Naciendo la República, Antonia Santos y María Cano fueron enviadas al patíbulo o lanzadas al ostracismo por los representantes de nuestra rancia platocracia.[i]
País con pocos ricos el nuestro, pululan entre nosotros personajes que lo único que tienen es plata.[ii] Y claro que se han hecho platudos contando con el aval del Estado y sus politiqueros.
Ya por estas épocas, otras mujeres ejemplares como Cecilia Orozco, María Jimena Duzán o Carolina Sanín vienen siendo perseguidas por su liderazgo y capacidad contestataria. Y ahora le tocó el turno a Margarita Rosa de Francisco, escritora de una de las columnas más densas de la prensa nacional.[iii]
Sólo que en este caso, probablemente para ahorrarse abogados como Cadena, se estaría acusando a los periodistas desde las propias páginas editoriales. (Corriendo el riesgo de injuriar para defenderse de presuntas injurias).
Años ha, el ciudadano Ardila Lulle invirtió las ganancias del negocio gaseoso comprando a Radio Cadena Nacional. Y la degradó hasta convertirla en la Radio Casa de Nariño. Hace pocos meses se destapó la degradación de la otrora contestaria Revista Semana en un paupérrimo pasquín de variedades.[iv]
Y si ello no bastara, también el Grupo Aval salió de compras y se hizo dueño de las páginas de El Tiempo. Hasta el punto de que se dice en las calles que en una semana nos quedamos sin tiempo.
La estrategia se dirige cada vez más claramente a consolidar otra modalidad de persecución política: la de los platócratas contra los periodistas. Sobre todo si contestatarios.
Sobre todo si críticos del régimen fascista que amenaza cumplir más de 20 años liderado por un mayordomo que imparte órdenes encaramado en una silla donde monta caballo tomando tinto sin derramarlo. (Emulando a Melgarejo quien, junto con su caballo Holofernes, eran los últimos en quedar borrachos en famosas carnavalescas palaciegas).[v]
Por ello alarma esa mezcla de mensaje conciliador, flores marchitas y amenaza panfletaria emitido este jueves 11 contra Margarita Rosa, suscrito por una ciudadana que se identificó ejerciendo como “Directiva El Tiempo Casa Editorial”.[vi]
Sólo que si Usted observa la cintilla de la editorial de El Tiempo, ese cargo no existe. Como tampoco se registra por estos días el cargo de Director.
Margarita habría cometido el mismo «pecado» de Orozco, Duzán y Sanín: confirmar por escrito lo que suele ser de amplio dominio público.[vii]
En una composición de dudoso calibre gramatical, más dudosa altura ética y evidente calibre panfletario, la citada “Directiva” intenta reconocerle a Margarita como “absoluto” su derecho a opinar. Pero es un absoluto relativo dado que, líneas abajo, le mandó una especie de sufragio platocrático rezando:
“… seguirás siendo bienvenida (en El Tiempo) … para expresarte libremente mientras estés dispuesta a respetar la honra y el nombre del resto de colombianos (sic). Las difamaciones vulgares (sic) nunca serán toleradas en este periódico”.[viii]
El lector lee y relee la columna de Margarita que escribió esta semana y comparándola con el sufragio en mención, se observa:
- Que en su columna no está irrespetando la honra y el nombre “del resto de colombianos”. Al mencionar al “resto” de colombianos como presuntas víctimas de la columnista que no lo han sido, la “Directiva” le estaría permitiendo que, si se quisiera, podría irrespetar la honra y el nombre de los colombianos dueños del periódico; paradoja que dejaría sin piso la molestia del panfleto.
- Que en su columna no hay alguna difamación o, por lo menos, que la “Directiva” no la ha probado existente en su diatriba;
- Que en esa columna mucho menos se registra alguna difamación vulgar; porque si no hay difamación probada, no puede haberla ni vulgar ni no vulgar;
- Que si las difamaciones vulgares no “serán toleradas (en El Tiempo)”, en sana lógica significa que sí serían respetadas en el remoto evento de que algún columnista, Margarita Rosa incluida, optara -que no lo ha hecho- por difamar vulgarmente a alguien.
