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Una de las dos Colombias ha de helarte el corazón

Por: Felipe Pineda

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 Un colombiano nacido en el campo tiene casi 3 veces más probabilidades de ser pobre que otro nacido en la ciudad, y por si ello fuera poco, problemas que para la mayoría de colombianos hacen parte del pasado, siguen siendo un lastre para miles de campesinos; por ejemplo.

El pasado 11 de agosto se dieron a conocer los resultados parciales del tercer Censo Nacional Agropecuario –CNA-; Una especie de radiografía socioeconómica sobre la Colombia rural que se extendió por el 100% de los municipios del país, y que luego de cuatro décadas nos devela oficialmente la cruda realidad que vive el 32% de los colombianos.

 Felipe Pineda

Fuente: www.cinemaniablog.com

Según el censo, un colombiano nacido en el campo tiene casi 3 veces más probabilidades de ser pobre que otro nacido en la ciudad. Por si ello fuera poco, problemas que para la mayoría de colombianos hacen parte del pasado, siguen siendo un lastre para miles de campesinos; por ejemplo, 3 de cada 5 pobladores rurales no cuentan con agua potable y 4 de cada 5[1] carecen de un sistema de conducción de aguas residuales.

 En definitiva, son tan precarias las condiciones de vida en el campo, que el solo hecho de vivir en las ciudades parece un lujo, y no es que las condiciones de vida en las urbes sean mucha más alentadoras, pero nuestro campo parece sumido en un letargo medieval desolador, al más puro estilo del procurador Ordoñez.

 Bajo este panorama resulta fácil explicar el constante éxodo que vive el campo colombiano, una diáspora que desangra lentamente nuestra sociedad rural; según datos del DANE, en la década de los 50s la población rural representaba el 61% de los colombianos[2], porcentaje que en la actualidad tan solo alcanza el 32% de la población (Se espera que para el 2035 el 17% de los colombianos residan en el campo[3]), niveles similares a los reportados por Chile o Uruguay, quienes poseen tasas de urbanización cercanas al 90% -unas de las más altas de la región-.

 En otras palabras, pese a que en los últimos cincuenta años la población colombiana ha quintuplicado su tamaño, los pobladores rurales no han crecido de manera significativa, aun así, sobre ellos siguen recayendo la responsabilidad de alimentar a los cerca de 48 millones de colombianos, lo cual quiere decir que mientras hace 50 años la relación entre productor y consumidor era de 2 a 1, hoy en día es de 1 a 6, y para el 2035 se prever que esta relación sea de 1 a 10[4]; En resumidas cuentas, muchas bocas que alimentar y pocas manos cultivando.

 Ya sé que algún “urbanita” dirá que las nuevas tecnologías han permitido aumentar la productividad agroalimentaria y que la relación consumidor-productor no es relevante, sin embargo, lo realmente preocupante es la dinámica poblacional, pues la inseguridad, la concentración de oportunidades y las actividades con mayor productividad que se realizan en las ciudades son razones poderosas para que la migración del campo a la ciudad se acentúe con mayor fuerza. Según el director ejecutivo de ONU Hábitat, Joan Clos[5], quien participó en el Fórum Urbano Mundial de las Naciones Unidas que se realizó en Medellín el año pasado, ciudades como Bogotá, Cali o Medellín, crecerán de media entre 30 y 65 mil habitantes por año, lo que supone la necesidad de adaptar la oferta de servicios públicos a esta nueva demanda.

 Aunque no todo el aumento poblacional sea producto de la migración rural, lo cierto es que el crecimiento demográfico en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali o Barranquilla está estrechamente relacionado con los desajustes territoriales, la concentración de oportunidades y la disparidad bimodal del campo y la ciudad.

 Para que nos hagamos una idea de la magnitud del problema debemos tener en cuenta que Bogotá, si se cumplen los pronósticos de Planeación Nacional, tendrá cerca de 65 mil nuevos habitantes por año hasta alcanzar los 11,5 millones de residentes en el 2035; tan solo entre 2011 y 2014 Bogotá creció en 343.232 habitantes esto es una tasa de crecimiento anual de 2%, la misma que se espera para Medellín con 30 mil nuevos habitantes por año hasta alcanzar los 2,76 millones en 2035.

 Es espeluznante pensar que el ya colapsado sistema masivo de transporte capitalino, se verá sometido a la presión anual de 60 mil nuevos habitantes cada año, espeluznante igualmente pensar que en la próxima década Bogotá necesitará 3.200 hectáreas para nueva vivienda y otras 1.430 para usos no residenciales.

