Bernardo Congote

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La Javeriana tendría (sin) razón

La Universidad Javeriana hace poco destituyó a una calificada profesora[i]. La PhD Luciana Cadahia, filósofa docente de dicha universidad, acaba de solicitar la tutela de sus derechos en medio de una controversia periodística y académica[ii].

 

La profesora se habría caracterizado por hacer de la academia javeriana un escenario contestatario. Lo que nos lleva a recordar las palabras del nuevo Rector de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria,  invitando a que la universidad sea escenario de las <<verdades incómodas>>[iii].

 

Debido a que reina el silencio de la contraparte, asumimos que la profesora habría sido destituida por romper las reglas de juego del establecimiento javeriano. La universidad dado su carácter privado y regida por la Compañía de Jesús, tendría la potestad de definir qué es o no aceptable en su organización. Y se asumiría que los miembros de la comunidad javeriana conocen y aceptan esas reglas de juego.

 

En el escudo de la javeriana <<[…] se inscriben las iniciales IHS; sobre el travesaño de la H descansa una cruz>>[iv]. Iniciales que expresan el nombre de Jesús, el Cristo héroe del catolicismo. Y la cruz, habría sido el madero donde se consumó el acto magno católico: la tortura y muerte de Jesús.

 

Una de las estrofas del himno javeriano, además reza: <<Por Dios y por la patria / en la palestra del deber</ […] con alegría hasta vencer>>[v]. De modo que la matriz de la organización, autocalifica la actividad educativa superior como una especie de batalla donde se avanza hasta vencer[vi]. Y también convendría enfatizar que el lema javeriano traduce del latín: <<La sabiduría se construyó una casa>>[vii].

 

Estas reglas de juego son los terrenos donde se movía la profesora destituida. Terrenos que prueban públicamente que la organización javeriana está construida sobre claras bases confesionales, simbólica y filosóficamente atadas a la concepción ignaciana del catolicismo[viii].

 

Habría errado entonces la respetable colega. Porque en un ámbito confesional de este calibre, no se podrían esgrimir patrones atados al libérrimo valor de la libertad de cátedra, al cobijo de la cual podría haber asumido posturas filosóficas contestatarias sin graves riesgos.

 

Habría errado perorando de feminismo en la Javeriana (cuando la universidad, como la mismo profesora lo diagnostica, es predominantemente machista)[ix]; o inclinándose políticamente hacia la Colombia Humana de Petro (cuando la universidad se arroga la defensa de una patria que, peor, se habría visto <<amenazada>> por la guerrilla del M-19); o afirmando que <<criminales de Estado como Álvaro Uribe Vélez (siguen) con sus curules<< (cuando él pretendería, narcisamente, ser la patria misma). ¡L´Etat c´est lui même!

 

En esta caso habrían chocado los conceptos de la autodefensa de una escala de valores confesional católica con el concepto liberal de que, el profesor, hacia adentro o hacia afuera del edificio educativo tiene, inclusive constitucionalmente, el derecho fundamental al ejercicio libre de su condición docente[x].

 

Sólo que, en ejercicio de su autoridad la Javeriana estaría cayendo en una trampa. Porque al tiempo que se abandera como <<casa de la sabiduría>>, sus lecturas confesionales sobre el saber, la educación como campo de batalla y la defensa de Dios, Patria y Catolicismo, a la hora de los conflictos se opondrían estructuralmente al logro de algún tipo de formación científica con todas las implicaciones socio políticas.

 

Una organización educativa que se auto define como casa de sabiduría, en absoluto podría, a título de esa misma sabiduría, sancionar a alguno de sus profesores por ejercer libérrimamente su derecho constitucional fundamental a la educación y dentro de éste, a la libre cátedra. Ambos, condición sine qua non de todo camino hacia la sabiduría.

 

Pero el asunto pasaría de castaño a oscuro. En Colombia existirían, actualmente, 24 universidades confesionales católicas agrupadas en el gremio de la RUCC[xi]. Si examináramos sus fundamentos se evidenciaría que, en tanto confesionales religiosas y, al tiempo, educadoras, también incurrirían en similares y graves peligros.

