Bernardo Congote

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Por favor: ¡no se retire!

Corre por las redes una firmatón exigiéndole a El Innombrable que se retire de la política. No estoy de acuerdo.

La propuesta tendría algo legítimo: el desespero que, en buena hora, ya cunde entre los colombianos por la insidiosa incidencia del citado en el desgobierno presente, apenas una segunda versión del suyo.

Pero tendría más de ingenua. Primero, porque pretendería probar que, retirándose de la política, su proyecto de una Colombia fascista podría fracasar; y, segundo, porque inclusive muchas firmas nunca le inducirán a sacrificar su narcisismo destructivo, expresión que es de patologías siquiátricas, no políticas.

Tanto el desespero como la ingenuidad también conspirarían contra la salud nacional. No se toman buenas decisiones inspirados en el primero. Pretender <<retirar>> a alguien de la política por rutas diferentes a las electorales, por ejemplo, en el fondo estaría aplicando los mismos mecanismos que se busca invalidar.

Y tampoco se obtiene algo positivo actuando ingenuamente. Bastaría reflexionar en que el citado ¡para bien! ( ) estaría conteniendo una barrera que quieren echar abajo muchos de sus abyectos seguidores y, entre los cuales, no habría que escoger.

¿Acaso serán mejores prospectos los vociferantes representantes y senadores que día a día acolitan las barbaridades de su jefe?

¿Acaso prometen mejores caminos los que se han atado al suicida objetivo de hacer trizas el proceso de paz?

¿Acaso la cúpula militar actual constituida, se supone, por generales comprometidos en los <<falsos positivos>>, podría ser reemplazada por otra mejor, escogida por los mismos?

¿Acaso el Fiscal que viene será mejor que el <<autorretirado>>?

¿Acaso están detrás de El Innombrable ministros distintos a los que hoy se encuentran caminando hacia o desde las cárceles, desde o hacia los estrados judiciales como producto de sus múltiples estropicios?

Ahora. Al final de cuentas ¿las gentes están olvidando con esta firmatón, alegremente para peor, que este régimen fue elegido por diez millones de votantes?

¿Acaso pretenden algunos desesperados o ingenuos conciudadanos desconocer, a nombre la política, este hecho político incontrastable?

Buscando desesperada e ingenuamente ese presunto retiro ¿estarán buscando los firmantes un camino fácil, cuando es difícil? ¿Un camino rápido cuando es lento? ¿Un camino irracional cuando es racional?

¿Acaso estarían siendo víctimas de los mismos errores que critican buscando retirar de la política a un grupo de políticos que, para el pesar colectivo, representan el sentir de muchos colombianos?

¿Dónde estarían pues, las soluciones?

Por ejemplo:

  • ¿Cuándo emprenderemos la difícil, lenta y racional tarea de convencernos todos de que el proyecto político actual fue reelegido para permitirle cerrar las pretensiones fascistas del primer gobierno?
  • ¿Cuándo pensaremos que los poderes del Estado se encuentran amenazados de ser cooptados por un proyecto político destructivo impulsado por millones de votantes?

¿Acaso cuando caigamos en cuenta de que, también millones de votantes, una y otra vez eligieron a Chávez y, luego, a Maduro?

Bracamóntica. <<… eso (Montoya) fue lo peor que le pasó al Ejército, porque era un militar que no pensaba, él siempre daba las órdenes arbitrariamente, sin pensar>> (Declaración del mayor retirado Bracamonte, excomandante del Gaula Casanare, ante la JEP en diciembre 7 2018). www.elespectador.com  junio 15 2019

Congótica. Estas son las <<mentiras>> que quiere acallar el duribismo acosando a la JEP hacia su destrucción. Estas son las <<mentiras>> que otra firmatón fascista, el referendo contra le JEP querría acallar

Congótica 2. Lamentable que todavía haya colombianos dispuestos a votar otro referendo <<emberracados>>. ¿Será porque su propia vida es una farsa?

El autor es profesor universitario colombiano, miembro del Consejo Internacional de la Fundación Federalismo y Libertad (Argentina www.federalismoylibertad.org) y autor de La Iglesia (agazapada) en la violencia política (www.amazon.com).

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