Un estudio biológico de una semana llevado a cabo en la Reserva de la Biosfera Sierra La Laguna en Baja California Sur encontró 877 especies, 29 de las cuales se encuentran en peligro de extinción. El espacio protegido y reserva de la biosfera mundial de la UNESCO es la ubicación del proyecto de minería aurífera altamente controvertido Los Cardones.
(Mongabay Latam / Martha Pskowski) Una mina a cielo abierto en la Reserva de la Biosfera Sierra la Laguna en Baja California Sur ha estado en los planes desde 2007, pero un nuevo estudio de la biodiversidad podría persuadir a los funcionarios a revocar los permisos de la mina. En poco más de una semana, los científicos descubrieron casi 900 especies en el espacio protegido —muchas más de las 220 listadas por la Declaración de Impacto Ambiental de la mina que permitió que el proyecto siguiera adelante.
Los científicos de Nueva Generación de Investigadores del Desierto Sonorense esperan que su estudio publicado en junio contribuya a los esfuerzos para parar la concesión de la mina de oro Los Cardones, propiedad de Desarrollos Zapal e Invecture Group.
Sierra la Laguna está en el centro de la península de Baja California, equidistante de la capital estatal de La Paz y la comunidad costera de Todos los Santos. La amenaza que presenta la mina de oro a cielo abierto para el suministro de agua local ha unido a las comunidades costeras y los ganaderos del interior para asumir el burocrático proceso de permisos mineros e influyentes intereses comerciales.
Ben Wilder, ecologista de la Universidad de Arizona y director de Nueva Generación, dijo en una entrevista con Mongabay que la lucha con la mina suscita la pregunta, “¿Ahora mismo, qué significa en México un espacio natural protegido?”.
Sierra la Laguna no es, ni mucho menos, el único espacio protegido en México amenazado por la minería. Después de una ola de concesiones mineras en los últimos años, el 10 por ciento de espacio protegido en México tiene concesiones mineras dentro de sus límites.
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Los Cardones: ¿Minería sostenible o un riesgo ambiental?
La mina de oro de Los Cardones fue propuesta en 2007, y extraería, aproximadamente, 40 toneladas de oro durante un periodo de diez años. En el proceso, según estima Nueva Generación, la explotación desenterraría 143 millones de toneladas de roca, consumiría 300 millones de kilovatios de electricidad por hora y liberaría 150 000 toneladas de dióxido de carbono (CO2).
La página web de Los Cardones explica que la mina será líder en la “minería sostenible” y usará una planta de tratamiento del agua para reducir su dependencia en las reservas de agua locales.
Cinco kilómetros cuadrados de la concesión minera entran dentro de la zona de contención de la Reserva de la Biosfera Sierra la Laguna. La reserva fue creada en 1994 y reconocida por la Unesco como una reserva de la biosfera mundial en 2003.


Los críticos dicen que la extracción de oro en Sierra la Laguna amenazaría a más que su biodiversidad. La reserva es una importante área de carga de aguas subterráneas. El agua fluye desde su cresta septentrional hasta la cuenca de La Paz antes de acabar en el Golfo de California. Al oeste, el agua fluye hacia Todos Santos y se vacía en el Pacífico. El consumo o contaminación de esta agua tendrían significantes efectos en ambos lados de la península, dice el grupo de la sociedad civil Medio Ambiente y Sociedad en Baja California Sur.
La geografía y el clima de Baja California Sur suponen riesgos adicionales para la minería a cielo abierto.
Baja California Sur tiene altos niveles de actividad sísmica, y de media registra 100 terremotos al año de entre 4,5 y 7 en la escala de Richter.
La península de Baja California también es propensa a tsunamis y huracanes que llegan desde el Pacífico. Los estanques de lixiviación de la mina que contienen productos químicos peligrosos, tales como cianuro, estarían en riesgo de graves vertidos en caso de un desastre natural.
Zapal dice que la mina generaría 300 puestos de trabajo directos y otros 2500 indirectos. La empresa también se ha comprometido a realizar proyectos locales de responsabilidad corporativa como la mejora de las carreteras y proporcionar becas para estudiantes locales. Sin embargo, los propietarios de los negocios locales han advertido que la mina también podría llevar a la pérdida de puestos de trabajo en la industria turística.
Los críticos dicen que otros impactos potenciales de la mina incluyen la contaminación del aire, la desertización, la erosión del suelo y el exceso de la contaminación y los residuos.
