El Mal Economista

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Manual para ser un buen deudor y pagarle al banco sin sacar un solo peso

Por: Oscar Eduardo Reyes

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Es posible endeudarse con el banco, adquirir bienes de lujo, acceder a una privilegiada posición social, ser del jet set criollo, nunca pagar por la deuda adquirida y quedar como un excelente deudor.

El presente escrito es fruto de mis reflexiones y conclusiones funestas sobre como cancelar una deuda que tengo pendiente y que utilice para pagar mis estudios de maestría y no lo voy a negar, dinero que utilicé también para darme algunos lujos. Y es que estudiar en Colombia es tremendamente caro, y si bien todos sabemos que el costo de acceder a la educación en Colombia es entablar una relación contractual con una entidad financiera, pocos saben lo difícil que es escapar de esta relación. Pues me he dado a la tarea de ir un poco más alla y analizar lo que hay detrás de la relación acreedor – deudor.

Tomado de: https://es.pinterest.com/pin/453034043735320894/
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Voy a dejar de lado mi caparazón de economista y pensar como un ciudadano más del común, un ciudadano que fácilmente se ve tentado a ceder ante el crédito fácil. Supongamos un caso bastante recurrente en nuestro país. Imaginemos una persona que recurre al gota a gota en busca de dinero pero no lo consulta con su familia. Esta persona recibe el dinero, pero termina gastándolo en trago en lugar de cubrir las necesidades de su familia. Sin embargo, antes de recibir el dinero el gota a gota ya era conocedor de la irresponsabilidad de la persona pero termina otorgando el crédito motivado en el alto interés que recibirá por su dinero.

Similar a este caso en la década de los 80’s EEUU otorgo crédito a varios países latinoamericanos. Para entonces estos países eran gobernados por regímenes dictatoriales y déspotas que como nuestro personaje del párrafo anterior contrataron el préstamo sin consultarlo con su familia o pueblo. Adicionalmente, el dinero prestado no se iba para obras públicas que favorecieran al pueblo sino que entraban a engordar las arcas de la dictadura y muchas veces se utilizaba para reprimir de manera sanguinaria al mismo pueblo. Y al igual que el gota a gota, EEUU era conocedor de la irresponsabilidad y la tiranía de las dictaduras, pero termina otorgando crédito motivado en la alta rentabilidad sobre el capital prestado.

Ambas descripciones nos llevan al concepto de deuda odiosa, figura con sustento jurídico internacional amparada por Naciones Unidas[1] y bajo la cual una nación puede alegar el no pago de su deuda por considerarla ilegal según la forma como fue concebida. Es decir una deuda puede ser odiosa si:

  • El gobierno de turno contrae la deuda sin el consentimiento de los ciudadanos del país.
  • El uso que el gobierno de turno le da a los recursos obtenidos no beneficia a los ciudadanos de su país.
  • El prestamista tiene conocimiento de los dos puntos anteriores y aun así concede el préstamo motivado en los altos intereses que recibirá por el dinero prestado.

Pero los países latinoamericanos de los años 80´s y la persona que toma el crédito del gota a gota comparten no solo la forma como les fue concedido el crédito sino la dificultad que enfrentan al declarar su deuda ilegal u odiosa, muy a pesar de existir un soporte jurídico que los ampara.

Sin embargo, más curioso aún es analizar que sucede cuando EEUU no es acreedor sino deudor. Pues bien, EEUU si ha hecho buen uso del criterio de deuda odiosa y de manera cínica ha logrado que le condonen su deuda en varias oportunidades. El ejemplo más reciente fue en 2003 cuando invadió Irak y derrocó al régimen de Sadam Hussein. Según derecho internacional cuando un país procede como lo hizo EEUU con Irak no solo es invadir el país de puro carepastel y ya, sino que también el país invasor debe hacerse cargo de sus obligaciones financieras. Pero EEUU no solo invadió el país sino que declaró la deuda iraquí (Ahora su deuda) como odiosa y no la pago.

