El Mal Economista

Publicado el El Mal Economista (EME)

La ineficiencia de los vuelos nacionales

Los vuelos nacionales tienen sobredimensionada su complejidad, demandan una cantidad de tiempo bastante alta, y son proporcionalmente más costosos que algunos vuelos internacionales. A Colombia le hace falta mucho para estar conectada eficientemente por vía aérea y hay pocos incentivos para que los mismos colombianos exploren la totalidad de este hermoso país.

Imagen: Pixabay
Imagen: Pixabay

Por: Juan Daniel Bustamante

  • Twitter: @jdbusta7 @maleconomista
  • Facebook: El Mal Economista
  • Instagram: @maleconomista

Históricamente, la regulación aeronáutica se ha caracterizado por ser rígida y estricta.  Después de las amargas lecciones del 11 de septiembre de 2001, la normatividad de la aviación civil internacional introdujo nuevos y más controles y procedimientos logísticos, encaminados fundamentalmente a mejorar sus esquemas de seguridad. Al existir más controles, y al ser estos más estrictos, evidentemente se hizo necesario complejizar el proceso de embarque para vuelos internacionales. Como consecuencia, se demandaría una mayor cantidad de tiempo para cumplir con las inspecciones y chequeos correspondientes, por lo que se establecería que los pasajeros deberían llegar con mayor anticipación al aeropuerto para poder llegar a su destino satisfactoriamente.

Esto puede estar explicado por varios motivos: (i) un traslado aéreo demanda un mayor despliegue logístico que en cualquier otro medio de transporte; (ii) se requieren mayores niveles de seguridad, pues cualquier accidente o incidente al interior de la aeronave puede ser fatal con una altísima probabilidad; (iii) existen procedimientos y requerimientos de información que, dada la naturaleza internacional del vuelo, son necesarios para controles de aduanas, migración, procedencia de los pasajeros, entre otras.

Sin embargo, una fracción considerable de la demanda de tiempo de las normativas internacionales terminaron trasladándose al ámbito nacional en muchos países. En Colombia, se recomienda llegar con tres horas de anticipación a las terminales aéreas para vuelos al exterior y dos horas para vuelos domésticos. La pregunta es: ¿por qué un viaje nacional demanda incluso el triple de tiempo que demora el vuelo per-se, como anticipación?

Nuestro país no tiene aeropuertos demasiado alejados entre sí y el vuelo directo más extenso es entre Cali y San Andrés, que tarda alrededor de 2 horas. Entonces en su itinerario perfectamente ese trayecto puede abarcar un total de 4 horas, si la aerolínea es puntual. Ciertamente, usted como pasajero puede llegar sobre la hora y (con mucha fortuna) abordar el avión; sin embargo, la aerolínea está en todo su ‘derecho’ de despegar en cualquier momento dentro del lapso recomendado entre la hora en sala y la hora programada de salida. Es decir, su vuelo puede partir (cerrar la puerta de embarque) incluso cuarenta minutos antes de lo estipulado, sin usted abordo.

Ciertamente, esto no es un común denominador y suele suceder con mayor frecuencia todo lo contrario: el pasajero debe soportar los retrasos en el itinerario (sean responsabilidad directa o no de la aerolínea). Pero el punto radica en que los derechos del pasajero no son proporcionales a los de la empresa. Una persona que siga al pie de la letra las instrucciones de su pasabordo debe destinar cerca de tres horas de su día para un vuelo Medellín-Bogotá, que en el aire dura menos de 25 minutos.

Ahora bien ¿qué tan razonable es recomendar 2 horas de anticipación en el aeropuerto y una hora en sala? Realmente muy poco. Proporcionalmente, un vuelo nacional demanda mucho menos de 2/3 de tiempo en controles y procedimientos administrativos comparado con un vuelo internacional. De hecho, si el pasajero va únicamente con equipaje de mano y su check-in impreso, en situaciones normales, demora alrededor de 10 minutos desde la puerta del aeropuerto a la de embarque. Sin embargo, el problema no es con la recomendación de tiempo de anticipación, sino con la amenaza real de perder el vuelo por no seguir la recomendación.

Un segundo elemento por el cual los vuelos nacionales son sumamente ineficientes es debido a las escalas. En el país son pocas las líneas comerciales que cubren trayectos hacia ciudades intermedias o pequeñas, y cuando lo hacen usualmente es con escala en una ciudad principal. Para viajar de Cali a Bucaramanga (que son ciudades grandes) necesariamente se hace escala en Bogotá, y así abundan casos entre ciudades de menor tamaño.

Tal como se mencionó anteriormente, si en un vuelo directo la inversión de tiempo podía ser superior a las 3 horas, en uno que implique escala, dicha inversión es casi duplicada, cuando no hay ningún procedimiento o control adicional a los que se realizaron en el aeropuerto de origen. Entonces, para cubrir una distancia que si fuera directa tardaría cerca una hora, un pasajero debe estar dispuesto a sacrificar 5 o más horas de su día.

Finalmente, el tema precio. Un pasajero que desee visitar algún lugar recóndito de nuestro maravilloso país no sólo deberá gastar mucho tiempo viajando y haciendo escalas, sino también una cantidad considerable de dinero. Las rutas de baja frecuencia (piense en cualquier ciudad fuera de las 10 más importantes del país) cuestan proporcionalmente más de cualquier otra ruta entre ciudades principales, llegando incluso a ser más costoso que algunos destinos internacionales de países de la región. Por ejemplo, desplazarse desde Cali hasta San José de Guaviare (ambas capitales de departamento), no baja de 600 mil; que es incluso más de lo que cuesta ir desde ese mismo origen hasta Ciudad de Panamá, comprando con suficiente anticipación ambos viajes.

En conclusión, los vuelos nacionales tienen sobredimensionada su complejidad, demandan una cantidad de tiempo bastante alta; en muchas ocasiones implican escalas para trayectos cortos; y son proporcionalmente más costosos. A Colombia le hace falta mucho para estar conectada eficientemente por vía aérea y hay pocos incentivos para que los mismos colombianos exploren la totalidad de este hermoso país.

También te puede interesar:

Hablemos de porno y política colombiana

Comentarios