Bernardo Congote

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El «pelietas»

Así se autodenomina ahora el propio Uribe. Llamando a confiar en Duque “porque tiene un temperamento mesurado”, Uribe afirmó hace poco en los medios que, en cambio, “él era un pelietas”[i]/[ii]. Aparecería así como una especie de chico malo intentando reescribir el cuento de Blanca Nieves. Ignorando, por supuesto, que varios de sus enanitos han pasado por la cárcel, continúan en ella o están prófugos. Sea lo que sea, tiene abierta una investigación en la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.

En efecto, el radicado 45.110 ante la Corte, investiga a Uribe por concierto para delinquir[iii]. Los crímenes de ese proceso, entre otros, las masacres de La Granja y El Aro y el de un testigo, Jesús María Valle, acaban de ser declarados como de lesa humanidad por la Sala, alejándose de emitir todavía fallo alguno.

De pronto esa autodenominación de Uribe como “pelietas” podría, inclusive, ser utilizada en su proceso como una especie de autoincriminación espontánea y pública. La Corte podría invitar al confeso, por ejemplo, a precisar qué tanto de ese su carácter pelionero tendría que ver con las dinámicas del paramilitarismo en Colombia durante sus diversos ejercicios de gobierno. Ralito, por ejemplo. O la “refundación de la patria”. En fin.

Para Uribe todo tiempo pasado no existe. Pero en marzo 26 de 2009, por ejemplo, Salvatore Mancuso le envió una carta pública de 26 páginas cuya respuesta no se conoce hasta hoy[iv]/[v]. En esa misiva, el ya extraditado invitaba al presidente a recordar que había sido “reclutado y entrenado por el Estado bajo una política nacional madre del paramilitarismo de Estado”.

En los años 90 el entonces gobernador Uribe promovió en Antioquia las cooperativas Convivir, una de las matrices del paramilitarismo criollo. Asunto sobre el cual Mancuso escribe que “al amparo de la legislación de los años 90, las fuerzas armadas del Estado y, como se ha visto con legisladores y empresarios puestos presos y también otros poderes públicos y privados, desarrollaron una relación activa con los grupos paramilitares”.

Producto de esta afirmación, Mancuso invitó al presidente a “no tapar el sol con las manos y […] reconocer […] de manera pública la suma de estropicios escondida tras al fenómeno paramilitar colombiano”. Acotando que le quedaba “la sensación de que en Colombia los actores armados y también el Estado y los sucesivos gobiernos (sic) […] han estado más interesados en perpetuar el conflicto que en dar pasos […] decididos en procura de acabar con el mismo en una mesa de negociación”.

En ese documento, el mismo que había sido extraditado por Uribe, le recordó que la connivencia de las fuerzas armadas formales del Estado con las paramilitares se encontraba documentada en “diferentes manuales de las fuerzas militares aprobados por generales de la república (sic), ministros de defensa y hasta presidentes (sic) […]”.

Finalmente, vale recordar que Mancuso planteó allí que se evidenciaba una “baja disposición del Estado a darle solución política y humanitaria al conflicto (que) no hace otra cosa que perpetuarlo”, con lo que el paramilitar comprometió las directivas centrales del presidente basadas en su política de “seguridad democrática”[vi].

Las aristas de la estrategia Uribe sobre la guerra, no sabemos que hayan sido puestas en duda por el candidato Duque en público ni en privado. Razones por las que estamos en riesgo de verlas reencauchadas a manos del mesurado candidato Duque, de ser elegido. Otro buen muchacho, como sabemos que califica el eufemístico “pelietas” a sus protegidos.

Nietzscheana. Ninguna guerra tiene ganadores.

Nietzscheana 2. “¡Voten desde la cárcel!” se oyó vociferar por ahí.

Platónica. Duque afirma que “la verdad (de la guerra) debe significar también responsabilidades”[vii]. Por supuesto que, entre ellas, se encontrarían las del ciudadano Uribe.

 

Bernardo Congote es profesor universitario colombiano y miembro del Consejo Internacional de la Fundación Federalismo y Libertad (Argentina).

 

 

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[i] Noticiero CM&, mayo 30 2018, emisión de las 21:00. “(Iván Duque) no se deja volver pelietas como mi persona” www.semana.com /Confidenciales, mayo 30 2018. www.eluniversal.com.co

 

[ii] ¿Qué es un pelietas? … peleonero, que le gusta pelearse. Que le gusta agarrarse a golpes. www. forum.wordreference.com

 

[iii] “Corte declara de lesa humanidad tres masacres y el asesinato de Jesús María Valle”, Diario El Tiempo, junio 1 2018, Pg. 1.7.

 

[iv] Congote, B. 2009. “Carta de Mancuso a Uribe. Paramilitarismo y ‘seguridad democrática’ en Colombia”, Bogotá: Le monde diplomatique, Edición No. 81, agosto 2009, Páginas 12 y 13.

[v] Carta refrendada por otra a la Corte Suprema de Justicia, fechada agosto 31, donde solicitaba ser liberado de los obstáculos carcelarios impuestos por la extradición que ejecutó Uribe, planteando, entre otros argumentos, que con su encierro “este gobierno (el de Uribe) necesita dentro de sus planes estratégicos mantener y prolongar el conflicto armado y el narcotráfico para que su política de seguridad democrática se haga siempre necesaria. No quiere la paz y son elocuentes los hechos que así lo confirman”. www.verdadabierta.com

[vi] Todas las notas entre paréntesis, del blog.

[vii] “No acabaré con los acuerdos, pero sí haré (sic) modificaciones”: Duque. Diario El Tiempo, junio 3 2018, Pg. 1.4

 

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