Existe por tanto una doble moral alrededor de este tema dependiendo de quién es el deudor y quien el acreedor. En los años 80’s no se le prestó atención a los países Latinoamericanos que alegaron que su deuda con EEUU era odiosa, pero EEUU lo consigue fácilmente con la deuda que adoptó tras su invasión a Irak, invasión que apropósito se pasó por encima estatutos internacionales como la misma Naciones Unidas. Entonces ¿Por qué si EEUU no paga sus deudas yo tengo que pagar las mías?

Otro espécimen de doble moral lo constituye la Alemania de la postguerra que en 1953 logró eludir el 60 % del total de la deuda y refinanciar la misma de forma que solo hasta 2010 pudo llegar a cancelar la totalidad. Lo curioso en este incidente es que Grecia, el mismo que hoy se encuentra bajo el yugo político – económico alemán era uno de los acreedores de la deuda alemana. Entonces de nuevo ¿Por qué si Alemania no paga sus deudas, Grecia y yo tenemos que pagar las nuestras?

Y es por todos conocidos como el estado puede salir al rescate de una entidad financiera utilizando el dinero de los contribuyentes, lo que me lleva de nuevo a cuestionarme: ¿Por qué si el estado puede salir al rescate de los bancos con mi dinero, yo no puedo negarme a pagar mis deudas?

Pues bien, existe una frase de Keynes que describe de buena manera estos eventos de doble moral: “Si un ciudadano le debe mil libras a un banco, el ciudadano tiene problemas. Por el contrario si le debe diez millones de libras quien tiene problemas es el banco”. O en otras palabras: “Si un país pobre le debe a uno rico, el país pobre tiene problemas. Por el contrario si el que le debe al país rico es todavía mucho más rico, quien tiene problemas es el país rico”. Esta digna insignia puede tomar varias connotaciones, pero si la pensamos una segunda vez podemos hallar una respuesta. De esta manera tomando al padre de la economía moderna podemos entender porque a los países pobres como el caso de los latinoamericanos de los años 80’s y la Grecia actual les resulta difícil declarar su deuda como odiosa y por el contrario a las grandes potencias les resulta fácil, depende de quien es el problema.

Pero quien mejor describe la psicología cínica del deudor/acreedor, no es ningún premio nobel o académico de nuestra época. Honoré de Balzac fue un prestigioso novelista pero también un deudor empedernido por excelencia quien fue perseguido y acosado sin piedad por sus acreedores. En respuesta al acoso Balzac terminó escribiendo una obra maestra titulada “El arte de pagar sus deudas y de satisfacer a sus acreedores sin gastar un céntimo”. En este curioso pero brillante manual Balzac menciona como cuanto más se debe, más crédito se obtiene, y por el contrario cuantos menos acreedores se tienen menos crédito se obtiene. Hasta aquí no hay nada revelador, pero luego Balzac menciona como así concibió la idea del crédito y concluyó que el crédito solo se podía fundar y establecer de manera sólida si se otorga desde un comienzo la fidelidad de no pagar jamás las deudas. Pero según Balzac no se trata de salir corriendo a las deudas, sino de prometer el pago de la deuda pero sin indicar un vencimiento determinado. Solo de esta manera se conserva un afecto tierno y amoroso entre deudor y acreedor que permite aumentar cada vez más el crédito.

Tomado de: “El arte de pagar sus deudas sin gastar un céntimo”. Honoré de Balzac
Tomado de: “El arte de pagar sus deudas sin gastar un céntimo”. Honoré de Balzac

Aunque el manual escrito por Balzac también titula como “manual de derecho comercial para uso de gente arruinada, deudores, desempleados y demás consumidores sin dinero” todo parece indicar que, igual que con la de deuda odiosa, los que terminan haciendo buen uso de estas herramientas son los que más ricos como bien lo describía Keynes. Es por eso que a Grecia y a mí nos toca pagar nuestras deudas y otros como EEUU y Alemania las pueden evadir o renegociar casi que a su voluntad haciendo uso del concepto de deuda odiosa y del principio de la doble moral.

