Recuerdo que la emoción por recibir el título de Bachiller no nos duró tanto. En plena primera década del siglo XXI, mis amigos y yo nos enfrentamos al drama propio de los jóvenes de clase media/baja: la falta de oportunidades.

Por: Juan Manuel Monroy
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Entre los 15 y los 24 años uno se permite soñar, no existen tantas barreras para planear el futuro hasta que, justo en el momento de poner en marcha ese cúmulo de planes, no existen puertas abiertas, y para algunos, ni siquiera puertas que tocar. Si bien hoy existen más oportunidades, vale la pena preguntarse: ¿de qué se ocupan hoy los adultos del mañana?
Pues bien, la proporción (tanto de mujeres como de hombres) que ni estudia ni trabaja en América Latina ha disminuido desde 1997 hasta el 2014. En particular, los jóvenes entre 15 y 24 años ahora tienen más acceso a la educación, hecho que mejora sus oportunidades.
Gráfico 1. Proporción de hombres y mujeres jóvenes (edades: 19-24) que ni estudian ni trabajan
Fuente: Elaboración propia con datos de SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial), basadas en De Hoyos, Rogers y Székely (2016).
He escuchado a muchos políticos de casi todos los países de América Latina proclamar un diagnóstico casi que insistente. Señalan que la falta de oportunidades carcome a nuestra sociedad y, en particular, a la juventud. Y no se equivocan del todo. Existe un rango de edad bastante vulnerable que se encuentra justamente entre los 19 y los 24 años, en donde se observan tres hechos: i) cerca del 38% de las mujeres en América Latina ni estudia ni trabaja, mientras que esta proporción en los hombres no supera el 25%; ii) las mujeres estudian proporcionalmente más que los hombres. En este punto se destaca el Cono Sur como subregión con mayor participación relativa de la mujer y el avance sustantivo de la Región Andina entre 1997 y 2014; iii) las dinámicas de ocupación de los jóvenes entre las tres subregiones de América Latina y el Caribe son muy diferentes. Mientras en Centroamérica ha crecido la proporción de jóvenes trabajadores a la vez que ha bajado el porcentaje de jóvenes que estudian, el Cono Sur va en la dirección opuesta, eso sí, con una disminución en la proporción de jóvenes que ni estudian ni trabajan.
Lo anterior es importante porque los jóvenes de hoy serán los adultos del mañana, así suene a cliché. Lo que suceda en esta etapa determinará considerablemente el futuro de la Región en términos de pobreza, empleo y distribución del ingreso. Pero, ¿cómo funciona la desigualdad de oportunidades en América Latina? Si bien los perfiles de desigualdad de oportunidades (capturados por el índice-D del Banco Mundial) son muy disímiles entre países, estos arrojan que para el caso de la matrícula escolar, la educación de los padres es un gran factor generador de exclusión en toda la región. Lo anterior significa que la educación de los padres explica en buena medida la diferencia entre individuos respecto a la falta de oportunidades, así como pertenecer a un área rural o tener un número elevado de hermanos.
Gráfico 2. Proporción de jóvenes según su ocupación por rangos de edad en LAC
Fuente: Elaboración propia con datos SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial), basadas en De Hoyos, Rogers y Székely (2016).
Las apuestas de política económica pueden dirigirse hacia la creación de programas focalizados en mujeres jóvenes (19 a 24 años), que permitan aumentar los años de educación y que a su vez las conecten con el mercado laboral. Estos programas pueden tener como criterio de ingreso estar en la población NiNi (que ni trabaja ni estudia). Por otro lado, aumentar las tasas de transición inmediata de educación secundaria a educación universitaria puede ser una fuente generadora de oportunidades que permita mejorar el perfil de ocupación para los que serán los adultos del mañana. Solo con buenas prácticas de política pública esto que hoy llamamos falta de oportunidades puede transformarse en abundancia de oportunidades.
Bibliografía
- De Hoyos, R., Rogers, H. y Székely, M. (2016). Ninis en América Latina. 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades. Washington D.C.: Grupo Banco Mundial. Recuperado de: https://openknowledge.worldbank.org/bitstream/handle/10986/22349/K8423.pdf?sequence=5
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