Después de la traducción de la Fenomenología del espíritu de Hegel, el maestro Jorge Aurelio Diaz se ha dedicado a realizar otras traducciones del idealismo alemán. Presentamos aquí la reseña, de su propia pluma, de su más reciente traducción de Schelling: “Introducción a la filosofía moderna”, en Siglo editorial. Especial para Filosofía y coyuntura.
Friedrich Wilhelm Joseph Schelling, uno de los grandes pensadores del Idealismo alemán, dictó, en 1827, una serie de conferencias sobre la llamada filosofía moderna, que va desde sus comienzos con René Descartes hasta culminar con el mismo Schelling. Siglo Editorial, en su Colección A-corta distancia, acaba de publicar la traducción al español de dichas conferencias, con una excelente presentación, tanto de la figura del autor como del contenido de la obra, por parte de Carlos Andrés Ramírez, especialista en el pensamiento del filósofo alemán[1].
Se trata de un texto de cuya traducción al español no se disponía, y que viene así a enriquecer nuestro acervo bibliográfico, al ofrecer una excelente panorámica de uno de los periodos más representativos del pensamiento occidental. Porque es bien sabido que dicho pensamiento sufrió un cambio significativo con la filosofía cartesiana, al pasar de fijar su atención en la realidad circundante, para centrarla en el examen del pensamiento mismo. Se trata del llamado “giro a la subjetividad” que caracteriza al pensamiento moderno, y que le otorga al ser humano un lugar privilegiado en lo que respecta a la búsqueda de la verdad. Todavía hoy, en el siglo xxi, seguimos inmersos en ese marco conceptual que ha hecho del ser humano el centro de su atención, condicionando así nuestra manera de abordar los grandes temas que atañen a la humanidad, como la política, el arte, la religión, la historia, la sociedad, etc.
El libro, de formato reducido, ofrece una exposición muy esclarecedora de dicha evolución del pensamiento, al analizar las filosofías de Descartes, Spinoza, Leibniz, Wolff, Kant y Fichte, para desembocar en la filosofía del propio autor, a la que llama “filosofía de la naturaleza”. Termina con una dura crítica al pensamiento de su colega Hegel y a su pretendido idealismo absoluto, así como a las corrientes irracionalistas lideradas por F. H. Jacobi.
Pocos pensadores, como Schelling, disponían de la necesaria perspectiva para ofrecernos una visión de conjunto sobre los inicios del pensamiento moderno, ya que asumió una posición que podríamos llamar intermedia con respecto a ese giro. Si bien reconoce la importancia e incluso necesidad del mismo, busca, sin embargo, mantener la reflexión filosófica conectada con dicha realidad; de ahí su apelativo de “filosofía de la naturaleza”.
Sin embargo, desde una perspectiva contemporánea, lo que más puede llamar nuestra atención en estas conferencias es lo que señala con claridad el profesor Ramírez en su presentación de la obra, al hacer ver cómo una persona de características tan conservadoras y “burguesas”, como lo fue Schelling, elaboró en realidad una filosofía con una poderosa carga revolucionaria. En sus palabras: “La filosofía de Schelling conserva el impulso revolucionario de la filosofía moderna, tal como la describe a partir de Descartes, en cuanto su filosofía negativa resulta ser la consumación del racionalismo moderno”. Como bien lo señala Ramírez, “los filósofos no son dueños de sus ideas”.
El texto comienza señalando la necesidad que tiene la filosofía de tomar en cuenta su historia para poder seguir avanzando, porque se trata de buscar siempre nuevos horizontes que nos permitan situarnos de manera adecuada en nuestro presente. Pasa luego a considerar el pensamiento de René Descartes, que marca “el derrumbamiento de la escolástica”, y a quien califica como un “revolucionario según el espíritu de su nación”. Sin embargo, es en el pensador judío B. Spinoza donde Schelling encuentra “una figura mejor, más hermosa, más satisfactoria”.
Luego de examinar los alcances y las limitaciones del spinocismo, pasa a considerar el sistema del pensador alemán Gottfried Leibniz, al que considera como “silenciosamente opuesto al de Spinoza”. Desde su perspectiva de filósofo y matemático, Leibniz no considera que la realidad esté conformada, como en Spinoza, por una única sustancia, sino por una infinitud de “mónadas”, especie de unidades virtuales radicalmente diferentes entre sí. Sin embargo, Schelling muestra cómo esta diferencia, que parece diametralmente opuesta, viene a ser el resultado de concepciones en realidad muy cercanas.
