Voces por el Ambiente

Publicado el Ambiente y Sociedad

Observaciones a las salvaguardas sociales y ambientales de la banca china

Coalición Regional por la Transparencia y la Participación 

Por: Denisse Linares
Derecho, Ambiente y Recursos Naturales – DAR

En la última década, dentro del contexto económico de América Latina, el país que ha cobrado mayor importancia para América Latina y el Caribe (LAC) es China. El desempeño de algunas empresas de este país en la región ha desatado críticas por parte de la sociedad civil y de los pueblos indígenas, debido a la vulneración de aspectos como: las condiciones de trabajo, las formas de vida de los pueblos indígenas y el uso de los recursos naturales.

En algunos casos, estas firmas se han desarrollado fuera del marco de los tratados sobre derechos humanos, derechos laborales y de las normas nacionales que protegen los recursos naturales, apelando a un modelo propio de desarrollo.

Las reformas de los aspectos sociales y ambientales se desarrollaron debido a las exigencias que los mismos ciudadanos plantearon a través de plataformas o grupos organizados logrando que la banca tradicional -Banco Mundial o el BID- pusieran ciertas condiciones a las empresas que financiaban para cumplir con la adopción de salvaguardas socio ambientales, logrando que algunos proyectos mejoren sus estándares.

Una de las últimas evidencias de este proceso paulatino de adopción de normativa socioambiental para las inversiones chinas en el extranjero es la publicación de los Indicadores claves de desempeño en la implementación los Lineamientos de Crédito Verde. Un documento producido por La Oficina General de la Comisión Regulatoria de la Banca China (CBRC, por sus siglas en inglés). Según el mismo ente regulador.

Los Indicadores claves de desempeño en la implementación los Lineamientos de Crédito Verde formulados por la CBRC se publican para implementar los siguientes requisitos de política: Plan Integral de Ahorro de Energía y Reducción de Emisiones del 12 ° Plan Quinquenal (Consejo de Estado-2011- No. 26), El Planeamiento de Protección Ambiental del 12 ° Plan Quinquenal (Consejo de Estado-2011- No. 42), y las opiniones del Consejo de Estado sobre la Aceleración del Desarrollo de las industrias de Ahorro de Energía y Protección del medio ambiente (Consejo de Estado-2013- No.30), cumplir con los requisitos establecidos por las Directrices de Crédito Verde (CBRC -2012- No. 4) y otras regulaciones, y promover la implementación del Crédito Verde por parte de las instituciones bancarias.

Se requiere que todas las instituciones bancarias faciliten y lleven a cabo una autoevaluación de su implementación de crédito ecológico siguiendo los requisitos de los Indicadores de rendimiento clave de crédito ecológico y presenten los resultados de la autoevaluación a la CBRC antes del 31 de mayo de cada año.

Todas las oficinas locales de la CBRC pueden facilitar y llevar a cabo a fondo el trabajo de autoevaluación pertinente de acuerdo con la situación real de las instituciones bancarias bajo su jurisdicción.

Aquí un primer paralelo, interesante: Mientras que la banca tradicional ha optado porel modelo de “Guideline” o “lineamientos” que sus gerentes de proyecto deben tomar en cuenta para asegurar el cumplimiento de sus salvaguardas, el modelo chino lanza una batería de indicadores para la autoevaluación que luego es revisado por la autoridad reguladora.

De manera general la Banca china plantea:

1. La promoción de la economía verde como lineamiento principal a seguir

El documento detalla que las instituciones bancarias se ajustaran a la normativa nacional ambiental con el objetivo de desarrollar políticas concretas para apoyarla economía verde, con bajas emisiones de carbono y el reciclaje, para fortalecer la gestión del riesgo ambiental y social, y para mejorar el desempeño ambiental y social de la institución.