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La fiebre del oro en los espacios protegidos de México
El Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, aprobó reformas energéticas radicales cuando tomó posesión de su cargo en 2014. El sector energético previamente nacionalizado se está abriendo ahora gradualmente a la inversión extranjera. Aunque el sector minero ha estado abierto a la inversión extranjera desde 1996, Peña Nieto ha estado adjudicando concesiones de tierras tanto a empresas mineras como energéticas a un ritmo sin precedentes.
En la actualidad, el 18,8 por ciento del terreno mexicano, o 37 millones de hectáreas, está parcelado para 33 303 títulos mineros. La industria minera mexicana es la cuarta mayor del mundo, con 888 proyectos mineros activos. La inversión canadiense, que está detrás de la mina Los Cardones, es uno de los principales impulsores de la minería en México.

Como se publicó anteriormente en Mongabay, las empresas mineras se han asegurado concesiones del 10 por ciento de la superficie de los espacios protegidos en México. Hay 2542 títulos mineros dentro de los límites de las reservas federales naturales protegidas, que cubren más de 2,7 millones de hectáreas en 75 espacios nacionales protegidos diferentes.
La minería o extracción de hidrocarburo se puede llevar a cabo legalmente en espacios naturales protegidos si la secretaría de Medio Ambiente otorga un permiso basado en los resultados de una evaluación del impacto ambiental. Si se permite, la explotación deberá tener lugar, “Sin deteriorar el ecosistema, cambiar el paisaje de manera significativa o causar impactos ambientales irreversibles”.
Mientras las autoridades federales estaban evaluando el impacto ambiental de la mina propuesta, Los Cardones, los funcionarios estatales se pronunciaron contra el proyecto en noviembre 2013, ya que decían era “ambientalmente inviable”.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) finalizó la Declaración de Impacto Ambiental en julio 2014 y determinó que la mina no dañaría la reserva de la biosfera en su integridad y podía seguir adelante.
En primer lugar, los promotores tuvieron que cumplir un número de condiciones, que incluían obtener el título de propiedad de la tierra, el permiso de la agencia nacional de aguas y el permiso para cambiar el uso del suelo de forestal a minero.
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¿Quién está detrás de Los Cardones?
Los inversores detrás de Los Cardones son enigmáticos. La mina está registrada, legalmente, a nombre de Desarrollos Zapal, con sus oficinas en La Paz. A su vez, Zapal es una subsidiaria de Invecture Group, una empresa de inversión con sede en Ciudad de México, afiliada a Frontera Mining Corporation, con sede en Vancouver.
Invecture es la propietaria de la mina de cobre, Cobre del Mayo/Piedras Verdes en Sonora, México y la mina de oro y plata Monterde en Chihuahua. El número de teléfono de Invecture que aparece públicamente está fuera de servicio, y una petición para una entrevista en la oficina de Ciudad de México fue denegada. Los representantes de Zapal no respondieron a una petición para una entrevista de Mongabay.
Los opositores a la mina en Baja California Sur han vinculado a los propietarios de Los Cardones a uno de los hombres de negocios más ricos de México: el magnate de las telecomunicaciones y los medios de comunicación, Ricardo Salinas Pliego. En el círculo de inversores asociados con la mina Cardones, una multitud de pistas conducen al conglomerado de negocios de Salinas Pliego, el Grupo Salinas.
Según Forbes México, las empresas extranjeras cosecharán los beneficios de la reforma y las reformas llevarán a la consolidación del mercado, no a una mayor competencia. Salinas Pliego parece posicionado para convertirse, justamente, en ese actor en la minería y la producción energética. Su cadena de televisión, TV Azteca, ha dominado el mercado mexicano durante años, junto con Televisa.
La hija de Salinas Pliego, Ninfa Salinas Sada, es la directora de la empresa de energía Grupo Dragón y fue senadora por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Estuvo involucrada directamente en las negociaciones para modificar las leyes nacionales en lo referente a la industria, el agua y la energía geotérmica, un sector en el que el Grupo Dragón ha invertido fuertemente.
El Grupo Dragón suministra energía a un gran número de empresas del Grupo Salinas, así como a dos minas propiedad de Invecture.
A nivel local en Baja California Sur, las empresas del Grupo Salinas también están enmarañadas con el proyecto de la mina Cardones. Adamantium Seguridad Privada es parte del Grupo Salinas y ha proporcionado seguridad tanto en el yacimiento minero como en el evento en favor de la minería en La Paz en 2015.
