El Mal Economista

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RENOVACIÓN DEL CENTRO DE BOGOTÁ MEDIANTE LA LITERATURA Y LA CULTURA

Por: Alejandro Montejo

Las élites de las ciudades de Latinoamérica a través de los años se han alejado de sus centros históricos. Un claro ejemplo de esto es la ciudad de Bogotá, en la cual las personas pertenecientes a las clases sociales más altas viven en lugares diferentes al centro. Esto ha generado que este último se deteriore con el paso de los años y se pierda progresivamente el valor histórico que representa. Con este fenómeno se ha producido un debate en cuanto a cómo restaurar el centro de Bogotá. Para lograr esto es necesario concientizar a los habitantes de Bogotá de la importancia del patrimonio histórico que se encuentra en el centro. En este punto la literatura y la cultura juegan un papel fundamental puesto que son las formas mediante las cuales es posible educar a los bogotanos para que se identifiquen con el centro histórico.

Para entender lo dicho es pertinente explicar la importancia que tiene que los bogotanos se apropien de su historia y su ciudad, específicamente del centro histórico. Así como explica Armando Silva en su texto “Imaginarios Urbanos” (1992) los habitantes son quienes construyen la ciudad dependiendo su visión (imaginario) de cómo debe ser esta misma. En este sentido, podemos deducir que es necesario que los bogotanos estén identificados con el centro de la ciudad para que puedan formar sus imaginarios y tomen acción en mejorarlo y restaurarlo.

A partir de lo anterior se explica el papel de la literatura y la cultura urbana en el proceso de restauración del centro histórico de la ciudad. Primeramente es necesario resaltar la influencia de la literatura en las ideas de las personas en cuanto a la ciudad. Si se analizan las siguientes palabras de Silva (1992) es posible entender lo mencionado: “Interesante (…) ese amor al revés de tantos escritores y estudiosos de las ciudades de América Latina que, a través de la prensa y otros medios, se lanzan contra sus propias ciudades para expresar cuánto la aman y cuánto desean que sea otra. Están allí los efectos literarios de unos imaginarios sociales que son reinterpretados por la escritura de algunos escritores.” (Pág.399). Se deduce de lo dicho por el autor que se forma una cadena entre lo escrito por unos y otros, lo cual conlleva a que las ideas lleguen a los habitantes de la ciudad, y se formen los imaginarios en estas personas que, mediante lo que leen, reciben un sentimiento de apropiación por el centro despertando en ellos un deseo de cambiar la situación.

En este punto es pertinente aclarar que los imaginarios urbanos de los habitantes de Bogotá no se forman exclusivamente mediante la literatura, sino que también dependen de otros factores, tal como se explica más adelante. Sin embargo, la literatura juega un papel fundamental en la formación de los mismos.

Al momento de contextualizar lo dicho anteriormente con la situación particular de Bogotá puede surgir el contra-argumento de que los escritos que buscan identificar a las personas con la ciudad no están al alcance de los niveles sociales más bajos, algunos de los cuales se encuentran en el centro de la ciudad. A pesar de esto, dichos escritos van a tener un mayor impacto entre las élites de la ciudad, quienes son los primeros encargados de restaurar el centro histórico. Esto se debe a que son las clases más influyentes y conducirían a personas de más bajo estatus a cambiar su mentalidad en cuanto a la situación. Sin embargo, no hay que olvidar que es necesaria la creación de un incentivo de carácter económico que lleve a las élites a restaurar el centro histórico, es decir, que pueda ser visto como una inversión.

