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Publicado el El Mal Economista (EME)

Pago por servicios ambientales: Panacea o medidas débiles.

Por:Oscar Andrés Martinez

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El gobierno ha estado desarrollando medidas para solucionar los problemas de conservación ambiental y el desarrollo sostenible, los esquemas de  Pago por Servicios Ambientales (PSA), son un ejemplo de estas medidas, los PSA tratan de establecer un incentivo económico o de especie por la conservación y protección de ecosistemas que suministren uno o varios servicios ambientales a los usuarios de la tierra en una determinada región. Los PSA actualmente se están presentando como una panacea y medida innovadora, con la cual buscan dar solución a los actuales problemas ambientales del país.

Pero, ¿Qué son los Servicios Ambientales? Son todos aquellos beneficios que vienen de los recursos naturales renovables y no renovables, los cuales desarrollan labores en el control y manejo a fenómenos como inundaciones y regulación de caudales, también ayudan al abastecimiento de agua de buena calidad, así como un control de la erosión y salinización de los suelos; captura y almacenamiento de gas carbónico y materia orgánica; también prestan el servicio de conservación de la biodiversidad, del paisaje, de la cultura, dada la importancia que tienen, los Servicios ambientales representan el capital natural de Colombia.

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Servicios Ambientales, Fuente: Autor.

Este capital  pertenece a todo ciudadano, al campesino, al citadino, al que va a pie, en Transmilenio o en automóvil, y que la gran mayoría de nosotros como Colombianos desconocemos o no tenemos en cuenta la importancia que tienen tanto para las ciudades como municipios del país. Sin embargo, quienes ya tienen clara la importancia de este capital natural y de los recursos naturales no renovables de Colombia, de cuánto pueden llegar a valer económicamente dichos recursos y  las ganancias generarían, no son más ni menos que las famosas multinacionales, quienes están impulsando las locomotoras y las Alianzas Publico Privadas del gobierno Santos.

Los Servicios ambientales están siendo afectados por sobre-explotación, el tráfico ilegal de especies y la destrucción de ecosistemas. Por otra parte está por el Cambio Climático, que desde hace tiempo atrás afectan al país a través de los  fenómenos del Niño y la Niña, los cuales han golpeado con mayor contundencia al país en la última década.

Estos fenómenos del Niño y la Niña han generado pérdidas en la economía del país, también se han visto afectados los ingresos de cultivadores, microempresarios y se han presentado problemas de contaminación y degradación del medio ambiente.

Actualmente tenemos un caso muy representativo de contaminación, degradación y conflicto ambiental, causados por una pésima e indeleble gestión y política ambiental en el país,  este el caso del páramo de Santurbán.

Como es de conocimiento público, en el páramo de Santurbán fue adjudicado un título minero para la explotación de minerales, sin antes tener claro cuál es el verdadero valor económico ambiental de los servicios ambientales que existe y provee el páramo; la solución presentada como innovadora y creativa por parte del gobierno Santos para este problema fue  la creación de un esquema de Pago por Servicios Ambientales (PSA), mostrado como el boom para la solución de los problemas de esta región.

Las preguntas para el gobierno y su Ministerio de Ambiente serían: ¿Los pagos en efectivo o especie podrían convertirse en una forma idónea para la conservación y el desarrollo sostenible de áreas prioritarias para el país, como lo son los páramos? ¿El bienestar de comunidades campesinas podría mejorar a largo plazo? ¿Esta medida no se convertirá en botín político? como se hace con el programa “Familias en acción”, donde cada fiesta lectoral se le dice a los beneficiarios de este programa que el candidato contrincante va acabar con el programa.

Se debe tener en cuenta que los esquemas PSA pueden llegar a presentar problemas en aspectos tales como: financiación y sostenibilidad económica, decrecimiento en el desarrollo regional, déficit en la creación de empleo y bajos indicadores en la disminución de la pobreza sobre las comunidades que puedan llegar a ser beneficiarias de este programa. Estos PSA  no están estructurados para realizar una evaluación de impacto y se evidencia que son medidas reactivas y no proactivas por parte del estado.

Para nadie es un secreto que el Ministerio de Ambiente ha perdido y no tiene herramientas fuertes para desarrollar y ejecutar medidas que generen un verdadero control y manejo ambiental de los servicios ecosistémicos, debido a que debe obedecer a las políticas generadas desde los “hermanos mayores” llámense: Ministerio de Minas, Ministerio de Hacienda, Ministerio de Transporte.

Estos ministerios tienen toda la potestad para determinar qué medidas deben ser llevadas a cabo para el desarrollo de los proyectos contemplados en las locomotoras, un ejemplo relevante de este tipo de actuaciones es la modificación del decreto que regulaba las expedición de licencias ambientales para mega proyectos, más conocidas ahora como licencias exprés, entregadas por la Agencia Nacional de Licencias Ambientales.

Como vemos, las medidas y actuaciones en materia económica que prevalecen tienen como objetivo generar ingresos para llevar al país hacia la prosperidad y entrar a la OCDE, sin tener en cuenta que los recursos naturales son limitados y sin importar que bajo los efectos del cambio climático se generarían más problemas de los que existen hoy en día, como es el caso del desabastecimiento de agua. O será que ¿Nos vamos a  convertir en potencia latinoamericana en la importación de agua potable, por medio de algún TLC y que vamos a costear el abastecimiento de agua potable con todos los recursos que se perciben gracias a la minería, hidroeléctricas y petróleo?

Me pregunto, ¿Para qué sirven o cual es la función de los institutos de investigación adscritos al Ministerio de Ambiente? Estos institutos tienen el deber de hacer ver técnica y científicamente la inoperancia y lo perjudicial de las medidas económicas y políticas tomadas desde el alto gobierno para el manejo del medio ambiente.

La falta de conocimiento y caracterización de todos los servicios ambientales y su poca o hasta casi nula valoración económica ambiental, es la clara evidencia de la improvisación absoluta en materia de medidas y política ambiental que el país vive, decretos estructurados para dar prebendas y regulaciones exprés, demuestran que, lamentablemente, las actuaciones en materia del manejo ambiental a través de Programas de Pago por Servicios Ambientales no son la última Panacea, son simplemente medidas débiles para apaciguar los paulatinos, crecientes y delicados problemas ambientales de Colombia.


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