Y es que a un banco o cualquier acreedor no le interesa que le paguen su dinero.  El verdadero interés de los acreedores es conservar su dinero prestado al más alto interés posible que este pueda generar. Esta idea no es novedosa, pero podría asegurar que ante la proliferación de tarjetas de crédito, muchas personas cada mes hacen uso de la opción de “pago mínimo alternativo” de los extractos pensando que es la mejor opción de pago pero desconocen que de esta manera el banco está prolongando su deuda cada mes a 36 meses como si fuera una deuda al infinito. Se puede pasar toda una vida cancelando el pago mínimo alternativo, nunca pagar la deuda y conservarse en datacredito como un deudor calificación AAA.

Tomado de: “El arte de pagar sus deudas sin gastar un céntimo”. Honoré de Balzac
Tomado de: “El arte de pagar sus deudas sin gastar un céntimo”. Honoré de Balzac

¿Pero qué ocurre con la mentalidad del deudor? Pues bien, un patrón bastante frecuente en el deudor es conservar su nivel de vida y estatus social valiéndose de la deuda por lo que también carece de incentivos para despojarse de buena parte de su riqueza y pagar la totalidad de la deuda. A este deudor por ejemplo le haría bien tomarse toda su vida haciendo uso de la opción de pago mínimo alternativo y así conservaría su riqueza, sería un buen deudor y siempre tendría abiertas las puertas del crédito. Por tanto, esta psicología cínica y criminal revela la necesidad mutua entre deudor y acreedor.  Solo de esta manera se fabrica la bonita y amorosa relación entre deudor y acreedor. Y si bien en algún momento esta tierna y afectuosa relación tendrá que explotar puede pasar mucho tiempo para que esto suceda por lo que no vale la pena pensar en ello. Y así funciona el mundo y  la tierna relación entre Grecia y Alemania es un buen ejemplo.

Pues bien le voy a revelar el secreto para que usted como deudor también haga buen uso del recurso de la doble moral y lleve una vida grata y placentera como lo hace su banquero o las grandes potencias. Es posible endeudarse con el banco, adquirir bienes de lujo, acceder a una privilegiada posición social, ser del jet set criollo y a su vez nunca pagar por la deuda y quedar como un excelente deudor. El secreto es, consuma todo el cupo de su tarjeta de crédito que le permita acceder a bienes materiales que serán a la vez la base de su ascenso social y desde un principio fije una fidelidad con el banco de tal manera que siempre va a cancelar el pago mínimo alternativo que llega en el extracto de su tarjeta de crédito y que resulta incluso inferior al pago mínimo. Este es el principio de la doctrina deudora de Balzac que más de cien años después de su publicación toma importante vigencia.

Pero bien, volviendo a acoger mi caparazón de economista soy consciente que las deudas hay que pagarlas, de lo contrario para que endeudarse, y no voy a decir nada más. Y aunque esta ha sido una reflexión muy a la maldita seateris paribus, también expone la doble moral que muchos desconocen pero que está muy presente en este tipo de relaciones, más por el lado del acreedor que del deudor.

Para finalizar, si Stiglitz obtuvo el premio noble de economía por sus aportes sobre riesgo moral y selección adversa, Markowitz por su trabajo en la teoría de la economía financiera, pues propongo a Honoré de Balzac al premio nobel de economía por sus aportes en el campo del riesgo de doble moral desde un enfoque de la novela realista del siglo XIX.

Bibliografía

United Nations. Conference on Trade and Development (2007). “The Concept of Odious Debt In Public International Law”. Discussion papers no. 185.

Balzac, H. (1827). “El arte de pagar sus deudas sin gastar un solo céntimo”. Ediciones Espuela de plata.


[1] Para ampliación del concepto de deuda odiosa véase: United Nations. Conference on Trade and Development (2007). “The Concept of Odious Debt In Public International Law”. Discussion papers no. 185.

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