El Mal Economista

Publicado el EME

REFLEXIONES TRANSATLÁNTICAS

Por: Fernando Cardenas

@FerCardenas

 

Cuando uno tiene diez horas en un avión le pasan miles de cosas por la cabeza, desde el siempre popular ‘estoy en un cilindro de acero flotante en el que, si cualquier cosa sale mal, voy a terminar como el más perfecto de los patacones (aplastado e irreconocible)’ hasta ‘¿será que Corea del Norte se abrió al mundo mientras yo estoy aquí arriba?’. Es cierto que la posibilidad de la primera es mayor que la segunda, y no se alcanza a imaginar usted lo difícil que es escribir eso mientras todavía existe el chance de que suceda: tengo el computador puesto en la mesita que se desprende de la silla de adelante, la cual, de paso, ya me advirtieron debo regresar a su posición original cuando el dueño de dicha silla devuelva su asiento al ‘fully upright position’. He aquí varias de las reflexiones (unas económicas para mantener la línea del blog, otras no tanto) que he hecho conmigo mismo, conjuntamente con el señor de al lado que tampoco puede dormir. Si me extiendo me disculpo, pero usted entenderá que tengo diez horas para escribir esto mientras estoy atrapado en una de las sillas de la mitad, del pasillo del medio, justo delante del baño… le caí mal a la señorita del check-in y no tuvo piedad.

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  • Sobre la reforma tributaria. Más del 80% de quienes defienden la nueva reforma tributaria, y más del 80% de quienes la critican no deben entender ni papa del texto que tanto debaten. Francamente yo, que me tiré cuatro años y medio estudiando economía, voy otros seis meses de maestría, trabajo en esto, y leo la prensa juiciosamente no entiendo completamente los pros ni los contras de la reforma. Sepa usted que los economistas, muy al estilo de los abogados, tenemos serios problemas de ego para decir la frase que más respeto debería inspirar a quién la escuche: ‘no sé’. El problema, sin embargo es que los que no saben inventan, y los que inventan confunden, y los que confunden son culpables tienen una porción importante de los círculos que ha dado el debate (la mayoría de la culpa, sin embargo, sigue siendo de los políticos). Ciertamente yo podría estar más pendiente del tema, pero estoy de vacaciones, tampoco me pida tanto; el futuro del país no depende de mí (creo y espero). A mí y al señor que va al lado mío nos parece que cambiar la forma de tributación cada seis meses, y que el gobierno nos pida sacarlo del hueco fiscal en el que está siendo que nosotros pagamos impuestos, libretas militares, y gasolina de Ecopetrol nos parece medio injusto; sin embargo nos gustaría saber más acerca de cómo hicieron las proyecciones para decir que la reforma va a llevar a un crecimiento de la industria y la economía, especialmente con lo bien que salieron la última vez. Nos gustaría también saber por dónde cree la contraparte que se deben recortar gastos para salir del hueco, nos gustaría que nos explicaran con estilo ‘para dummies’ qué nos van a cobrar y por qué nos cobran tanto por cosas que al final nunca vemos, nos gustaría que si nos van a hacer pagar más nos digan en qué se están gastando la plata, y nos encantaría que por favor mandaran un folleto con pros y contras en el periódico mañanero. Nos gustaría también saber quién le dijo a Roy que es buen poeta, pero eso no viene al caso.
  • Sobre Cuba y E.E.U.U. Raúl es bastante más sensato que Fidel, creo yo. La verdad con esta situación tengo más despierta mi curiosidad científica de economista que mi vena política. Hay infinitas preguntas que me surgen y tengo muchas ganas de ver cómo termina todo: ¿Será que Cuba va a terminar con un ‘comunismo chiviado’ como el de China (que de alguna forma logró ser manejado por un partido comunista mientras al tiempo es el país más salvajemente capitalista que existe)? ¿Será que, ya que Cuba decidió terminar el juego después del trigésimo sexto tiempo extra, Maduro se va a quedar sin patrocinador oficial de su experimento económico? ¿Será que los exiliados le van a cobrar a los demócratas quitándoles el colegio electoral de Florida en el 2016? ¿Será que Oliver Stone va a hacer una película sobre la vida de Fidel protagonizando a Sean Penn? Tengo muchísimas preguntas y ninguna respuesta, ojalá ahora sí nos dejen jugar con las bases de datos de Cuba (si tienen). Tocará esperar a que las transmisiones de CNN en Español lleguen a Netflix para saber cómo termina todo.
  • Sobre el uso del colchón como establecimiento financiero. La confianza de los colombianos en el sistema financiero ha mejorado, eso es indudable, hay más cuentas, los colombianos del común manejan más productos bancarios, y no ha habido una embarrada mayúscula desde los años noventa; nótese que el nivel de bienestar del sistema financiero es directamente proporcional al tiempo que usted se tira haciendo fila en el banco. No obstante en el país todavía no hay una cultura financiera universal, y casi todos terminamos guardando plata en la alcancía o debajo del colchón. Para cualquiera que haya visto una clase de macro esto le parecerá problemático. ¿Por qué? Porque cuando el gobierno y el banco central son incapaces de saber cuál es la base monetaria real de la economía no pueden hacer política como deberían, y si ante cualquier choque exógeno las personas van a  introducir una cantidad indeterminada de dinero a la economía pues la cosa va a ser demasiado volátil para poder hacer cálculos decentes. Empecemos todos una campaña, hagamos un video en blanco y negro con celebridades de la farándula nacional en la que todos hagan reflexiones súper profundas de una frase y luego digan ‘tu plata es de todos, no más colchón’ a ver si solucionamos ese problema.