 

Tal y como está ocurriendo con la tutela interpuesta por la profesora Cadahia, estaríamos en mora de presenciar nuevas batallas legales. Porque sería ilegal que, al tiempo, una universidad tuviera por objeto defender una confesión religiosa y alcanzar objetivos científicos dado que, ante el Estado, todas ejercen la obligación de promover la investigación científica[xii].

 

¿Existirían acaso una Arquitectura, Física, Medicina o Teoría Económica católicas? No conozco algún dato. Pero sí habría <<modos católicos>> de aproximarse a la ciencia. Modos que, entre otras cosas, podrían ayudar a explicar la pobreza y violencia seculares que imperan en la América hispano-católica[xiii].

 

Si algún destello de transparencia pudiera surgir de este conflicto, los profesores y los estudiantes que han decidido entrenarse científicamente en la RUCC deberían conocer previamente que, en ellas, podría verse obstruido su objetivo científico dado que estarían al servicio preferente de preceptos confesionales religiosos.

 

Congótica. La red de universidades católicas (RUCC) pretendería servirle, impunemente, a dios y al diablo. Pero, como decía mi abuelita: <<de eso tan bueno no dan tanto>>.

 

El autor es profesor en una universidad privada colombiana, no confesional. También es miembro del Consejo Internacional de la Fundación Federalismo y Libertad (Argentina)( www.federalismoylibertad.org) y autor del libro La Iglesia (agazapada) en la violencia política (www.amazon.com).

[i] https://www.elespectador.com/noticias/educacion/profesora-luciana-cadahia-radico-tutela-contra-la-javeriana-por-despido-injustificado-articulo-873730

https://www.elespectador.com/noticias/educacion/me-preocupa-que-mi-apoyo-la-colombia-humana-me-haya-pasado-factura-luciana-cadahia-articulo-863899

[ii] https://www.elespectador.com/noticias/educacion/judith-butler-chantal-mouffe-y-otros-100-intelectuales-rechazan-el-despido-de-la-profesora-luciana-articulo-864085 junio 3 2019.  Carta Abierta de la Comunidad Académica Global, suscrita por más de un centenar de miembros.

[iii] www.uniandes.ecu.co Discurso de posesión, julio 26 2019. (Aclarando el blog que no habría verdades cómodas).

[iv] https://www.javeriana.edu.co/institucional/simbolos-y-emblemas

[v] Ibid.

[vi] No se olvide que Ignacio de Loyola fundador, tuvo oficios militares y que, de ellos mismos, habría derivado la desinencia <<compañía>> para la misión. (¿Vencer a quién o a qué? ¿por qué? ¿para qué?)

[vii] Ibid.

[viii] El Acuerdo 623/2015 de la universidad, reza en uno de sus apartes que la Visión está enmarcada <<por su contribución a la transformación de Colombia, desde una perspectiva católica […]<<. Y también se define como <<[…] una persona jurídica de derecho eclesiástico, puesta bajo el patrocinio del Arzobispo de Bogotá[…]>> www.javeriana.edu.co  Negrillas del blog.

[ix] El propio aparato católico de gobierno, el Estado Vaticano y sus estructuras, es excluyentemente machista en sus niveles jerárquicos (Congote, B. La iglesia (agazapada) en la violencia política. Charleston, 2011 Disponible en www.amazon.com

[x] Artículos 18 (libertad de conciencia), 20 (libertad de opinión), 27 (de enseñanza), 67( servicio público educativo), 71 (libertad de conocimiento), entre otros.

[xi] Red de Universidades Católicas de Colombia con el apoyo de la Conferencia Episcopal de Colombia, instruyendo al 13% de la población universitaria colombiana (buena parte de ella clase media y alta o <<clase dirigente>>). (Publicitario de mayo 12 2019).

[xii] <<El Estado fortalecerá la investigación científica en las universidades oficiales y privadas y ofrecerá las condiciones especiales para su desarrollo>>. Artículo 69, Inciso 3 de la Carta.

[xiii] http://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/somos-tan-pobres-violentos  julio 29 2019

 

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