Por: Nicolas Peña
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En el largo plazo los impuestos ayudarán a que el país de mejor calidad de vida a sus ciudadanos, Colombia es uno de los países que menos cobra impuestos del mundo, lo que se traduce en que la calidad de vida que nos puede dar el Estado no es la mejor.
Uno de los mayores temores del ser humano son los impuestos, al menos así es en Colombia. Con variados casos de corrupción, sumados a una población que en realidad no tiene conocimientos sobre economía, los impuestos generan un miedo y un odio que no es normal comparado con otros países del mundo. Idea que CarlosPRomero nos puede mostrar de manera clara y concisa:
Pese a este odio de la población en general, los economistas amamos los impuestos, nos parecen la base para que una población prospere, por esta razón quiero intentar contagiarlos de este amor a los impuestos que tenemos nosotros.
¿Por qué son tan buenos los impuestos? En principio, sin ellos el Estado estaría más quebrado de lo que está en este momento; si pasa esto, el Estado no tendría cómo invertir en rubros como la educación, la salud, la infraestructura y demás. Lo que en definitiva afectaría a la población de más bajos recursos del país. Pero entonces, ¿por qué los colombianos los odian tanto? La razón principal de este odio es que los ciudadanos no saben apreciar la manera en que estos son reinvertidos, al decir reinvertidos me refiero a que los ciudadanos están invirtiendo cuando pagan sus impuestos, están invirtiendo en su país.
Sin embargo, aunque los impuestos aumenten los ingresos del Estado, estos también pueden llegar a tener efectos regresivo en la sociedad, en otras palabras, le dan más duro a los pobres que a los ricos, lo cual no genera amor por ningún lado. Entonces, ¿cómo saber si un impuesto es regresivo o no?, con un análisis básico no matemático, se podría decir que un impuesto regresivo es todo aquel que le cobra lo mismo a los ricos y a los pobres por los mismos productos, por ejemplo el IVA. Si un rico se compra un Chevrolet Aveo, le vale exactamente lo mismo que le valdría a un pobre, incluso menos porque los ricos tienen mejor calidad de préstamos que los pobres.
Hace poco leí que la ANIF (Asociación Nacional de Instituciones Financieras) estaba proponiendo aumentar el IVA y pasarlo del 16% al 18%, respecto a lo cual Sergio Clavijo, presidente de la ANIF, dice que esto aumentaría los ingresos del Estado en un 1% del PIB, ¡lo que en verdad es grandioso! Pero como dije anteriormente, el IVA es el clásico ejemplo de impuesto regresivo, no sé qué opinen ustedes pero esta idea tampoco me genera mucho amor. ¿Qué tal si mejor empezamos a gravar a los dividendos de los accionistas? ¿Qué tal si ponemos un porcentaje distinto del IVA dependiendo del estrato donde se vendan los productos? ¿Qué tal si no le cobráramos impuestos a la canasta familiar?
Comparando a Colombia con los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos), que en realidad es el club de los países más ricos y prósperos del mundo, en Colombia se tributaba cerca del 15% del PIB, cifra que está muy lejana de Dinamarca (48,2%), Holanda (39,1%), Suecia (46,4%), Francia (41,9%) y de muchos otros países más prósperos que nosotros. Los impuestos en definitiva forman una parte importante de los ingresos del gobierno y por lo tanto también de las inversiones hechas por el mismo.
Hay que perderle el odio a los impuestos, hay que amar a los que disminuyen la desigualdad en el país y a su vez aumentan los ingresos del Estado, amarlos como las cifras nos muestran que los aman en los países más ricos del mundo. Si el gobierno se las ingenia para cobrar un impuesto que no aumente la desigualdad del país, es un impuesto que en definitiva ayudará a que los colombianos tengamos mejores prestaciones por parte del Estado, por lo que sería un impuesto por el cual no deberíamos estar molestos.
BIBLIOGRAFÍA
- VIU (n.d.) Impuestos, La Prensa.
- Portafolio(Ed). (2013, 25 de Noviembre) Impuestos en Colombia, terceros mas altos de Latinoamérica.