Al respecto, es preciso prestar atención al modelo económico con el que se guía la banca china: la economía verde. Entonces, se podría entender que la propuesta de la banca va por un cambio de comportamiento de las empresas en relación al uso de los recursos naturales, reduciendo el uso de los mismos y, trabajando de manera más eficiente, para reducir sus impactos ambientales. Por otro lado, no es explícito que objetivos sociales buscan, pues no basta con plantear la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, en los procesos productivos sino medir y mitigar los impactos indirectos en términos de deforestación y de pasivos ambientales.

A su vez, en el artículo 12, se señala que se priorizará y fomentará la innovación crediticia verde a través de mecanismos, productos y servicios, de manera que los créditos otorgados tengan impregnada la economía verde como un lineamiento a seguir. Más allá de las posturas que creen que la economía verde cómo concepto no es más una solución real a los problemas de fondo, ¿Cómo trabajarán los bancos con aquellas empresas que han generado daños irreparables a la naturaleza y ciudadanos? Frente a ello, el siguiente punto podría responder parte de la pregunta.

2. La Gestión diferenciada basada en la categoría de riesgos ambientales y sociales de los clientes

Para hacer posible la clasificación crediticia, los bancos evaluarán a las empresas para designarles una categoría, de acuerdo al tipo de actividad que se desarrolla, y a los riesgos ambientales y sociales que generarían. En caso de identificar actividades que ponen en riesgo la seguridad ambiental y social, se elaborará un registro de esas empresas para que luego se tomen medidas de mitigación de riesgo, así como mecanismos de comunicación con las partes interesadas. Sedebe tener en cuenta que no se menciona la negación de un préstamo en caso de que la empresa presente estas características, es decir, una empresa infractora de la normativa ambiental y social, podría aplicar a los préstamos de la Banca china, siempre y cuando repare los daños ocasionados, pero ¿es posible reparar daños como los derrames de petróleo, o los impactos generados por las grandes hidroeléctricas?

Las categorías planteadas dividen a los proyectos en tres grandes grupos: Los proyectos sobre energía nuclear, hidroeléctricas, recursos hídricos, extracción de recursos, infraestructura de gran y mediana escala son los primeros en la lista; en segundo lugar, están aquellas que hacen uso de minerales o de elementos nocivos; y por último se ubican las actividades de comercio, producción y construcción. Ninguna de estas categorías menciona aquellas actividades que generan impactos en las formas de vida de las personas y de los pueblos indígenas, y que tomen en cuenta los aspectos antropológicos, los cuales definen la relación de los seres humanos con la naturaleza.

3. Cambios internos para adecuarse a la economía verde

Se instalará el concepto de “crédito verde”, lo cual significa también generar y/o adquirir las capacidades técnicas del personal de los bancos para lograr sus objetivos como es la adquisición de créditos en base a la economía verde. En ese sentido el personal deberá adquirir conocimientos sobre las implicancias ambientales de las operaciones de los proyectos, sin embargo, no se mencionan las implicancias sociales.

Si bien es cierto, según sus promotores, la economía verde apunta a mejorar las condiciones de vida de los más pobres; y disminuir la desigualdad social, los riesgos ambientales y la escasez ecológica . Se debe dejar en claro que las personas más impactadas por los proyectos mencionados anteriormente son los pueblos indígenas, debido a que viven en las áreas donde se ubican la mayoría de los proyectos mencionados en la Categoría A.

Finalmente, según algunos analistas, los estándares de la banca china son rigurosos, sin embargo, a partir de la revisión de las directrices y los indicadores socio ambientales, se pueden observar que estas medidas son aún incompletas, sobre todo en términos de rendición de cuentas, participación de la sociedad civil y de las organizaciones indígenas. El principal problema yace en que la normativa, aunque detallada, no se está trabajando de forma dialogada con los deben ser los beneficiarios de las mismas, es decir las comunidades locales. Un error que tomó muchos años a la banca tradicional entender y que sobre el que todavía hay mucho debate.

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