Por: Felipe A. Pineda
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Para muchos colombianos que hoy disfrutan de la comodidad y amabilidad de sus pueblos o ciudades intermedias, hay dos noticias, la primera es que pronto tendrán una vivienda propia, y la segunda, que esa vivienda estará en Bogotá.
Antes de explicar mi exclamación, permítanme defraudar al lector más morboso que probablemente esperaba encontrar una diatriba crítica sobre la capital colombiana, no se trata de ello, por el contrario, mi intención es hablar en nombre de una de las 3 millones de personas, que según las previsiones oficiales [1], llegarán a la capital en los próximos 20 años procedentes de alguna ciudad intermedia o alguna área rural del país.
Lejos de ahondar en la crítica a las perjudiciales condiciones de vida que ofrece la capital colombiana, el punto de vista de este artículo parte de aquellas personas que llegarán a Bogotá en los próximos años, buscando nuevas y mejores oportunidades para su desarrollo personal y profesional, en otras palabras, aquellos migrantes económicos que han de llegar a la capital para ser uno más entre los muchos habitantes de esta macro urbe.
Solo entre el año 2011 y 2014 el Distrito Capital aumentó su población en 343.232 habitantes [2], y de cumplirse los pronósticos del Departamento Nacional de Planeación, para el año 2035, Bogotá estará albergando a 11,5 millones de personas, lo que significa que durante próxima década llegarán a la capital colombiana cerca de 65 mil nuevos habitantes por año.
Incluso la actual administración distrital, ya ha decidido dónde albergará a estos cerca de 3 millones de nuevos habitantes; y para ello planea urbanizar 15 mil hectáreas de suelo ubicadas en el perímetro urbano de la ciudad. Pese a las recomendaciones de urbanistas y ecologistas que sugieren la redistribución demográfica mediante la renovación del centro ampliado [3], el alcalde Peñalosa apuesta por extender la ciudad y enviar a los futuros residentes a la periferia urbana, a unos 28 kilómetros del centro de la ciudad.
Así pues, entre estos futuros habitantes, probablemente se encuentran muchos de los actuales estudiantes universitarios que cursan sus estudios en ciudades como Manizales, Bucaramanga, Ibagué o Montería, pero que deberán emigrar en busca de oportunidades laborales a la capital colombiana, como igualmente lo deberán hacer otros cientos de desempleados, trabajadores informales y campesinos.
Quienes hayan vivido en alguna ciudad intermedia sabrán que el mercado laboral en estas ciudades, además de ser poco dinámico, esta cooptado por relaciones familiares y personales que dificultan la vinculación laboral. Para nadie es un secreto la dependencia política de los puestos en la administración pública de la casi totalidad de los pueblos y ciudades intermedias del país; incluso en el sector privado las relaciones familiares y personales, la llamada rosca o palanca, constituyen un factor clave si se quiere conseguir un trabajo formal en estas ciudades.
Para muchos universitarios, al igual que para otros muchos campesinos, desempleados o trabajadores informales, Bogotá constituye la única forma de encontrar algún ingreso económico digno. Según las cifras de ocupación presentadas por el DANE para el último trimestre de 2015, mientras Bogotá reportó una tasa de ocupación del 65,9% (la segunda más alta de todo el país), ciudades como Quibdó, Armenia, Cúcuta o Ibagué mostraron tasas de ocupación que no superaban el 55% [4].
De esta forma, y pese al repunte del desempleo en las principales ciudades del país, la capital colombiana sigue teniendo hasta 5 puntos menos en su tasa de desempleo (8,3%), que las reportadas por ciudades como Quibdo (15,1%), Armenia (13,2%), Ibague (11,7%) o Neiva (11%).
Pero no solamente el mercado laboral capitalino parece más activo que en el resto del país, también paga mejor a sus trabajadores; según una investigación realizada hace algún tiempo por la Asociación Colombiana de Relaciones Industriales y Personal -Acrip- [5], en Bogotá se pagan los salarios más altos tanto a ejecutivos, como a directivos, profesionales y hasta operarios.
Según la investigación, en la capital colombiana, por ejemplo, el gerente de una empresa devenga un salario promedio mensual de $22 millones de pesos, mientras una persona en un cargo similar en el Eje Cafetero gana $8,3 millones. Asimismo, la remuneración mensual promedio de un jefe de área o coordinador en Bogotá es de $6 millones y en Santander sólo de $2 millones.
Las diferencias salariales siguen siendo altas en cuanto a profesionales entre una región y otra. Por ejemplo, en Bogotá un profesional percibe de media $3,5 millones, mientras en el Eje Cafetero sólo devenga $1,9 millones. En cuanto a operarios, el sueldo de un bogotano es de $1,5 millones, mientras en el Eje Cafetero sólo llega a los $900.000.
La consecuencia lógica de esta divergencia salarial es que la mano de obra calificada está emigrando cada vez más hacia aquellas regiones del país donde mejor se paga, esto es, Cali, Bogotá, Medellín y otras ciudades, adonde está llegando nueva fuerza laboral del Eje Cafetero y los santanderes.
