El Hilo de Ariadna

Publicado el Berta Lucia Estrada Estrada

LA SUPUESTA FELICIDAD DE LOS COLOMBIANOS Y LOS CRÍMENES ATROCES

 

Colombia es un país misógino por excelencia, la violencia en contra de las mujeres no ha hecho sino recrudecerse. El crimen, de una sevicia inusitada, en contra de una indefensa mujer de noventa y dos años, cometido por el nieto que había acogido en su hogar, o las mujeres quemadas con ácido, sin hablar de las violaciones y del maltrato del que son víctimas todos los días y a todas horas, no hacen sino constatar que Colombia no es el paraíso que los medios de comunicación quieren vendernos todos los días al decirnos que es el país más feliz del mundo. Crímenes llevados a cabo por todos los actores de la sociedad, incluyendo a las FARC y el ELN, que reclutan niñas en contra de su voluntad y las convierten en  juguete sexual de adolescentes engañados, y obligados a hacer la guerra. Pero también convertidas en juguetes sexuales de los mal llamados comandantes;obligándolas, además, a abortar cuando quedan embarazadas, aún en contra de su voluntad, hablan de un país violento desde sus mismas entrañas. Todo ésto sin olvidar a los grupos de exterminio conformados por los paramilitares y por las bacrim; a veces orquestados por algunos oscuros militares, jueces u hombres políticos.

Todo ésto, sin contar el papel que juega la Iglesia católica, y por supuesto las cristianas, en su discurso violento, machista y misógino que gritan a los cuatro vientos y desde todas las tribunas. Incluyendo  al tenebroso e inquisitorial procurador, y a Hoyos, su escudera de cabecera; la que  supuestamente debería estar de la parte de las mujeres.

Las religiones judeocristianas de un lado, la judía y la musulmana del otro, tienen una enorme responsabilidad en los asesinatos y en la violación que día a día sufren mujeres y niños; puesto que han vendido la idea que la mujer es fuente de pecado, que es impura, y que minuto a minuto tienta al hombre, y si éste sucumbe en sus “redes” es porque no pudo controlar sus bajos instintos, convirtiéndose en este modo en la verdadera víctima de las terribles artimañas con las que fue supuestamente seducido.

Las tres religiones, mal llamadas monoteístas, pregonan que la mujer debe de ser recatada, obediente y sumisa; preferiblemente debería quedarse encerrada en su casa y callar ante el maltrato verbal o físico ejercido por el hombre de la casa. Supongo que ese es el sueño secreto de hombres como Gerlein, o del homofóbico concejal Durán, o del machista alcalde de Segovia. Lo que habría que analizar en todos estos discursos violentos, que se están convirtiendo en pan de cada día, es también la responsabilidad de personajes, que aupados en el poder que les confiere el temor que inspiran, llenan el aire de odio e intolerancia cuando los medios de comunicación les abren los micrófonos, o través de twitter, cuando no logran ser escuchados como lo desearían. Me refiero por supuesto a Uribe, por quien nunca voté; puesto que siempre estuve consciente del peligro que representaba su llegada al poder. Pero también habría que nombrar a centenas de curas, y a muchas mujeres, que como la senadora Liliana Rendón, no logran comprender la problemática de género.

Y cuando día a día constato la violencia de los colombianos me pregunto, una y otra vez, ¿cómo pueden creer, aunque sea por un solo instante, que Colombia es uno de los países más felices del planeta? Si esto fuera verdad, las tasas de violencia, de toda clase de violencia, serían mucho menores, y las leyes que protegen a las mujeres, a los niños y a las personas de la tercera edad, serían muchas más, pero sobre todo serían verdaderamente eficaces, y el proyecto de  ley que lleva el nombre de Rosa Elvira Cely no estaría a punto de caerse.

Por último, quisiera agregar que no sólo no considero que Colombia sea un país de gente feliz, sino que considero que una gran parte de su población tiene  problemas mentales; lo cual no justifica crímenes como el de la señora Emperatriz o el de Rosa Elvira, entre tantos otros. Y si digo que una gran parte de su población tiene problemas mentales no hay sino que pensar en la guerra fratricida que hemos afrontado durante cincuenta años, para darnos cuenta del horror que hemos padecido.

Pueden ver algunos artículos que he publicado en este sentido:

https://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2013/03/13/algunos-de-los-origenes-de-la-violencia-en-contra-de-la-mujer/

https://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2012/11/28/venus-emergiendo-de-las-aguas/

https://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2013/01/17/tabues-y-prohibiciones-derivados-de-la-menstruacion/

https://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2012/06/03/pensando-en-rosa-elvira-cely/

Para quienes aún tengan dudas que el crimen comentido contra la señora Emperatriz no es misógino, como lo aduce una persona que envió un comentario, los invito a leer el blog de una brasilera, y que ilustra muy bien qué es ser mujer en una sociedad patriarcal. Vínculo enviado por mi amigo Ricardo Bada:

http://elblogdematina.blogspot.de/2013/05/como-se-siente-una-mujer.html

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