Especial interés merece la presentación del pensamiento de I. Kant, quien, como dice Schelling, “apareció inesperadamente como instaurador de la filosofía y le devolvió la seriedad científica, y con ella, a la vez, la dignidad perdida”. Porque fue Kant quien, con su pensamiento crítico, despertó el mayor interés entre sus contemporáneos y se convirtió en el centro de una muy viva controversia, que será el caldo de cultivo para el surgimiento del Idealismo alemán.
Para Schelling, la filosofía crítica kantiana logró exactamente el efecto contrario de lo que se propuso. Si su propósito era terminar con la metafísica tradicional, lo que en realidad logró fue despertar un nuevo y renovado interés por su cultivo. “El juicio de la historia –nos dice– habrá de ser que nunca se había llevado a cabo una lucha tan dura, externa e interna, en torno a los bienes supremos del espíritu humano, y que en ninguna época el espíritu científico había tenido experiencias más profundas y más ricas en resultados, que aquellas que ha tenido después de Kant”.
Procede luego Schelling a exponer su propio sistema de pensamiento, en un apretado discurso que, a pesar de la brevedad y la complejidad de los temas, constituye tal vez la mejor exposición del mismo. Sin embargo, para compensar en parte el elevado nivel de abstracción en el que se mueve la exposición schellinguiana, cabe muy bien recordar y acudir a las indicaciones que ofrece el profesor Ramírez en la Presentación del libro, donde podemos ver las implicaciones tanto antropológicas, como sociales y políticas de la llamada “Filosofía de la Naturaleza”.
En cuanto a las duras críticas que le hace Schelling al idealismo de su colega Hegel, es verdad que están marcadas por un cierto resentimiento, proveniente, como nos dice Ramírez, de considerarse “como una figura destronada por quien no había sido, en sus inicios, sino un comentador y un heredero de su propia filosofía”. Sin embargo, bien vale la pena tenerlas en cuenta, porque apuntan sin duda a elementos del idealismo hegeliano que no suelen examinarse con el debido cuidado. En particular, la crítica apunta a su excesivo conceptualismo, que lo aparta de la realidad a la que sin embargo pretende comprender. Todo hubiera ido bien, dice Schelling, “si se hubiera circunscrito a ello y si hubiera ejecutado dicho pensamiento, renunciando estricta y definitivamente a todo lo positivo”; pero no lo hizo, porque cayó en “la pretensión de que el concepto es todo y no deja nada por fuera”.
En las páginas finales, el texto ofrece una aguda crítica a las pretensiones del irracionalismo que, escudado en los límites que Kant le había establecido al ejercicio de la razón, busca acceder a las realidades últimas y espirituales mediante el sentimiento y la fe. Sin embargo, Schelling señala con cuidado las diferencias entre ese irracionalismo y las que considera justas pretensiones de la mística.
Con el título de “Sobre la oposición nacional en la filosofía”, el texto termina con unas muy someras consideraciones acerca de las diferencias que, a su parecer, existen entre las maneras de hacer filosofía en los tres grandes centros de su época: Alemania, Francia y Gran Bretaña.
[1] Schelling, Friedrich Wilhelm Joseph (2025). Introducción a la Filosofía Moderna. Trad. Jorge-Aurelio Díaz. Colección A-corta distancia. Bogotá: Siglo Editorial.
Damian Pachon Soto
Profesor titular de la Universidad Industrial de Santander y Visitante Asociado del Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Estudios Extranjeros de Kobe (Japón). Doctor en Filosofía y miembro de la Sociedad Colombiana de Filosofía. Convencido de que la filosofía contribuye a la cualificación de la democracia mediante la crítica y la cualificación de la discusión pública.
Autor de los libros “Herencias coloniales de larga duración y decolonialidad” (Universidad Industrial de Santander, 2025), “La modernidad filosófica española y su influencia en la filosofía latinoamericana” (Kobe City University of Foreign Studies (2024), “Estudios sobre el pensamiento colombiano, volúmenes I y II (Bogotá, ediciones Desde abajo 2011, 2020), “Espacios afectivos. Instituciones, conflicto, emancipación” (en coautoría con Laura Quintana, Barcelona, Herder, 2023), “Política para profanos” (Universidad Industrial de Santander, 2022), “El imperio humano sobre el universo. La filosofía de Francis Bacon” (Bogotá, 2019), entre otros. Colaborador habitual de Le Monde Diplomatique (Colombia) y de Filosofía&Co (España y América Latina)
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