- Y algo peor: que las “difamaciones vulgares” no sean toleradas en El Tiempo significaría que sí lo serían otras como, por ejemplo, las difamaciones sutiles, las sofisticadas o las de cierta alcurnia. ( )
- Finalmente no se entiende cómo una “directiva” de empresa respetable, puede salir públicamente a amenazar panfletariamente a un empleado o contratista, identificándose en ejercicio de un cargo fantasma y corriendo por ello el riesgo de que la actuación crítica contra Margarita se confirme, peor, como suscrita bajo una cierta especie de pseudónimo. (Podría rayar incluso con el delito de falsedad en documento hecho público).
De acuerdo con las anteriores reflexiones, los lectores de El Tiempo se quedaron sin saber cuál fue el motivo tangible y objetivo del desencanto que manifiestan la “Directora”, los dueños del periódico o todo el planeta contra Margarita Rosa de Francisco.
A no ser que estemos confirmando que en Colombia, con tal de perseguir periodistas se lo pueda hacer por capricho o por una pataleta o porque alguien sea el que manda más; todo ello excusando al acusador de probarle al acusado – o acusada – la existencia de alguna prueba o argumento respetables.
El suceso aquí replicado – los anteriores y los por venir – probarían que el citado mensaje se reduciría a otro intento injurioso o calumnioso contra una periodista, curiosamente cuando la acusadora buscaría, inútilmente, defenderse de alguna ignota especie de injuria o calumnia.
Estaría camino de probarse que nuestra platocracia se encuentra dispuesta a defenderse mediante todas las formas de lucha, metodología que le criticó por décadas a los guerrilleros que alguna sonora vez dejaron de asesinar a su servicio.[ix]
Lo que haría válido el empleo de todo acto vejatorio o autoritario que le eche combustible al fuego sectario fascista, diseñando la vigencia de un periodismo acrítico y mediocre.
Tal como lo prueban los sucesos anteriores- y los por venir -, y como lo denuncia Margarita, es cada vez más difícil de ocultar el concubinato entre los monopolios criollos y las técnicas y objetivos de la secta fascista.[x]
Todo porque la conservación de privilegios monopólicos, tiene por condición la existencia de un poder político omnímodo, autoritario y violento que, recibiendo dádivas de los primeros, se las devuelva mediante permanentes exenciones fiscales, incentivos monetarios, proteccionismo comercial o todas las anteriores.[xi]
Congótica 1 Se puede probar sin esfuerzo que a los monopolistas colombianos no les interesa exportar porque SU Estado secto fascista les incentiva para que se enriquezcan amodorrados en el pequeño mercado criollo. (Un balance que devela su extremo enanismo platocrático).
[i] Neologismo criollo derivado del griego Plutocracia (poder en mano de los más ricos o influenciado por ellos).
[ii] http://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/necesitamos-mas-ricos Enero 8 2019
[iii] Notable artista y filósofa colombiana, ahora columnista quincenal del diario El Tiempo.
[iv] https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/junior-gilinsky-induciria-suicidio-familiar Abril 18 2020
[v] Iriarte, Alfredo. (1986). Bestiario tropical. Bogotá: Gamma. Páginas 43 a 52.
[vi] “A Margarita Rosa”. Diario El Tiempo, febrero 11 2021, Página 1.12. En contra columna de la de Margarita, titulada “Dilema ético”. Ibidem.
[vii] https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/silenciar-las-carolina-sanin Febrero 6 2021
[viii] “A Margarita Rosa”. Cit. (Paréntesis del blog)
[ix] Congote, B. (2011). La iglesia (agazapada) en la violencia política. Charleston: Edición propia. Disponible (www.amazon.com)
[x] https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/fascismo-ha-disfraz-del-gran-capital Octubre 3 2020
[xi] https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/del-coronavirus-mortal-al-amigovirus-politiquero Mayo 6 2020
https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/coronavirus-destaparia-coronavivos marzo 27 2020
https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/agro-ingreso-seguro-2020-sea-zea abril 25 2020
http://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/zonas-francas-gran-negocio-inmobiliario junio 6 2019