Bernardo Congote

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La Iglesia, los Ladrones y la Democracia

Conviene buscar razones sobre la decadencia de democracia. Ella misma nació desvirtuada cuando Aristóteles la calificó como degradación del Gobierno Constitucional. Explicando que viviría amenazada de caer en la que llamó <<tiranía popular>>, una que ahora se llama <<populismo>>[1].

 

Régimen amparado en mayorías vociferantes y demagogos astutos, el populismo tiende a esparcirse por los espacios que deja la degradación de democrática. Proceso que tendría por hito la Revolución Francesa cuando la elevación del poder popular al papel de sustituto de la monarquía habría constituido un atentado contra las ideas de los pensadores clásicos.

 

Francia, de paso, rompió con el principio griego de que el Gobierno Constitucional fuera ejercido por los mejores ciudadanos. Habiendo sido, tal vez el primer destello populista, admitió el gobierno de los peores compitiendo políticamente en igualdad de condiciones con los mejores.

 

Al respecto, Nietzsche formuló una hipótesis complementaria: que el reventón francés habría sido un logro máximo del judeocristianismo. San Pablo leyó bien que el propio Jesucristo habría abanderado el surgimiento de los peores como señal de redención celestial. Pero no mediante su trabajo esforzado u otros méritos, sino por el hecho mismo de ser y mantenerse peores[2].

 

Por ello no es gratuito que dos ladrones hayan acompañado al crucificado. Mateo refiere que <<Asimismo los bandidos que estaban con él le ultrajaban>>[3]. Y si ello no bastara, se dirigió a uno de ellos prometiéndole: <<en verdad hoy estarás conmigo en el paraíso>>[4]. Es lógico por tanto que, para la Iglesia, estar del lado de los ladrones forme parte de su talante.

 

Ladrones, limosneros, criminales, estafadores ocupan lugar preferencial del rebaño mediante la táctica del <<compromiso de la iglesia con los pobres>>. Pero este compromiso sólo consiste en que los pobres le paguen limosnas ¡agudizando su pobreza! La Iglesia en absoluto busca remediar la pobreza porque, sin pobres, no habría Iglesia.

 

Latinoamérica es ejemplo contundente. Aquí se reúne el 64% de la catolicidad[5] mientras cunde la pobreza, no la prosperidad. Un estudio de la CAF muestra que, en los últimos 60 años, un habitante latinoamericano promedio que frente a un estadounidense promedio, ganaba en 1958 1 dólar, en 2018 gana 1,25. Entre tanto, un español pasó de ganar 1 a 2 dólares y el coreano del sur pasó de ganar 0,28 centavos a ganar 2.8 dólares[6]. Con otras palabras, si el compromiso de la Iglesia romana fuera proteger a los pobres, Latinoamérica sería hoy la región más próspera del planeta.

 

En Argentina, cuna del papa Bergoglio, se ha desatado una corriente eclesial que defiende públicamente a los estafadores de las arcas públicas. Allí, la complicidad entre los delincuentes confesos y sus obispos confesores, amenaza con someter el Poder Judicial a los dictámenes de las mafias locales[7]. ¿Será que la Iglesia, al lado de los ladrones, termina beneficiada con los diezmos de la ilegalidad[8].

 

También en Colombia un, ya difunto, cardenal Castrillón se habría beneficiado de las limosnas del narcotraficante Carlos Ledher. Otro monseñor, en Córdoba, habría auspiciado al paramilitarismo. Varias comunidades religiosas habrían protegido a miembros del ELN. Y diversas manifestaciones de las FARC habrían estado atadas a la catolicidad[9].

 

El eclesiástico sería, de esta forma, un mecano perverso constituido por el silencio confesional, la complicidad del confesor con los delincuentes, el engrosamiento de las arcas eclesiales y la impunidad degradante de todos.  Mecano auspiciado por el Estado Vaticano, caracterizado por ser un descarnado poder autoritario.

 

Veamos. En Roma la elección de dignatarios y la emisión de leyes es secreta; el papa ejecutivo, gobierna el poder judicial del llamado <<derecho canónico>>; posee ejército propio, la <<Guardia Suiza>>, mientras que sus <<Obispados Castrenses>> cogobiernan y educan las fuerzas militares y policiales de una treintena de países católicos, Colombia entre ellos[10].

 

Mientras tanto el rebaño católico sólo tiene obligaciones: pagarle limosnas al papado. Ni elige, ni es elegido. Mucho menos participa de las riquezas con que se engorda el cardenalato. ¿Se conocería otro peor ejemplo democrático que el católico? ¿No sería lógico, por tanto, que la catolicidad global obstruyera todo proceso democrático? ¿Existe algún país católico a la cabeza de la democracia mundial?[11]

 

¿Explicaría lo anterior, en parte, la creciente degradación de la democracia?

 

Congótica. En relación con la democracia la Iglesia sería, ella misma, el diablo que hace las hostias, el santo que las distribuye y el empresario que cobra por su consumo.

Congótica 2. ¿Sería el <<duribismo>> una fiel expresión de nuestra degradación democrática?

Sabínica. Si me remuerde la conciencia, le pongo un bozal.

 

*Profesor universitario colombiano y miembro del Consejo Internacional de la Fundación Federalismo y Libertad (FYL – Argentina).

[1] Congote, B (2018) “Democracia: ¿el régimen de los ineptos? Blogs.elespectador.com/política/Bernardo-Congote septiembre 23 2018.

[2] Nietzsche, F. Voluntad de poder, Aforismos 150 y siguientes.

[3] Nácar, E. y otro (1981) Sagrada Biblia. Madrid: BAC. Mateo, 27:44.

[4] Ídem. Lucas: 23: 39-43

[5] www.laiglesiaendirecto.com Consulta de noviembre 07 2018

[6] CAF (2018) “Instituciones para la productividad. Hacia un mejor entorno empresarial. Disponible en: diario El Tiempo, Colombia, noviembre 08 2018, Pg. 1.7.

[7] Fernández, J. (2018) “Mafia e Intifada, dos caras de una misma moneda”. www.lanacion.com.ar 28 de octubre 2018.

[8] Un cómplice de Cristina Kirchner, José López, la habría acusado de ser la dueña de entre 8 y 9 millones de dólares en efectivo, depositados por López en un convento de la diócesis de Buenos Aires hace no más de dos años.

[9] Congote, B. (2011) La Iglesia (agazapada) en la violencia política. Charleston, EU: Edición propia.

[10] Ídem.

[11] Ver en The Economist, The Democracy Index. www.economist.com

 

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