Decir Frank Ramírez equivale a evocar la mejor etapa del cine y la televisión colombiana hasta el momento. Un actor que tiene en su haber personal las interpretaciones masculinas más recordadas en los dos medios. Un hombre que fue grande porque además fue discreto y silencioso, en un ambiente acostumbrado a la parafernalia y al ruido.
Todavía estremece recordar al personaje de Dionisio Pinzón cargar el féretro improvisado de su madre, arrastrándolo por un pueblo polvoriento e insensible en la gran adaptación de “El Gallo de Oro” del escritor mexicano Juan Rulfo. Frank Ramírez protagonizó un extraordinario mano a mano con Amparo Grisales, quizás la mejor interpretación de la eterna diva colombiana, quien allí dejó de ser el símbolo sexy para confirmarse como gran actriz.
En el cine, Frank Ramírez nos ha dejado varias de las mejores caracterizaciones masculinas, “Milagro en Roma” (1989), “Técnicas de Duelo” (1988) que luego sería “Águilas no cazan moscas”, “La estrategia del Caracol” (1993), en la cual se destacaba en medio de la sinfonía coral que logró el director Sergio Cabrera.
Sin embargo, su gran papel sería el de León María Lozano apodado «El Cóndor”, en cierta forma un pájaro carroñero en “Cóndores no entierran todos los días” (1984). En la cinta encarnó a uno de los temibles líderes de la violencia política de Colombia en los años 40 y 50, cuando el régimen conservador se ensañó contra la oposición liberal, creando escuadrones de la muerte que aterrorizaron campos y ciudades, semillas de lo que vino después. Este trabajo, le hizo ganar a Frank Ramírez diversos reconocimientos como el Colón de Oro del Festival de Huelva en España en 1984, como mejor actor.
Hace poco en el canal TCM de películas clásicas, me tropecé con “La ira de Dios” (The Wrath of God, 1972), western protagonizado por Robert Mitchum y último registro de Rita Hayworth en pantalla, en la cual pude reconocer en rol secundario a Frank Ramírez. Esa película corresponde a la parte de su vida cuando incursionó en Hollywood, apareciendo en series como “La monja voladora”, “El Gran Chaparral”, “Barnaby Jones”, hasta papeles más estables como uno de los protagonistas de la serie policíaca “Paris” con James Earl Jones a la cabeza del reparto. Aquí el inicio de la presentación de dicha serie:
En los últimos años Frank Ramírez participó en varias telenovelas y seriados colombianos, posiblemente su último gran papel fue en “Pecados Capitales” (2002), como Evaristo Salinas, un excéntrico millonario que finge su muerte para disfrutar de un juego que le propone a sus familiares en su testamento, con el fin que el ganador se lleve su fortuna. Aquí se reunieron grandes estrellas del pasado y el presente de la actuación colombiana, como la legendaria Teresa Gutiérrez y los vigentes Constanza Duque, Marcela Carvajal, Patricia Castañeda, Robinson Díaz y Juan Ángel, entre otros. Una telenovela diferente que tuvo episodios delirantes, casi surrealistas.
Alguna vez me crucé con el portentoso actor en una callejuela del barrio bogotano de La Candelaria, refugio de artistas y bohemios, él iba con otra persona, quizás por ello y mi tozuda timidez no me aproximé para darle un apretón de manos y decirle las cosas que hoy escribo. Grande Frank Ramírez, un cóndor de los buenos que nunca quedará enterrado gracias a su alto vuelo, cada vez que se vea su figura en la pantalla, seguirá en el mundo de los vivos.
Dixon Acosta Medellín
En Twitter a ratos: @dixonmedellin