Mitos sobre la I.A. en las pequeñas y medianas empresas

La inteligencia artificial (IA) es una de las tecnologías más transformadoras del siglo XXI. Sin embargo, pululan muchos mitos que frenan su adopción en las empresas, especialmente entre las pequeñas y medianas. Estas tecnologías están cambiando las reglas de juego en los mercados y, de paso, están trastornando los modelos de negocios tradicionales. Desmontar prejuicios relacionados con el uso de la IA es clave para que los emprendedores puedan aprovechar todo el potencial de la IA en sus negocios. Dos advertencias: nunca es tarde para aprender, primera; debemos embarcarnos en una cultura que valore los buenos datos, segunda.

A continuación, se presentan cinco mitos comunes sobre la IA y lo que hay detrás de ellos. Cualquier empresario puede acceder a las herramientas de la IA y dar pasos hacia la modernización tecnológica, siempre y cuando supere algunas ideas infundadas:

Mito 1: “La IA es solo para grandes empresas con presupuestos enormes.”

Muchos pequeños empresarios creen que la IA es una herramienta exclusiva de los gigantes tecnológicos del tipo Google, Amazon o Microsoft. La realidad es que la IA se ha vuelto más accesible que nunca. Las herramientas disponibles, cuyo número crece día a día, están al alcance del bolsillo. Las soluciones en la nube nos permiten automatizar tareas, analizar datos, mejorar la atención al cliente y gestionar los inventarios, entre otras tareas críticas. Plataformas como ChatGPT y muchas otras permiten a las empresas contar con chatbots personalizados que mejoran la experiencia del cliente sin necesidad de tener infraestructura propia ni de invertir recursos cuantiosos.

Mito 2: “La IA reemplazará a los empleados humanos.”

Es cierto que la IA sustituirá algunas ocupaciones. También, que su uso implicará la creación de oficios nuevos. La IA está diseñada para complementar el trabajo humano, no para reemplazarlo. A manera de ejemplo, en una tienda minorista, un sistema de IA puede hacerse cargo del inventario y predecir la demanda. Al anticipar la demanda se conocen las necesidades de existencias y se evitan el desabastecimiento o los excesos de inventario. Se libera tiempo del talento humano, que puede concentrarse en ofrecer servicios más personalizados y de calidad a los clientes. La clave está en comprender que la IA “emancipa” a los empleados de tareas repetitivas y les permite enfocarse en actividades más creativas.

Mito 3: “Necesito ser un experto en tecnología para implementar IA en mi negocio.”

El prejuicio de creer que no se está en condiciones de poner en marcha un sistema de IA por falta de formación técnica es un obstáculo frecuente. Detiene a muchos empresarios que se sienten intimidados por la tecnología. Lo cierto es que no se necesita ser un experto en tecnología para comenzar a usar IA. Existen numerosos proveedores de software que ofrecen soluciones de IA listas para ser aplicadas, con interfaces amigables y soporte técnico. Herramientas como HubSpot (hay muchas en el mercado) utilizan IA para automatizar las actividades de las áreas de marketing y de ventas. Cualquier persona, sin importar su nivel de conocimiento técnico, pueda contribuir a mejorar la eficiencia de sus tareas.

Mito 4: “La IA es infalible y perfecta.”

Esta es otra invención que lleva a que muchos no cuestionen los productos de la IA, que es poderosa, pero no perfecta. Los sistemas de IA aprenden de los datos que se les proporcionan y, si los datos son incorrectos o están sesgados, los resultados también lo estarán. Por ejemplo, un sistema de IA que analiza preferencias de compra puede cometer errores graves si los datos de entrada no son representativos de todos los clientes. El sesgo puede consistir en la exclusión de segmentos de clientes asociada a género, raza o edad. Es crucial entender que los resultados que produzca la IA deben ser monitoreados y ajustados continuamente para garantizar que funcione de manera adecuada y ofrezca los mejores resultados.

Mito 5: “La IA es una moda pasajera.”

Finalmente, algunos creen que la IA es simplemente una tendencia que pasará con el tiempo. No es cierto. La IA ha demostrado ser una tecnología duradera que está en constante evolución. Somos testigos de las dramáticas innovaciones relacionadas con la IA generativa, cuyo primer algoritmo, el ChatGPT, fue lanzado hace menos de dos años. Negarse, por prejuicio, a adoptar la IA pensando en que es pasajera, podría significar quedarse rezagado. La competitividad de las empresas va a estar crecientemente ligada a la integración de IA. Abundan ya los casos de pequeños negocios que han integrado IA en sus operaciones. Descubren, en el corto y mediano plazo, maneras de automatizar y optimizar procesos, de llevar a cabo análisis predictivos que, finalmente, los vuelve más competitivos.

Algo dicho al comienzo del presente blog: hay que estar dispuesto a aprender y hay que valorar la cultura de los buenos datos.

La IA está aquí para quedarse y está al alcance de todos, no solo de las grandes empresas.