El Frente Pro Desarrollo Sustentable es un nuevo grupo de Baja California Sur que promociona proyectos de desarrollo, incluida la mina Los Cardones. Uno de sus líderes es David de la Paz Ascencio, director de TV Azteca en el noreste de México.

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“El agua es más valioso que el oro”: organización local en Baja California Sur
Baja California Sur tiene una baja densidad de población y desierto, bosque y playas del Pacífico bien conservadas. La Sierra la Laguna contiene el mayor bosque intacto del estado y los bajacalifornianos se organizaron rápidamente para oponerse a la mina, preocupados porque amenazarían a los principales motores de la economía del estado, el turismo y la producción agrícola.
Ranchos de ganado rodean el yacimiento minero propuesto, en parcelas de propiedad común llamados ejidos, que habían sido distribuidos después de la revolución mexicana.
Grupos con sede en La Paz y en Todos Santos y adyacentes a Sierra la Laguna formaron El Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida. Grupos miembros del frente incluyen Agua vale más que oro, varias organizaciones de ranchos de ganado, la Sociedad de Historia Natural Niparajá y cinco ejidos diferentes cercanos al yacimiento minero.
Para el verano 2015, los organizadores locales estaban convencidos de que con el gobierno estatal de su lado, el proyecto estaba muerto. La reputación de Baja California Sur como un destino turístico ayudaba a su causa. La posición del gobierno cambió rápidamente el 28 de julio de 2015 cuando, de repente, en los últimos días de la administración local, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología de La Paz aprobó la solicitud de cambio del uso del suelo para la mina.
Después de esta acción, El Frente Ciudadano intensificó la presión para revocar la decisión, hasta el punto de que llegaron a bloquear las autovías locales.
El Bioblitz de Nueva Generación
El aumento de la presión sobre el gobierno estatal funcionó y, para finales de septiembre, los funcionarios estatales habían reiterado su oposición a la mina. Sin embargo, los reguladores federales tendrán la última palabra. Mientras la Declaración de Impacto Ambiental de la Semarnat se pronunciara a favor de la mina, el proyecto podría seguir vivo.
Aquí es donde entraron los Investigadores del Desierto Sonorense. El equipo se percató del caso en el verano de 2014. Ben Wilder, investigador de la Universidad de Arizona, dice que Nueva Generación aspira “a derribar las fronteras entre países y disciplinas”. El equipo interdisciplinario reúne a investigadores estadounidenses y mexicanos para estudiar los ecosistemas del desierto de Sonora.
Después de investigar los impactos de un proyecto hotelero propuesto en la costa de Baja California Sur, el caso de Los Cardones llegó a su atención.
“Quedó muy claro que no había mucha información sobre la diversidad de Sierra la Laguna”, le contó Wilder a Mongabay. “Teníamos el modelo de Cabo Pulmo, dijimos, vamos a ver si podemos aplicarlo aquí”.
Wilder y sus compañeros de investigación, Sula Vanderplank y Exequiel Ezcurra, se coordinaron con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidos (CONANP) para obtener permiso para llevar a cabo un estudio de la biodiversidad en Sierra la Laguna.
Sabían que la situación era tensa. En 2014, el gobierno federal requirió que Zapal regularizase los títulos de propiedad de las 18 parcelas que constituyen la concesión de la mina antes de empezar las actividades. Sin resolver los títulos de propiedad, la empresa había estado entrando en el yacimiento ilegalmente. Zapal se ha enfrentado a la demanda de un ganadero que alegaba que se estaban llevando su tierra ilegalmente. La empresa también fue acusada con extraer la vegetación ilegalmente.
A menudo agentes de seguridad estaban presentes en el yacimiento y el equipo de Nueva Generación era meticuloso en la preparación de los documentos de autorización necesarios para acceder a la Reserva de la Biosfera.
La expedición duró del 4 al 11 de diciembre de 2015. En esos ocho días, el equipo documentó la presencia de un total de 877 especies, repartidas en 381 plantas, 29 mamíferos, 77 aves, 366 insectos y 24 reptiles y anfibios. De las especies identificadas, 29 están en la lista de especies en peligro de extinción mexicana y 107 son endémicas de la región del Cabo —lo que quiere decir que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo—. Veintinueve científicos de 19 instituciones participaron en el bioblitz, entre ellos botánicos, herpetólogos, ornitólogos y entomólogos. Su informe fue publicado en junio.


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