 2. Si en 38 días se han hecho acuerdos en el 50% de los puntos, probablemente la protesta social apunte a durar 76 días… Dependiendo de lo que se pacte en el Bar… podría durar menos…

Congótica 3. Algunos trabajamos por crear un sindicalismo cooperativo que rompa con cierto anarcosindicalismo asociado a los intereses de la platocracia. Pero la tarea, naciente, apenas permite intuir sus frutos.

Congótica 4. En aras de brevedad, remitimos al lector a Poulantzas (226 ss.) para examinar lo relacionado con el eje control político – policivo de la protesta social (como por ejemplo, aquello de convertir las estaciones de Transmilenio en cárceles).[x]

[i] Azucareros, Palmicultores, Ganaderos, Manufactureros zonas francas, cafeteros o arroceros que gozan de múltiples exenciones tributarias, tasas diferenciales, agroingreso seguros, subsidios, programas de “Ayuda para el Empleo Formal”, etc. (O sea que las migajas que reciben los sindicalistas ¡vienen de nuestros impuestos!

[ii] Poulantzas, N. (1980). Estado, poder y socialismo. Madrid: Siglo XXI, págs.. 219 ss.

[iii] Ibidem. Pg. 221 (paréntesis del blog).

[iv] La Platocracia es un régimen que, como el colombiano, toma decisiones a favor de quienes tienen plata (banqueros, narcotraficantes, sindicalistas, paramilitares, beneficiarios de exenciones estatales, agropecuarios latifundistas, etc.). No confundirla con Oligocracia (degradación de la democracia a favor del poder ejercido por unos pocos ricos).

[v] Ibidem. Pg. 225 (paréntesis del blog).

[vi] Ibidem. (paréntesis del blog).

[vii] En Colombia es legalmente sindical, que toda reivindicación que logre la Junta Directiva en las disputas obrero-patronales le genere a la Junta Directiva, un porcentaje específico del monto logrado.

[viii] Ibidem. Pg. 226. (paréntesis y negrilla del blog).

[ix] “Bloqueo de vías y Esmad,…” Diario El Tiempo, Junio 04 2021, Pág. 1.3 (¿Por qué la nota periodística escribe “acuerdos” entre comillas?)

[x] “Polémica por detención…” Diario El Tiempo, Junio 04 2021, Pág. 1.5.

Comentarios