 

-Nota aparte- Señores del Banco de la República, si ya saben que la gente va a meter a la alcancía las monedas de más alta denominación ($1000), ¿por qué le meten además un holograma para que parezca un ‘tazo’ y se vuelva más atractiva para ser coleccionada por colombianos de todas las edades? Tampoco es que la falta de monedas de mil genere inflación (brillante apunte de periodismo económico de CM&), pero si le quita todo el sentido a haber sacado las monedas de esa denominación en primer lugar. –Fin-

  • Sobre los créditos educaivos. A mí, afortunadamente, no me ha tocado pedir créditos educativos. Mis papás muy juiciosos compraron bonos de ahorro gubernamental allá en los noventa (puros papás de economista ¿no?), por lo cual mi hermana y yo tuvimos la fortuna de poder tener la plata segura para poder estudiar carreras universitarias. El problema es que ya terminé mi carrera, se acabó el pozo y lo que haga de ahora en adelante si me va a tocar costeármelo a mí mismo. Me va a tocar meterme en una de esas deudas de las cuales solo voy a salir cuando tenga que meterme en una deuda igual por mis hijos, este es el año en que si me ofrecen casa, caro o viaje yo empiezo a escoger la plata y digo “es que tengo una deuda tenaz”; este es el año en que el más vil de los cobradores del país, Datacrédito, va a empezar a recordarme que romper piernas es para los débiles, ellos prefieren romper mi futuro.
  • Sobre el retiro de Hernán Peláez. Yo lloré. Y si usted no lloró es porque no tenía prendido el radio, usted jamás ha prendido un radio en su vida, usted jamás ha montado en taxi por la tarde, o porque usted simple y llanamente no tiene corazón. Yo francamente lo voy a extrañar, no solo porque el hombre es un tipazo en todo el sentido de la palabra, sino porque mi tecnócrata interno siempre sabrá apreciar las personas que logran hacer periodismo crítico e insesgado, porque como miembro de la fuerza laboral no puedo sino admirar a un gran jefe y un magnífico manejador de egos, como joven (niño haciéndose el grande) de veintidós siento una conexión extrañamente cercana con un hombre que es una figura paternal, que supo guiar al país sin exigirle que pensara o actuara de cierta forma. Pero sobre todo le agradezco y le agradeceré siempre a Peláez que nos haya ayudado a sobrellevar la realidad de un país que, aunque va mejorando gracias al empuje de mis compatriotas, es casi intolerable si no se acompaña de una sana dosis de humor del bueno. #GraciasPelaez
  • Sobre el América de Cali. La reflexión es corta: que situación tan triste. A ver si suben en Enero. Yo sé que estoy supremamente intenso con el tema pero juro que lo hago por puras ganas de que Cali vuelva a tener igual o mayor cantidad de equipos en primera división que Tunja.

 

 

Manténgase sintonizado a ver con qué apunte brillante salgo en el vuelo de regreso, mientras tanto, muchas gracias por volar conmigo, espero que su experiencia de viaje haya sido satisfactoria.

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