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PAGA MÁS SER CONGRESISTA QUE DOCENTE, ¿ES JUSTO?

Por: Oscar Andrés Martínez

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El profesor con el más alto de grado de formación y con varios años de experiencia solo alcanza a ganar $6’137.500. Los senadores ganan casi cinco veces más, y sólo les piden ser mayores de 30 años.    

Desde hace varias semanas los congresistas están haciendo “pedagogía” en favor del sí o del no para refrendar los acuerdos de paz con las FARC, y de paso haciendo campaña para hacer conseguir votos para el 2018. Al ver como hacen esta labor de “pedagogía” me di a la tarea de revisar algunas de las condiciones que existen en materia de remuneración y dedicación a sus deberes con la comunidad, tanto de los congresistas como de los verdaderos pedagogos, los docentes.

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Fuente: Elespectador.com

Con respecto al tema de la remuneración, el aumento salarial[1] para los congresistas este año fue del 7,7% el cual equivale a $2.013.629, es decir, en el 2017 quedaron con un salario de $27.929.064 mensual. Y se les pagara haya o no haya quorum.

¿Qué se requiere para ser congresista?

Para ser senador de la república es necesario ser colombiano de nacimiento, ciudadano en ejercicio y tener más de 30 años de edad; para ser representante a la cámara lo mismo, pero debe tener más de 25 años de edad. Sin embargo, con ese salario la moderación de las cosas está muy lejos de ser realidad. Por otra parte, los actores principales en la educación son los maestros, cuyo salario se encuentra categorizado de acuerdo con la legislación que le aplique al momento de entrar a la carrera docente. Por ejemplo, en el Decreto Ley 1278 de 2002 se categoriza a los docentes de la siguiente manera con su respectivo salario para el 2016. (ver tabla)

Fuente: Decreto 120 de 2016
¿Qué se requiere para ser docente?

Para ser docente se requiere un título universitario en pedagogía y/o docencia aprobado por el ministerio de educación nacional y lo establecido en la ley 115 de 1994 y la resolución 9317 de 2016[1] el cual es el manual de funciones y requisitos y competencias para los cargos directivos docentes y docentes del sistema especial de carrera docente.

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Fuente: espectador.com

De acuerdo con lo anterior, se evidencia que el salario más alto que puede llegar a devengar un docente escalafonado con título de doctorado es por valor de $6.137.508; comparado con el salario de un congresista un docente con este grado representa el 22% del salario de un congresista.

La diferencia salarial es aún más marcada si se tiene en cuenta que para que un docente pueda llegar a recibir la máxima remuneración debe participar en concursos de ascensos, aprobarlos y esperar que exista el presupuesto para recibir dicha remuneración. Mientras tanto los congresistas solo esperan el decreto presidencial respectivo.

Comparando a estos dos servidores públicos, los congresistas trabajan dos periodos al año de alrededor 4 meses y 24 días por periodo, mientras que el docente labora de enero a diciembre. Así mismo para ser senador o representante solo tiene que ser ciudadano y cumplir la edad necesaria. Mientras que el docente debe aprobar su carrera universitaria e inscribirse ante la autoridad de educación de su ciudad y presentarse a evaluación cada año. En términos prácticos, un político de estos labora menos y devenga más que un profesor, es decir, es mejor ser congresista que docente en Colombia.

Estas diferencias laborales son una clara muestra que la política del gobierno: Equidad y Educación no están armonizados, teniendo en cuenta que el sistema educativo no pasa por su mejor momento y que los niveles de desigualdad[1] medidos por el coeficiente de Gini nos deja ubicados en el segundo lugar entre los seis países más desiguales de Latinoamérica. Esta desigualdad se ve reflejada con asignar una mayor remuneración para los congresistas que para los docentes en Colombia.

Si se hace un balance entre un congresista y un docente en materia de resultados y beneficios para la sociedad, considero que un docente aporta más que un honorable parlamentario. El docente está formando personas e intenta fomentar el desarrollo de habilidades y valores en beneficio de la sociedad. Mientras que los congresistas promulgan leyes que en muchas ocasiones benefician a algunos y no a toda la sociedad, hacen debates y sesiones de control político que no resultan en nada por falta de quorum o por las coaliciones de gobierno, la falta de independencia de estos políticos refleja el compromiso y responsabilidad que tienen para con la sociedad.

Finalmente, quedan pocas semanas para votar el plebiscito y así definir a través de un sí o un no si queremos seguir viviendo con las FARC como grupo armado al margen de la ley y aceptar los acuerdos que después de 50 años por fin se lograron establecer. Con una campaña de polarización entre colombianos, con maniobras y ataques en contra de quien piensa diferente y con los honorables congresistas haciendo campaña con la paz y de paso preparar el recaudo de votos para las próximas elecciones del 2018, es absurdo que haya que ir a votar para decidir si vivir en paz fuera una opción y no un derecho.

[1] http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160308_america_latina_economia_desigualdad_ab

[2]http://es.presidencia.gov.co/normativa/normativa/DECRETO%201056%20DEL%2027%20DE%20JUNIO%20DE%202016.pdf

[3] http://www.mineducacion.gov.co/1759/w3-article-357013.html

 

 

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