El Mal Economista

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Les tocó empujar la economía nacional

Por: Sebastián Mayor

@sebastianmayor

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La segunda versión del PIPE parecer ser mucho más ambiciosa, más que triplicando el presupuesto dispuesto de la primera y llegando a más de 16 billones de pesos, algo así como el presupuesto de toda la ciudad de Bogotá en un año.

 

vias 4gFuente: Opanoticias.com

 

Las proyecciones del crecimiento de Colombia para el 2015 son cada vez más reservadas. En los últimos meses, hemos observado cómo los pronósticos de diferentes entidades han reducido el crecimiento que esperaban que el país tuviera en el presente año. El pasado mes de abril, el Fondo Monetario Internacional redujo su estimación a un 3,4% y el Banco de la República recientemente la redujo hasta un 3,2%, muy por debajo del muy optimista 3,8% del que el Gobierno habló en algún momento. Para el año entrante, el escenario en cuanto a las tasas de crecimiento parece que será ligeramente mejor que el del presente año. Las razones de la actual caída en el crecimiento y las estimaciones ya son bien conocidas por casi todo el mundo: la caída en los precios del petróleo, el cual es el principal producto de exportación del país, lo que también trajo una caída en la inversión extranjera directa y de paso aumentó el pesimismo que se vive en el país.

El Gobierno, no contento con estos resultados, anunció recientemente que va a lanzar un nuevo programa, el Plan de Impulso para la Productividad y el Empleo, conocido como PIPE 2 debido a que es la segunda versión del programa. Con esta segunda versión, el Gobierno espera que la economía llegue a crecer a niveles cercanos al 3,5%, es decir a niveles ligeramente superiores a los que están estimando las diferentes organizaciones.

La primera versión del PIPE contenía una serie de medidas para mejorar la competitividad, permitiéndole a sectores vitales de la economía como la industria y la agricultura acceder a ciertos beneficios. Además añadía otras medidas que generarían empleo mediante inversión pública, como infraestructura y vivienda. Para esto el Gobierno destinó 5 billones de pesos.

La segunda versión del PIPE parecer ser mucho más ambiciosa. Triplica el presupuesto dispuesto de la primera, llegando a más de 16 billones de pesos, algo así como el presupuesto de toda la ciudad de Bogotá en un año (parecido a lo que va a costar el metro que supuestamente van a construir) y una proporción importante del presupuesto de la nación en un año.

Las medidas que el plan contempla son bastante parecidas a las que mencionaba el primer plan. Primero, algunas medidas sectoriales que van a beneficiar a sectores cruciales en la economía (comercio, industria y minería) y otras medidas de inversión pública en infraestructura vial, vivienda, infraestructura para educación y para el sector agrícola. Con este plan, el gobierno está estimando que se van a más de 300 mil empleos en el país en el tiempo que dure el plan.

Se espera que el Gobierno en efecto tenga los recursos necesarios (los más de 16 billones) para poder implementar el plan, teniendo en cuenta que últimamente han tenido que realizar importantes recortes por la baja en los ingresos petroleros. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las inversiones en materia vial, habitacional y en infraestructura para la educación son imposibles de hacerse en este año; son inversiones que se hacen en periodos de tiempo más largos.

Ojalá que las medidas que va a tomar el Gobierno sí tengan efecto sobre la economía y su crecimiento y no sean sólo anuncios de obras que igual se iban a hacer, con estimaciones de proyecciones mayores o iguales a las que hay hoy en día.

 

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