Bernardo Congote

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¿Crisis Democrática o Dictaduras Fracasadas?

“La dificultad de nuestra liberación procede del amor que les tenemos a nuestras cadenas”.[i]

Se oye como una cantinela. Por doquiera se rasgan vestiduras por la “pérdida de confianza en la democracia”.[ii]  ¿Tienen razón estos pesimistas? O al contrario, estarían enfilando baterías hacia un blanco errado.

A lo largo de la breve historia latinoamericana, Colombia simbólicamente, las llamadas “repúblicas” nacieron y se consolidaron como republiquetas aupadas en narcicismos autoritarios.

“El coronel no tiene quien le escriba”[iii] o “Bestiario tropical”[iv] serían, para ser cortos, dos retratos literarios magníficos  de la proclividad autoritaria de nuestras frágiles repúblicas y sus dirigentes.

En Ciencia Política, entre otros, Palacios escribió un lúcido ensayo sobre la delgada corteza de nuestra civilización.

Se habría quedado corto en lo colombiano, de pronto, al no atribuirle esa delgadez democrática al grosor del autoritarismo que vio la luz con nuestras “independencias”.[v]

El propio, prolongado y parcial debate entre bolivarismo y santanderismo, tendría como defectos mirar de soslayo la proclividad narciso autoritaria del “Libertador”, mientras menospreciábamos los intentos republicanos del “Hombre de las leyes”.

¿¡Democracia esto!?

Es probable que apenas un hecho libertario democrático hubiera marcado la historia criolla del siglo XIX: la constitución de Rionegro (1963). Porque lo demás se habría reducido a un tortuoso camino guerrillero (de corte gamonal) entre dictadorzuelos liberales y conservadores (¡muy platudos todos!).

¿¡Democracia esto!? (¿O una mera platocracia autoritaria?)

Régimen que nos hundió en la Guerra de los Mil Días cerrando el siglo XIX y abriendo el XX. La misma que parió las guerrillas liberales y conservadoras que, durante todo el siglo XX y hasta hoy han atizado el fuego del régimen autoritario criollo.

El mismo que le echó leña al fuego de Gaitán alucinando de él la gran “promesa popular”, cuando apenas era un disidente liberal que intentando jugar al populismo, habría sido asesiando por disidente.[vi]

Después de este episodio de violencia magnicida, ¿hubo algo menos autoritario, excluyente y violento que el sainete del llamado “Frente Nacional”? Tal vez no.

Nacido de reuniones a manteles entre los gamonales violentos que habían elegido a Rojas Pinilla como un títere dictablando (1953-1957), se levantaron contra él cuando amenazó convertirse en caudillo popular independiente.

¿¡Democracia esto!?

No habría sido vano, por tanto, el grito fusilero de Marulanda que, pintado como campesino fue entrenado como guerrillero liberal desde la violencia de los años 40.

Abandonados a su suertes los marulandas por quienes habían sido sus jefes,  razones tuvieron para alzarse contra el aleve bombardeo que les lanzó el “demócrata” Valencia contra Marquetalia en 1964. Y parieron a las FARC.

¿¡Democracia esto!?

No era para menos. El grito de los guerrilleros estaba logrando montar repúblicas independientes que azotaban la maloliente tranquilidad citadina de los gamonales bipartidistas.

No en vano se le atribuye al senador Gómez Hurtado este llamado de alerta, por aquellos 60s:

«…Hay en este país una serie de repúblicas independientes que no reconocen la soberanía del Estado Colombiano, donde el Ejército Colombiano no puede entrar, donde se le dice que su presencia es nefanda, que ahuyenta al pueblo, o a los habitantes… Hay la República Independiente de Sumapaz. Hay la República Independiente de Planadas, la de Riochiquito, la de este bandolero que se llama Richard y ahora, tenemos el nacimiento de… la República Independiente de Vichada”.[vii]

Viéndolo bien ahora, podrían ser más auténticas las repúblicas independientes guerrilleras que la republiqueta amiguista que, para firmar sus paces, pactaron godos y liberales en 1958.

Pacto que con mucho cuidado fue disfrazado, otra vez, de democrático. Tan autoritario fue el invento, que entre 1958 – 1978, el tal frente nacional excluyente por excelencia, diseñó el Yo te elijo, Tú me eliges mientras crecía la violencia en campos y ciudades.

¿¡Democracia esto!?

Pacto autoritario que, estos 2000, sigue avalando el corrupto Yo te financio la campaña (con mi plata), tú me devuelves favores )(con la plata de los contribuyentes).

¿¡Democracia esto!?

Ha sido éste el mismo régimen centenario que, durante los últimos veinte años, logró apoyo alectoral para la intentona fascista más violenta conocida (por supuesto disfrazada de centrismo democrático).

Doctora Gobertus: ¿Es la nuestra, como Ud. lo afirma, “una pérdida dramática de la confianza en la democracia” o, al contrario, un estado de desánimo producto del fracaso del autoritarismo?[viii]

Congótica. ¿”Crisis de la democracia”? ¿Cuál democracia?

Congótica 2. ¿”Demócratas” la serie de narcisos autócratas populistas que han ejercido dictaduras disfrazadas de democracias?

Congótica 3. No habríamos recientemente, reemplazado al autócrata Uribe por otro llamado Petro?

Congótica 4. ¿”Crisis de la democracia” este afrentoso proyecto dictatorial en beneficio de los platudos profundizando la peor inequidad de ingresos del planeta?

Congótica 5. ¿¡Democracia esto!? ¡Por favor!

[i] Zuleta, E. (2000). Elogio de la dificultad. Cali: FAEZ. Página 15.

[ii] Gobertus, J. (2022). “En América Latina…”, diario El Tiempo/A fondo, edición de noviembre 06 2022, Pág. 2.1. (A la sazón, Directora de Human Rights Watch).

[iii] García, Gabriel.

[iv] Iriarte, Gabriel.

[v] Palacios, M. (1986). “La democracia en Colombia”, en La delgada corteza de nuestra civilización. Bogotá: Nueva Cultura.

[vi] Congote, B.(2006). «Gaitán y el populismo: ¿otros dos fantasmas colombianos?”. Bogotá: Universitas Humanística, núm. 62, julio-diciembre, 2006, pp. 337-361.

[vii] https://es.wikipedia.org/wiki/Rep%C3%BAblica_de_Marquetalia#La_Violencia_bipartidista    Consulta de noviembre 06 2022.

[viii] Ídem., Cit.

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