La vigencia electoral de Álvaro Uribe Vélez y Cristina Fernández de Kirchner demuestra que en la política latinoamericana no existen imposibles.
Credito: Senado de de la República de Colombia/ Presidencia de Argentina (Casa Rosada)
Por: Juan Alejandro Echeverri
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El expresidente colombiano y la expresidenta argentina encarnan todas las bondades y obscenidades de la política continental, diseñada para que ellos (los políticos de alta alcurnia) siempre ganen y nosotros (los políticos rasos) soportemos las consecuencias de sus victorias.
De no ser porque ella personifica la izquierda pasional y él la derecha radical, serían almas –políticamente– gemelas.
Ambos son caudillos. Y los caudillos, dijo César Menotti, trabajan, generalmente, con quienes no les pueden hacer sombra. Ni Álvaro a sus 65, ni Cristina a sus 64 han logrado adiestrar un pupilo que administre y prolongue el legado. Ambos prefieren ser inmortales, para bien o para mal, por su propia cuenta. A los pocos días de ganar las elecciones presidenciales del 2002, la Revista Semana publicó un perfil sobre Uribe. Una de las fuentes consultadas dijo que al ser “tan capaz, suplía las deficiencias de los demás”1. “Uribe Vélez brilla solo”2, afirmaba luego el autor de la nota. Asimismo, Laura Di Marco se tomó el trabajo de biografiar a Kirchner en un libro llamado Cristina Fernández: la verdadera historia. Conversando con el periodista Carlos Ares sobre la obra, Di Marco aseveró que la mandataria tiene serios problemas para establecer vínculos con sus pares. “Ella o es subordinada como lo era en el caso de Néstor Kirchner [su difunto esposo] o es jefa”3, dijo la biógrafa.
Las coincidencias no terminan allí. Los dos gobiernan en países binarios, maniqueistas. En sociedades irracionales que todo lo ven blanco o negro. Hoy por hoy, ellos representan la oposición del gobierno de turno. Tienen el olfato agudo de un depredador. Están ahí, siempre, al acecho, esperando capitalizar cualquier paso en falso de sus contrincantes. Cristina sabe que los votos en una futura candidatura se multiplicarían si la inflación incrementa un dígito, si la inversión extranjera duda aterrizar en el país, o si la paquidérmica economía argentina avanza un metro y retrocede dos. Por su parte, Álvaro recurre a su mejor arma política: el miedo y la muerte. Cualquier imperfecto o grieta en el proceso de paz, cualquier atentado terrorista, o cualquier amenaza paramilitar legitimarían la perorata de argumentos contra la ficticia pacificación del país, y allanarían el camino que hay entre la sede de su colectividad y la Casa de Nariño.
Si algo tienen en común Uribe y Kirchner –que los diferencia de otros seres de su especie– es su capacidad para movilizar las masas. El primero convocó a su ejército ciudadano para que manifestara su repudio contra el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC. Los miles de feligreses del uribismo respondieron colmando las calles de las principales ciudades del país. La segunda, cinco días antes de anunciar su candidatura al Senado, dio un discurso ante más de 30.000 personas en el estadio de Sarandí –según la locutora del evento, otras 30.000, que se habían quedado por fuera, vieron el discurso en pantalla gigante–.
Quienes más extrañarán a Álvaro Uribe Vélez y a Cristina Fernández de Kirchner, cuando abandonen la arena política, serán los medios de comunicación. No todos los días nacen personajes con la inteligencia de los oportunistas, pseudopatriotas poderosos, complejos, incendiarios, contradictorios, maleables, obsesionados consigo mismos, ambiciosos, que mientan y crean en sus mentiras, que produzcan morbo, que partan naciones en dos y que pongan en duda la objetividad del periodismo.
La intranquilidad de sus conciencias podría ser el argumento que compruebe las sospechas: los expresidentes son hijos de la misma progenitora política. Los escándalos judiciales empantanan tanto al uno como al otro.
A la argentina se le acusa de utilizar una empresa familiar “para ingresar dinero proveniente de negocios relacionados con el Estado”4. Además, la responsabilizaron de ordenarle al Banco Central vender dólares a un menor precio de lo establecido en el mercado. “Esta venta –que habría beneficiado a grandes corporaciones y al poder financiero– produjo un perjuicio para el Estado”5 de 3.500 millones de dólares. Los delitos hicieron metástasis en la administración de Cristina: su secretario de obras públicas, José López, fue detenido cuando intentaba esconder ocho millones de dólares en un convento.
En lo que respecta al “gran colombiano”, Yohir Akerman afirmó, en una columna para El Espectador, que gracias a un fraude electoral orquestado por el Bloque Norte de las Autodefensas, Uribe obtuvo 337.000 votos que le permitieron ganar las elecciones del 2002 en la primera vuelta. También se comprobó que, durante su Gobierno, el DAS espió ilegalmente a Magistrados, políticos opositores y periodistas. Igualmente, fue en el mandato de Uribe que incrementaron los asesinatos de campesinos y civiles inocentes, presentados como guerrilleros muertos en combate.
Cuenta Laura Di Marco que alguna vez Néstor Kirchner le dijo a su esposa que Argentina no merecía ser gobernada por ellos. Tenía razón. Este continente no merece que nuestros destinos lo decidan señores como Álvaro Uribe, que desde niño quiso partir la historia de Colombia en dos y para lograrlo le regaló armas a la población civil; o señoras como Cristina Fernández, una mujer histriónica e hipersensible que durante los actos de campaña siempre lloraba en la misma parte del discurso.
El kirchnerismo y el uribismo, cada uno a su manera, son ideologías que, como lo plantea Martín Caparrós, consisten “en hacer cualquier cosa por el poder, subordinarlo todo a la conservación del poder”6. Su existencia ratifica que Latinoamérica no tiene memoria, no tiene ley y no tiene futuro.
Bibliografía
- Revista Semana. (26 de mayo de 2012). Un hombre complejo. Recuperado de: http://www.semana.com/nacion/articulo/un-hombre-complejo/50824-3
- Canal de la Ciudad. [Canal de la Ciudad]. (21 de septiembre de 2015). «Cristina es más compleja de lo que se dice», Laura Di Marco en La Clase [Archivo de video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=_QAH3SrOpIY
- Redacción BBC Mundo. (4 de abril de 2017). Argentina: procesan a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner por asociación ilícita y lavado de dinero, la tercera causa que enfrenta. Recuperado de: http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-39497897
- Redacción BBC Mundo. (23 de marzo de 2017). La expresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner enfrentará un juicio acusada de manipular las tasas de cambio de dólares. Recuperado de: http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-39371870
- Helman, P. (1 de julio de 2017). A 43 años de su muerte, Perón es aún la gran influencia de la política argentina. Perfil. Recuperado de: http://www.perfil.com/elobservador/a-47-anos-de-su-muerte-peron-es-aun-la-gran-influencia-de-la-politica-argentina.phtml
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