 Si como lo afirma el alcalde electo de la capital, para el 2050 Bogotá necesita ocupar una superficie mínima de 83.000 hectáreas adicionales, esto es, 36.000ha más que las 47.000 que hoy ocupa[6], no veo donde van a echar cemento para responder a la presión demográfica que padece la capital; aunque estoy seguro que para Peñalosa, lo de echar cemento no es un problema; si hay que echar cemento, se echa.

 En resumidas cuentas, rescatar la población rural del medioevo, no solo es una obligación moral de todos los colombianos, sino también el mejor camino para garantizarnos una mejor calidad de vida, incluso para quienes habitamos las ciudades.

 Según los cálculos de Planeación Nacional, para cerrar la brecha entre una Colombia y la otra, se requiere una inversión promedio anual equivalente al 0.6% del PIB durante los próximos veinte años, este cálculo suma 2.9 billones de pesos anuales adicionales en promedio durante el periodo 2016-2020 frente a la base 2014, y debería aumentar hasta 6.1 billones anuales (pesos de 2014) en el periodo 2031-2035, lo que representaría una inversión promedio anual equivalente al 0.8 % del PIB en 2031-2035.

 Sin embargo, y contrario a lo esperado para afrontar el postconflicto, los presupuestos para el 2016 contemplan un recorte de 1,5 billones del sector agropecuario, pasando de 4,5 a 3 billones de pesos, y de los cuales más del 50% los  concentra la gestión general del Ministerio de Agricultura, una cifra algo escaza si se compara con el 3,5% del PIB asignado al gasto público en defensa, que para el 2016 aumentará de 28,54 a 29,15 billones.

 No tiene lógica pensar en una Colombia en paz, mientras lo que se recorta al campo se invierte en guerra. Sería desastroso desaprovechar las oportunidades que brindan los acuerdos alcanzados en la Habana en materia de desarrollo rural, para estimular los factores claves del desarrollo en las zonas rurales, para promover un acceso equitativo a la tierra o mejorar la inversión pública en el campo; mientras todo siga igual será mejor que nos acostumbremos a ver dos Colombias dándose la espalda.

 Adaptando las palabras del poeta español Antonio Machado, podríamos decir que: ya hay un colombiano que quiere vivir y a vivir empieza, entre una Colombia que muere y otra que bosteza, colombianito que vienes al mundo, te guarde Dios; una de las dos Colombias ha de helarte el corazón.

[1] http://www.semana.com/especiales/pilares-tierra/asi-es-la-colombia-rural.html

[2] José Leibovich, Mario Nigrinis, Mario Ramos. “Caracterización del mercado laboral rural en Colombia” banrep.gov.co/docum/ftp/borra408.pdf

[3] Proyecciones de Población e Indicadores demográficos de Bogotá. Alcaldía de Bogotá -Secretaria de Planeación. 2014. http://www.sdp.gov.co/portal/page/portal/PortalSDP/InformacionTomaDecisiones/Estadisticas/Bogot%E1%20Ciudad%20de%20Estad%EDsticas/2010/DICE105-CartillaDensidadUrbana-2010.pdf

[4]José Leibovich, Mario Nigrinis, Mario Ramos. “Caracterización del mercado laboral rural en Colombia” banrep.gov.co/docum/ftp/borra408.pdf

[5] http://wuf7.unhabitat.org/urbanplanning

[6] Encuaesta multipropósito. http://www.sdp.gov.co/portal/page/portal/PortalSDP/Encuesta_Multiproposito_2014/Cartilla-Multiproposito.pdf

[7] http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-12755988

[8] DNP https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Agriculturapecuarioforestal%20y%20pesca/Bienes%20y%20Servicios%20P%C3%BAblicos.pdf

[9] DANE https://www.dane.gov.co/files/comunicados/Dia_mundial_poblacion.pdf

 


[1] http://www.semana.com/especiales/pilares-tierra/asi-es-la-colombia-rural.html

[2] José Leibovich, Mario Nigrinis, Mario Ramos. “Caracterización del mercado laboral rural en Colombia” banrep.gov.co/docum/ftp/borra408.pdf

[3] Proyecciones de Población e Indicadores demográficos de Bogotá. Alcaldía de Bogotá -Secretaria de Planeación 2012. http://www.sdp.gov.co/portal/page/portal/PortalSDP/InformacionTomaDecisiones/Estadisticas/Bogot%E1%20Ciudad%20de%20Estad%EDsticas/2010/DICE105-CartillaDensidadUrbana-2010.pdf

[4] José Leibovich, Mario Nigrinis, Mario Ramos. “Caracterización del mercado laboral rural en Colombia” banrep.gov.co/docum/ftp/borra408.pdf

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