Esto mejora, pero no cambia

Publicado el Polo Díaz Granados

Los samarios pedimos #QueLaPerlaRindaCuentas

Si eres uno de los 4 gatos que me leen y que aún no conoce el cuento de la Perla del Alcalde de Santa Marta, te actualizo brevemente: El 2 de marzo pasado, el alcalde de Santa Marta, Carlos Caicedo, suscribió 2 convenios con una Corporación (Organización sin ánimo de lucro) llamada La Perla Cultural

Ese día, como si fuera coincidencia, la Perla cumplía apenas 3 años de existencia jurídica y el ‘regalo’ de la Alcaldía fue adjudicarle recursos por 5 mil millones de pesos sin tener que pasar por licitación pública; simplemente así, con el esfuerzo que a Caicedo le costó levantar el índice y apuntar pa’ esta corporación, fundada –entre otras cosas– por Alejandro Arizmendi, amigo de tragos del alcalde Caicedo.

Alejandro Arizmendi, hijo del reconocido periodista de Caracol Radio Darío Arizmendi, no es ni mucho menos una referencia en el mundo de la cultura; en cambio es un gran arquitecto, famoso en Santa Marta por su empresa Lattitude Studios (ubicada en la misma dirección donde Arizmendi registró la Corporación La Perla), que no solo ha hecho diseños de edificaciones muy bonitas como el Centro Comercial Tesoro del Mar, sino que ha realizado para la Alcaldía de Santa Marta en calidad de clientes por lo menos 8 proyectos de diseño.

¡Qué Caicedo se haya valido de amiguismos para adjudicar recursos del erario!, ¡vaya y venga! En un país –y sobre todo un departamento– donde la corrupción en lo público es el pan de cada día, darles plata del Estado a los amigos es lo más normal del mundo.

No lo es así, por ejemplo, que la plata se la haya dado a una Corporación que no tiene la mayor experiencia en un sector tan complejo y donde la trayectoria es tan importante, como en la cultura; tampoco lo es que uno de los dos únicos eventos que la Corporación tiene en su experiencia (conocidos como Sierramar Fest) hayan terminado en un escándalo mediático. Y mucho menos que el presupuesto para invertir estos recursos haya estado tan pobremente justificado.

Pa’ no echar tanta carreta, pégale una mirada a este artículo: La ‘perla’ del alcalde de Santa Marta con las campañas culturales y a este otro La ‘perla’ del alcalde de Santa Marta con Fundación fue por $5 mil millones para irte haciendo una idea de lo que me refiero.

¿Por qué le adjudican 5 mil millones a una Corporación que tiene una poca y tibia experiencia en el sector cultural? ¿Te parece extraño que campañas culturales de más de 700 millones tengan tan pocos recursos para los eventos en sí mismos y que la gran parte de este presupuesto se vaya en la supuesta difusión de estos? ¿Qué opinas de que en un convenio de 9 meses planteen presupuestos a 12 meses, dejando un vacío en la explicación de 3 meses inexistentes? ¿No genera suspicacias que contraten redes sociales para pagar la creación de cuentas que no hicieron nunca? ¿Y qué piensas de que hayan pagado más de mil 200 millones de pesos en vallas publicitarias (casi la mitad del presupuesto de uno de los convenios) y en dos visitas no pude identificarlas?

Debo decir que como parte de mi ejercicio periodístico de contrastar la información producto de la investigación, me encontré con una barrera por parte de los personajes de esta historia: el alcalde de Santa Marta me dejó los chulitos del Whatsapp enviados, la directora de Cultura me pidió derecho de petición para poder responder y el representante legal de la Corporación (un español que llegó hace pocos años a Santa Marta y que ahora es famoso –vuelve y juega– no por la cultura sino porque tiene un rico restaurante) me dijo que no me daba la información porque no me conocía. “¡Señor!, pero le pido información pública…” Rpta: “Vamos tío, que no te conozco”, volvió a decir.

¡Qué es lo que pasa con estos recursos que hay tanto misterio! ¡Aquí lo único que pedimos los samarios es transparencia!

Esto es pa’ que el propio contralor Edgardo Maya Villazón tome las riendas y diga que va a adelantar las respectivas investigaciones para determinar si hay detrimento patrimonial; o pa’ que en la Procuraduría ya estén adelantando de oficio qué es lo que pasa…

Pero mientras eso pasa, como ya lo he hecho antes, les digo a los samarios (y de paso al Magdalena entero) ¡Pongámonos las pilas! ¡Exijamos nosotros mismos!

No queremos que nos digan si han contratado a 100 gestores culturales o formadores en música, sino que nos muestren los 100 contratos y los comprobantes de los 100 pagos; no queremos que nos digan que hicieron un evento, sino cuánto costó la tarima y todo lo necesario para llevarlo a cabo; no queremos que nos digan que pusieron un pendón sino cuánto costó mandarlo a hacer. ¡Si recibieron 5 mil millones, queremos saber en qué se han gastado cada peso!

Por eso me aventuré en Twitter con la etiqueta: #QueLaPerlaRindaCuentas. Quén quita que de tanto trinar… ¡el alcalde nos dé un RT!

Firma Polo Díaz Granados

 

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