El Hilo de Ariadna

Publicado el Berta Lucia Estrada Estrada

Javier, un poema de Gloria Cepeda Vargas

JAVIER * 

A la memoria de Javier Ocampo Cepeda, asesinado en Cali por “las fuerzas del orden” en la madrugada del 4 de agosto de 2013. Era docente y defensor de derechos  humanos.

 

Cayó de madrugada

bajo la luna pálida de agosto

alta la frente

blancas las mejillas

como la luna.

Lo doblaron por dentro

lo borraron.

Un surco

de nardos supurantes

lo abrió de norte a sur.

¿Dónde andará en el viento?

¿Por qué se van llenando sus rincones

de orificios morados?

Se llamaba Javier

de mimbre enjuto

de inteligencia multiplicadora

defensor de tesoros escondidos

y derechos humanos.

Sabía hablar de amor hasta en silencio

su armazón de hombre joven

fue por ahí crujiendo

fue por ahí sembrando

desviviendo…

Uno menos

entre quienes denuncian lo que se descompone

en el fondo del plato.

Ésa es la otra Colombia

la que pasa a manteles

ahí sembró mi sangre

sus claveles de luto

una vez y otra vez.

Cayó desde la frente

una muralla polvorienta y ácida

lo desautorizó para seguir cantando.

No diré: ¡Pobre chico!

Diré: ¡Pobre Colombia!

¡Pobres nosotros

pobres los zapatos

que se quitan y ponen según pinten

la oferta y la demanda!

Javier:

sobrino

hermano

amigo en este modo

de padecer la tierra.

Tu gorra sin visera

se va desdibujando

entre caballos muertos

y ranas incoloras.

Como si no supiéramos cómo nos hemos vuelto

cómo nos arrugamos

cómo dormimos sobre la escoria y la demencia

cómo nos encogemos y estiramos.

Gloria Cepeda Vargas

* Este poema se publica con la autorización escrita de la poeta Gloria Cepeda Vargas

Nota: Al señor Darío Acevedo Carmona

Es con verdadera estupefacción que he leído la  diatriba contra Iván Cepeda en la columna de Darío Acevedo Carmona, titulada El debate que Iván Cepeda elude; es tendenciosa y cargada de odio; podría ser interpretado como un llamado para que los paramilitares, muchos de ellos que han apoyado a Uribe, le den un tiro en la cabeza, tal y como hicieron con su padre y su primo. Es muy preocupante ver que  un profesor universitario, de quien se podría esperar equilibrio y sensatez,  escriba un artículo como el de hoy, en vez de pensar primero en la paz tan necesaria a Colombia.
 Es por ello que lo invito a un momento de reflexión en este momento en el que  pareciera que estuviese obnubilado por un fanatismo ciego e irreflexivo.

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