Bernardo Congote

Publicado el

Abudinen ¡Está haciendo la Tarea!

Tengo un primo lejano que se alejó más devolviéndose para la Costa. Había sido entrenado en la Armada Nacional y nunca se repuso del “impacto”. Vivía harto en Bogotá.

En su microempresa de barrio tenía que pagar impuestos y servicios públicos; tampoco podía parquear su carro en cualquier parte; teníamos un coro y lo disolvió cuando le pusimos Director.

En fin, el primo no podía hacer en Bogotá lo que le daba la gana. (Tal vez por eso fue uno de los pocos colombianos que se quebró teniendo una bomba de gasolina).

Y allá en la Costa está feliz. Montó una microempresa de taxis. No les firma contratos a los conductores; probablemente tampoco les paga prestaciones; tal y como lo hacen casi todos los costeños, paga los servicios públicos cuando quiere; y de pronto, como sus vecinos, estaría tentado a alterar los contadores de la energía o del agua.

En la Costa Atlántica el sistema eléctrico contabiliza dos quiebras totales en menos de 40 años (sin mencionar las empresas de acueducto y aseo). ¿Por qué? Porque en la Costa, dicen sus politiqueros, los servicios deberían ser gratuitos.

¿Y por qué los costeños no pagan sus propias quiebras? Porque tienen en Bogotá agazapado en el Congreso (y en la Casa de Nari) un grupo de politiqueros, por supuesto miembros de la secta fascista.

Quienes, entre otras jugaditas, se han ocupado de que todos los colombianos paguemos las quiebras costeñas. (¡La última triquiñuela con Electricaribe nos costará, parece, unos 7.000 millones de millones pesos! [i]

Esto significa que durante 30 o 40 años, los ciudadanos que sí pagamos servicios públicos en Bogotá, Medellín o Bucaramanga hemos patrocinado sin verguenza la dolce vita costeña.

Estos fenómenos confirmarían la hipótesis sobre cierta “costeñización” de la politiquería en Colombia. Y reforzarían la idea de que la señora Abudinen no sea un “caso aislado”.

Al contrario, Abudinen formaría parte de una estrategia de los platudos costeños para seguir haciendo lo que se les venga en gana en su región, teniéndonos a los otros colombianos como sus idiotas útiles.

La cereza de este postre pestilente sería el hecho de que en la Costa es “donde se ganan las elecciones”. La de Duque en el 2018, para no ir muy lejos, habría recibido unos 700.000 votos espurios que le sirvieron para derrotar a Petro.

La empresa criminal electorera impulsada por los platudos costeños, habría quedado al desnudo cuando Aída Merlano “abrió la boca”. (En verdad, como ella misma lo denunció, “se la querían cerrar” y por ello habría huido hacia Venezuela). [ii]

No sorprende como se dice por ahí, que Abudinen fuera otra ficha más de la empresa criminal costeña (sumándose a la pandilla, entre otros, de los Tapia, Nules, Ricaurtes, Pretelts y compañía).

La cínica ministra de las TIC (¡va a demandar a sus denunciantes!), estaría haciendo campaña electorera con los fondos públicos para “echarle combustible” a las elecciones del 2022.

Abudinen resolvería la paradoja del profesor Gutiérrez en El Espectador, según la cual “el uribismo no puede ganar las elecciones 2022, pero tampoco quiere perderlas”.[iii]

Sinrazón electorera explicativa del apoyo cerrado que la secta fascista le dio estos días a la MinTIC en la censura de la Cámara ¿¡Cómo hacer renunciar a una ministra que está «haciendo bien” la tarea?! (¿Y dónde está Duque? ¿Bendiciendo medallitas?)

¿¡Cómo inducir la renuncia de una ministra que, muy costeña ella y fiel embajadora de sus patrones, estaría garantizando la reeleción de la secta fascista en 2022?!

 

Congótica. Este noviembre la secta va a elegir candidato presidencial en privado mediante encuestas entre sus conmilitones. (Si lo hiciera en público anticiparía para noviembre la derrota que se le viene entre marzo y mayo 2022).

Congótica 2. De pronto «no alcanza» la platica que se levante Abudinen. (No eran 70.000 millones sino 1,2 billones) (Ojo) 

Congótica 3. Los Abudinen y otras yerbas, estarían encargados de rellenar con la plata de nuestros impuestos el abismo político que le abrió Duque a la secta dirigida por El Innombrable.

[i] https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/euforia-energetica-la-costa-sin-carnavales    Sepbre 30 2020.

https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/fomentando-empresas-zombie   enero 28 2021.

[ii] https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/familias-tradicionales-empresas-criminales   Marzo 10 2020.

[iii] https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/francisco-gutierrez-sanin/una-duda/    Sep 03 2021.

Comentarios