Mercadeando

Publicado el Dagoberto Páramo Morales

Inseguridad urbana y marketing

En medio de la mayor crisis que ha vivido la sociedad colombiana en los últimos tiempos bajo la impávida mirada de un gobierno que además de insensible frente a las tragedias que vivimos permanece desconectado de todo lo que nos angustia cada día, es imposible ocultar el sensible impacto que la inseguridad ha producido en la vida de quienes habitamos en las ciudades y pueblos a lo largo y ancho del país. Es miope seguir empecinado en mirar para otro lado como encantando serpientes mientras la inseguridad crece de manera desmesurada o, tratando de incrustar más la cabeza en las arenas movedizas de las ansiedades que en cada rincón del país se padecen, sin “darse cuenta” el duro golpe que hemos padecido en nuestra psiquis colectiva frente al miedo al que estamos regresando después de tantos años de pensar que habíamos superado esa cruel etapa colectiva de zozobra y desespero. Por más que nos muestren cada día dulcecitos fabricados en medio de ficticias y temporales euforias, es innegable que la violencia se ha trasladado de manera alarmante a los cascos urbanos.

Nunca, ni siquiera en las aciagas épocas de Pablo Escobar, habíamos vivido momentos tan críticos en la seguridad urbana. Por doquier conocemos escalofriantes estadísticas de cadáveres, heridos, robos, asaltos y hurtos que parecieran no detenerse. La ansiedad que se respira en cada cuadra y en cada esquina de pueblos y ciudades, es indecible.

El impacto de esta situación mediante la cual trasladamos la violencia y la inseguridad del campo a la ciudad es irrefutable, aunque algunos sectores quieran desconocerlo, sobre todo aquellos ligados directa o indirectamente al poder.

Los colombianos hemos perdido la tranquilidad de otrora teniendo que activar disímiles mecanismos para resguardarnos de tanta inseguridad. Ya no es extraño ver a los ciudadanos hacerse acompañar por familiares y amigos para retirar el dinero de una sucursal bancaria o de un cajero automático, asegurar con vehemencia sus pertenencias en carteras de doble fondo o en bolsas de supermercado tratando de ocultar su contenido, o circular libremente cuando se ha adquirido algún producto nuevo. Ya ni podemos comunicarnos por celular en las calles porque corremos el riesgo de ser asaltados, heridos, o, incluso, muertos por hurtarnos el teléfono. Por doquier experimentamos miedo y hasta terror que ya no fácilmente podemos ocultar muy a pesar de las alharacas que en su contra se sigan proclamando a los cuatro vientos.

Y por supuesto que esta insostenible circunstancia afecta de forma sensible las decisiones estratégicas y operativas de las organizaciones empresariales colombianas. No solamente el sensible incremento de los costos influye en la pérdida de competitividad organizacional, sino que el impacto emocional que sufren consumidores, compradores y clientes genera un estado de incertidumbre que afecta las decisiones de compra, apropiación y consumo de los productos. Todo este desbarajuste ha empezado a influir de forma notoria en la concepción y la práctica de las estrategias y los programas de marketing que por su carácter contextual no puede sustraerse hechos tan complejos.

Las empresas han tenido que ingeniárselas para tratar de salir bien libradas. Muchas de ellas han debido incrementar sus costos para mejorar la protección de sus funcionarios –ahora a todo nivel-, para asegurar su acceso a ciertas zonas de las ciudades, para salvaguardar sus depósitos bancarios, o incluso para transportar las mercancías por calles y avenidas.

La situación no es grave, es gravísima. Pero lo más preocupante es la poca atención que le estamos prestando a tamaña realidad. Hacernos los de la “vista gorda” no será nunca la mejor solución. No podemos seguir como el viajero que por llegar más rápido a su destino decide dormirse para ignorar las desazones a lo largo del camino. Ojalá que cuando despertemos no sea demasiado tarde.

 

 

Ya está disponible el nuevo video en mi canal de YouTube “Marketing y Sociedad”: “Merchandising”. En este programa presentamos una aproximación conceptual básica del merchandising y su rol como componente de la estrategia de comunicación integral de marketing. Se destacan sus cuatro componentes claves: 1) distribución de espacios físicos, 2) exhibición, 3) materiales necesarios (P:O:P), 4) actividades.

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