Por: Camilo Vega Barbosa
@camilovega0092
El método científico fue una metodología creada por Aristóteles hace más de 2000 años, la cual se basa en el análisis y en la demostración objetiva para explicar los fenómenos naturales que acontecen el entorno. Gracias a esta herramienta la humanidad ha logrado grandes avances en la medicina, física, química y en la matemática, todos progresos que han formado el mundo que conocemos.
El problema existencial que tiene la economía (economics) es que se define tanto como una ciencia y como una humanidad, porque estudia fenómenos sociales por medio de herramientas analíticas, lógicas y hace un gran esfuerzo para resumir estos comportamientos por medio de modelos matemáticos.
Además si se le compara con las otras ciencias se encuentra que una de las grandes dificultades que enfrenta la economía es que no tiene la misma libertad para realizar experimentos en ambientes controlados que le permitan analizar el fenómeno que estudian.
Por ejemplo qué sería del estudio de la física subatómica sin el acelerador de partículas CERN, o qué pasaría si cada vez que los científicos activaran su máquina produjeran una explosión que podría herir gravemente a 800.000 personas. Con toda seguridad no experimentaría con la misma frecuencia, y es probable que la aplicación de sus teorías serian objeto político.
Lamentablemente la economía convive con esta problemática todo el tiempo. Y un equivalente del acelerador de partículas para el caso colombiano podría ser la crisis de fin de siglo que el país experimentó por la UPAC, las bandas cambiarias y por burbuja inmobiliaria entre otros, pues las cifras de la superintendencia financiera indican que 800.000 personas perdieron su casa.
Es por esto que a pesar de que algunos economistas doctorales pasen toda su vida estudiando la teoría económica, cuando llegan a cargos públicos se pueden equivocar, porque el conocimiento adquirido y la experiencia ganada son siempre mutables en esta ciencia. Lo cual es diferente para la mayoría de las otras ciencias, o ¿acaso un químico veterano con 50 años de experiencia se equivoca al hallar el peso molecular del agua?
Es por esto que los estudiantes de economía se confunden cuando su primer profesor de universidad le enseña la importancia de la disciplina fiscal, y que incluso raja a sus estudiantes que no entienden el concepto, pero un año después cuando es nombrado ministro de hacienda se contradice y aplica políticas en contra de la teoría que expuso en clase. O ¿acaso es normal para los físicos incorporar un variable de corrupción política al momento de estudiar los fenómenos electroestáticos?
Por otro lado, lo que compartimos con la física radiactiva y con los patólogos, es que podemos vernos afectados por los fenómenos que estudiamos. Es decir al igual que un físico puede morir por radiación, o un patólogo por un virus que estudie, los economistas pueden ser contagiados por la corrupción, que es uno los campos de estudio de la economía política.
No se trata de justificar los errores de los economistas, pero la dificultad de medir variables como la corrupción, la codicia de las personas, el concepto de la riqueza, demuestra que es más consistente la teoría del caos que la condición humana. Y es por esto que frases como: “los meteorólogos existen para hacer quedar bien a los economistas”, cobran mucho sentido para nosotros.