En segundo lugar, se debe analizar la importancia de la cultura urbana en el proceso de restauración. Este aspecto se puede estudiar desde dos puntos de vista: los habitantes de Bogotá y los visitantes que llegan a la ciudad. Los habitantes de Bogotá lograrían construir un imaginario sobre el centro si la cultura en la cual están inmersos los conduce a ello. Esto se puede ver claramente al remitirse de nuevo a Silva (1992) “…en la actualidad parece que asistimos a lo que algunos denominan la era de la cultura, donde la vida cotidiana se encuentra anegada por la ‘cultura de la empresa’, la ‘cultura de los jóvenes’ o la del ‘trabajo’…”(Pág.401). Es evidente que la vida cotidiana (influenciada por las distintas culturas) modela la mentalidad que cada quien tiene con respecto a algo. En este sentido, tomando en cuenta lo escrito por Silva, para generar una apropiación de los bogotanos hacia su centro histórico es necesario modificar en ese sentido los distintos ambientes culturales de la ciudad. Por ejemplo, en cuanto a la ‘cultura del trabajo’ se pueden realizar campañas de promoción del patrimonio histórico en ambientes laborales, o con respecto a la ‘cultura de los jóvenes’ crear propagandas en las cuales la importancia del centro llegue a audiencias entre la juventud.

La relevancia de los visitantes que llegan a Bogotá radica en la importancia económica que debe representar el centro histórico. Elkin Rubiano destaca en su texto “Renovación y conservación en el centro de Bogotá” (2010) que es importante que los distintos elementos que conforman el centro de la ciudad tengan un uso económico. Además de esto Rubiano afirma que “toda inversión que se haga en el centro de Bogotá debe pasar necesariamente por el estudio de los impactos simbólicos y económicos que genera.”(Pág.16). Eso significa que se deben analizar las acciones que se tomen para la renovación del centro en ambos aspectos mencionados. También en el texto de Rubiano, se expresa la idea de la ‘museificación’, es decir, convertir en un museo y atractivo turístico el patrimonio histórico existente en el centro de Bogotá. Al estudiar la idea propuesta por Rubiano se pueden extraer dos puntos importantes. La museificación permitiría traer un mayor número de turistas a Bogotá, lo cual representaría: económicamente, una fuente de ingresos que pueden utilizarse en el mantenimiento del lugar y, culturalmente, un mayor interés de los bogotanos por la zona. Se puede afirmar que la llegada de turistas a conocer el centro de Bogotá generaría una mejor imagen de esa zona para los habitantes de la ciudad, lo cual ayudaría a cambiar los imaginarios de las personas con respecto al centro. Se podría pensar que la mera presencia de turistas en el centro de Bogotá no va a cambiar la forma que tienen los bogotanos de concebir esa parte de la ciudad. Sin embargo, la influencia de los turistas en la mentalidad de los locales se da en cuanto a que la visita de personas de otras partes puede hacer caer en cuenta a los bogotanos que están ignorando el gran valor simbólico e histórico que posee el centro de la ciudad.

Así como se explica en el párrafo anterior, la museificación representaría un gran beneficio para el centro de Bogotá. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este es un proceso que genera una gran polémica. En primer lugar, hay que pensar en los habitantes de calle que se encuentran viviendo en el centro. Estas personas podrían generar incomodidad en quienes transiten por esta zona de Bogotá y por tanto dificultarían el cambio de su imagen. A pesar de esto, esta parte de la ciudad representa para estas personas su hogar. Es justo, entonces, pensar cómo ‘museificar’ el centro sin perjudicar a quienes habitan en sus calles.

En conclusión, la literatura y la cultura urbana juegan un papel fundamental en la renovación del centro histórico de Bogotá y representan las bases a partir de las cuales se cambian los imaginarios de las personas pertenecientes a la ciudad. Además, se puede ver que en este proceso de restauración es necesario tener en cuenta la influencia tanto de los habitantes de la ciudad como de los turistas que lleguen como resultado de la ‘museificación’. Aunque sean claros los aspectos a partir de los cuales es posible iniciar con un proceso de restauración del centro de Bogotá, todavía es necesario plantearse un interrogante en cuanto a cómo hacer efectivo el proceso sin perjudicar, por ejemplo, a los habitantes de calle en esta zona y a cómo generar los incentivos suficientes para que los bogotanos inviertan en proyectos de renovación y restauración del centro.

 

 

 

 

 

 

 

REFERENCIAS

  • SILVA, Armando. (1992). Imaginarios Urbanos. Bogotá.. Arango Editores.
  • RUBIANO, Elkin. (2010). Renovación y conservación en el centro de Bogotá. Bogotá.. Universidad Nacional de Colombia.

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