De esta forma, parece que ganar un salario acorde con nuestro nivel formativo es incompatible con vivir en nuestra propia ciudad, con nuestra familia y amigos. El dilema se presenta pues entre la calidad de vida que ofrecen las ciudades intermedias, y las oportunidades laborales que ofrecen las grandes capitales.
Ahora bien, la divergencia territorial entre las provincias y las grandes ciudades, no solo se limita a un mero asunto laboral, el desequilibrio parte desde la misma oferta educativa tanto universitaria como de bachillerato. La capital colombiana concentra 8 de los 10 mejores colegios del país según ranking Col-Sapiens [6], instituciones que por supuesto son de naturaleza privada y cuyas matrículas superan con creces los ingresos que un colombiano promedio puede llegar a ganar en un mes, incluso para muchos, supera los ingresos que pueden llegar a ganar en un año.
A nivel universitario, según la clasificación elaborada por el mismo Ministerio de Educación Nacional [7], 5 de las 10 mejores universidades del país tienen como sede la ciudad de Bogotá, lo que se traduce en mejores resultados académicos, y mayores oportunidades laborales y salariales; Basta con recordar que 8 de los 10 mejores estudiantes, condecorados en 2015 por los resultados en las pruebas Saber Pro, estudiaban en Bogotá [8].
De esta manera, ya sea ampliando la frontera urbana o redefiniendo la densidad demográfica sobre el centro ampliado, la capital seguirá padeciendo los efectos de un crecimiento atrófico. Mientras no se corrijan los desajustes territoriales y se equiparen las oportunidades de los pobladores en todo el territorio nacional, no habrá cemento suficiente para solucionar el problema habitacional y de tráfico vehicular que padece Bogotá.
Por todo ello, muchos colombianos reclamamos el derecho a quedarnos en nuestras ciudades o pueblos, a contribuir al desarrollo de los territorios que nos formaron y nos vieron crecer, el derecho a gozar de la tranquilidad y amabilidad de los pueblos y ciudades pequeñas, sin tener que renunciar a ninguna oportunidad profesional, académica o salarial.
Así que para muchos colombianos que hoy disfrutan de la comodidad y amabilidad de sus pueblos o ciudades intermedias, hay dos noticias, la primera es que pronto tendrán una vivienda propia, y la segunda es que esa vivienda estará en Bogotá. Quieran o no, 3 millones de colombianos deberán migrar a la capital en los próximos años, muchos de ellos porque no tienen otra opción.
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Referencias
[1] Secretaria de Planeación, B. (2016). Proyecciones de Población e Indicadores demográficos de Bogotá. Alcaldía de Bogotá [online] Bogota Ciudad de Estadisticas. Available at:http://www.sdp.gov.co/portal/page/portal/PortalSDP/InformacionTomaDecisiones/Estadisticas/Bogot%E1%20Ciudad%20de%20Estad%EDsticas/2010/DICE105-CartillaDensidadUrbana-2010.pdf [Accessed 22 Mar. 2016].
[2] Idem.
[3] Bogota.gov.co. (2016). Equipo internacional defiende el POT de la Bogotá Humana | Portal Bogota | Bogota.gov.co. [online] Available at: http://www.bogota.gov.co/article/planeaci%C3%B3n/Equipo%20internacional%20defiende%20el%20POT%20de%20la%20Bogot%C3%A1%20Humana [Accessed 22 Mar. 2016].
[4] Dane.gov.co. (2016). Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). [online] Available at: http://www.dane.gov.co/index.php/mercado-laboral/empleo-y-desempleo [Accessed 22 Mar. 2016].
[5] Historico.elpais.com.co. (2016). El Pais – Cali Colombia economicas En Bogotá pagan los sueldos más altos; en el Eje Cafetero, los peores En Bogotá pagan los sueldos más altos; en el Eje Cafetero, los peores. [online] Available at: http://historico.elpais.com.co/paisonline/notas/Agosto152007/eco01 [Accessed 22 Mar. 2016].
[6] Colombia, E. (2015). Este es el ranking de los mejores colegios de Colombia. [online] Semana.com. Available at: http://www.semana.com/educacion/articulo/cuales-son-los-mejores-colegios-de-colombia/448264-3 [Accessed 22 Mar. 2016].
[7] EL TIEMPO, (2015). Las 20 mejores universidades de Colombia, según el Mineducación – Educación – El Tiempo. [online] El Tiempo. Available at: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/las-mejores-universidades-de-colombia-segun-mide/16098120 [Accessed 22 Mar. 2016].
[8] EL ESPECTADOR, (2016). Estos son los 15 universitarios con mejores resultados en las Pruebas Saber Pro. [online] ElEspectador. Available at: http://www.elespectador.com/noticias/educacion/estos-son-los-15-universitarios-mejores-resultados-prue-articulo-603380 [Accessed 22 Mar. 2016].