El “recetario para la defensa” que dejó el Encuentro Regional de defensores y defensoras ambientales 2024

Con el objetivo de generar un espacio de intercambio de buenas prácticas para el fortalecimiento de la defensa ambiental, Ambiente y Sociedad convocó a más de 30 defensores y defensoras de organizaciones campesinas, indígenas, negras y de mujeres de Guatemala, Honduras, Perú, Brasil, Panamá, México y distintas regiones de Colombia los días 26 y 27 de agosto.

La cita fue en  Bogotá y, por medio de distintas actividades, los participantes pudieron establecer redes internacionales de apoyo, compartir sus experiencias y retos frente a la protección ambiental. Con sus conocimientos, nutridos por el encuentro, los y las asistentes pudieron elaborar varias ‘recetas’, para fortalecer la defensa ambiental. 

Recetas para el cuidado: juntanza y solidaridad

Como parte de la metodología del encuentro, los y las participantes se dividieron en cuatro grupos o “casas”: incidencia política, mujeres, autoprotección y protección colectiva y procesos pedagógicos, culturales y artísticos. Cada una de estas casas debía compartir su mejor “receta” para nutrir y alimentar las estrategias y acciones de defensa ambiental de las demás organizaciones. En este caso, los ingredientes son los elementos claves para la receta de protección; el proceso son las distintas formas como se mezclan e integran estos ingredientes; y finalmente, el servido, que son los detalles y adornos del plato para ser disfrutado.

Los ingredientes incluían los elementos clave; el proceso, las formas en la que esos ingredientes se integran; y el servido, los detalles para que el plato fuera disfrutado.

La casa de la incidencia política encontró que la movilización social, la veeduría ciudadana, las ruedas de prensa, mingas y el respaldo internacional son detalles clave  para mejorar la incidencia en política. Para esto es necesario tener como ingredientes, organizaciones de base fuertes y autónomas, que tengan conocimiento del funcionamiento del Estado y capacidades jurídico-técnicas y de autogestión.  

La casa de mujeres resaltó que ellas cumplen muchas funciones sociales. Además de ser dadoras de vida, también manejan la economía, son maestras, psicólogas y enfermeras en sus hogares y comunidades. También identificaron que existe una conexión de fuerza sanadora desde el vientre que crea vida, por eso existe un vínculo especial con la Madre Tierra, aunque las estructuras patriarcales han debilitado la participación de las mujeres en las comunidades; y señalaron que el apoyo psicosocial es una gran necesidad para las mujeres y sus comunidades. 

La receta de la casa de la autoprotección y la protección colectiva para los y las defensoras se basa, entre otras, en gestionar protocolos de protección colectiva, articulación con aliados y generar un sistema de alertas tempranas con ayuda de nuevas tecnologías. 

Para que esta receta funcione, este grupo identificó que los ingredientes esenciales van desde tener un reglamento y estatutos internos y asegurar la legalidad territorial para tener un espacio seguro en el que se puedan generar acuerdos de protección en común, hasta el autocuidado ancestral y la protección espiritual. También reconocieron como una estrategia, actuar en colectivo para evitar el señalamiento de alguna persona en particular y así protegerse. 

La última casa pensó una receta para fortalecer los procesos pedagógicos, culturales y artísticos en los mecanismos de defensa ambiental. Durante el evento fue notable que esta es una de las técnicas menos valoradas en el desarrollo organizativo, aunque estas acciones son formas de sensibilizar y concientizar, y los procesos de proyección podrían tener mejores resultados si se le da mayor protagonismo. 

Para esto es necesario contar con un conocimiento autónomo del territorio, explorar la creatividad, la confianza y el amor dentro y fuera de las comunidades para que, de esta reflexión, puedan surgir acciones concretas. 

Como mencionaron algunas de las personas asistentes, para preparar estas recetas se necesita la llama del fogón: la juntanza popular, la experimentación y la investigación. Esta llama permite “cocinar” saberes interdisciplinarios que fomenten la cocreación y la retroalimentación. 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y conclusiones

Además de las estrategias identificadas grupalmente, la organización amiga Fundación para el Debido Proceso (DPLF por sus siglas en inglés) facilitó un intercambio para conocer mejor  el alcance de las medidas cautelares que otorga la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). 

Si bien las medidas cautelares que otorga la CIDH responden a la respuesta ineficaz del Estado, en medio del intercambio de ideas entre los y las participantes y el DPLF, se concluyó que muchas veces estas no se cumplen, no ofrecen medidas de impacto, y no se les da un seguimiento efectivo para su cumplimiento. En este sentido, se recogieron una serie de recomendaciones con el objetivo de fortalecer el mecanismo, entendiendo su importancia.

A modo de cierre, los defensores y las defensoras intercambiaron acciones, estrategias y alianzas que les han funcionado para evitar riesgos. Por ejemplo, subrayaron la importancia de crear alianzas a nivel local, con plataformas nacionales y regionales de defensores ambientales, en las que se fomenten redes de cuidado y autocuidado.

Dentro de las estrategias y acciones destacaron la importancia de la educación ambiental, de conocer las rutas de atención institucionales para el fortalecimiento de la colectividad, y de conformar comités de Derechos Humanos en cada organización y colectivo. Además, se reconoció la necesidad de hacer movilizaciones en lugares estratégicos, realizar mapas de actores, intereses y contradictores, y fomentar y mantener espacios de arte, cultura y espiritualidad . 

En Ambiente y Sociedad reconocemos que la juntanza, la solidaridad y la creación y fomento de redes entre las organizaciones y defensoras/es de cada territorio son las principales estrategias identificadas para promover la protección de los defensores. Esto, alimentado por el amor y la pasión por su territorio, sus comunidades y sus procesos.