El Mal Economista

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Hora de confesarnos: 5 pecados del SÍ y del NO al Plebiscito

En menos de un mes, los colombianos vamos a tomar una decisión trascendental y por lo tanto es hora de confesarnos. 

Por: Harry Ramos 

Twitter: @Harrye29 @maleconomista

fuente: Revista Semana

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En estos días el tomar una postura frente al plebiscito es un condena a un eterno, pasional y bizantino debate. Los colombianos no sabemos muy bien cual es la mejor decisión y esa incertidumbre es la que nos lleva a una polarización entre un sí y un no. Colombia tiene miedo a lo que va a pasar el día después de la firma de paz. Hemos esperado tanto ese momento, que no sabemos si lo que se firmó, es lo que tanto hemos anhelado.

Sin embargo, existe una sola verdad: tenemos que votar. Por lo tanto, lo invito a descubrir algunos pecados del sí y del no, de pronto esto nos ayude a tener más luces frente a qué hacer el 2 de Octubre. Le prometo no tomar partido, pero usted comprométase a leer por completo mi columna.

Los 5 Pecados del Sí.

1. Juan Manuel Santos

El mayor logro del Santismo es haberse ganado la desconfianza de los Colombianos. JuanMa es un Presidente que no ve los paros de sus campesinos, que envía a sus ministros a la condena pública (Por ejemplo, Parody con sus cartillas de genero) y que se olvido del país: de cara a la Habana, de espaldas a Colombia. El colombiano lleva esperando una reforma a la Salud, a la Educación, a la Justicia y lo único que ha recibido es mayor inflación, mayor desempleo y el fantasma de una Reforma Tributaria.

El primer pecado del proceso de paz es que fue Santos quien lo logró. Si el presidente fuera un tipo más querido entre los Colombianos, no tendríamos tanta desconfianza.

2. La politiquería de la Paz

Juan Manuel Santos incluye la palabra PAZ en todo sus discursos, no importa si es entregar una casa, anunciar más becas o saludar a otro Presidente: la paz debe estar en su léxico obligado. Colombia tiene otras necesidades y ver que se usa un proceso de diálogos como caballito de batalla para todo, genera desconfianza. Nos vendieron tanto la idea de la paz, que ya empieza a ser fastidioso ver esa palabra por todo lado (Puede que sea una clásica estrategia de recordación comercial).

3. El delirio de salvación (Es nuestra única oportunidad)

La idea mesiánica de que es ahora o nunca, genera desconfianza. Basta con leer la pregunta del plebiscito para sentirse como un terrorista, al solo pensar en votar NO. El Sí debería darnos la opción de tomar una decisión tranquila y sin la presión de ser nuestra única salvación. Es cierto, llevamos esperando por este momento mucho tiempo pero no nos presionen.

4. Las FARC

Durante más de 8 años nos lavaron el cerebro de que combatíamos terroristas. Por lo tanto, verlos a ellos, “nuestros enemigos”, riendo en la Habana, sintiéndose triunfadores y siendo prepotentes frente al país ….duele. El cuarto pecado del proceso de paz es que se le permitió a las FARC ser prepotente y tener una aire victorioso frente a Colombia.

5. La prepotencia del SÍ.

Si una persona decide divulgar en sus redes sociales su opinión negativa frente al proceso de paz, lo más probable es que alguien lo trate de poco colombiano por no pensar en las víctimas, en sus hijos y en el futuro. La prepotencia de los partidarios del sí y su falta de tolerancia frente a otras posturas incomodan.  El Sí que promueve la paz necesita una clase de tolerancia  para hablar con los que defienden el NO. El último pecado del Sí es ser tan violento que parece paramilitar.

En este momento es posible que piense que odio el Sí, pero deme la oportunidad de hablar sobre los pecados del NO:

Los 5 Pecados del No.

1. Álvaro Uribe

Los dos mandatos de Álvaro Uribe han sido cuestionados en los últimos años. Entre los secretos revelados de la época del Uribismo se pueden mencionar: corrupción, falsos positivos y paramilitarismo. Lo anterior es suficiente para desconfiar de este señor. El NO ha tomado como abanderado a un Presidente polémico, que redujo la presencia guerrillera en el país a cuestas de víctimas y muertes de colombianos. El primer pecado del NO es tener a Uribe como Mesías.

2. Castrochavismo

El argumento de que Colombia será una Venezuela si votamos por el SÍ es absurdo. Colombia jamás podrá ser Venezuela porque dependemos de un mercado de bienes y servicios. Basta con visitar un Centro Comercial en las capitales del país, para entender que estamos lejos de ser Venezuela. Tener un par de congresistas de la izquierda radical, no va a reducir la inversión extranjera y no nos convertirá en una república comunista.

3. El mamertismo de derecha

El concepto de mamerto es usado para describir a la izquierda que se queja pero no propone. Hoy en día, la derecha sufre de tal enfermedad. El NO solo se queja pero no propone nada para el día después. Para el colombiano no es claro si luego del NO, nos vamos a dar bala o vamos a intentar renegociar con las FARC.

4. Síndrome Tim Burton

La escena de una Colombia que aprobó el Sí, para los partidarios del NO, parece de una película de Tim Burton: exagerada, grotesca y oscura.  Los partidarios del NO se imaginan a una Colombia sin supermercados, con estatuas de militantes de las FARC en las plazas públicas y un Presidente cercano a Timochenko. Lo anterior es impensable. Lo más probable al ganar el Sí es que Colombia sea un mejor país para los colombianos y tenga una mejor imagen frente a los ojos del mundo.

5. La prepotencia del NO

Los partidarios del NO sufren del mismo síndrome que los cercanos al Sí: intolerancia y prepotencia. Al parecer ellos tienen acceso a la verdad absoluta. El debate inducido por el NO es un debate pasional, muchas veces inducido por los del Sí. El último pecado del No es ser tan violento que parece guerrillero.

Mi conclusión:

Yo creo que va a ganar el Sí, por dos simples motivos:

1.La maquinaria política de este país ya decidió que ganará el sí, de la misma manera que en 1973 decidieron que ganara Pastrana sobre el General Rojas Pinilla. El Estado va a ser hasta lo imposible para que el Sí gane y eso les asegura una victoria en las urnas.

2. La gran mayoría de los Colombianos estamos cansados de esperar el bus de la paz. Por lo tanto, vamos a votar por el SÍ así sea incomodo, molesto y temeroso.

 No obstante, el reto para Colombia no está en el 2 de Octubre sino en las presidenciales del 2018. Colombia necesita alejarse de los Santos, de los Lleras y de los Uribes. Los colombianos necesitamos y merecemos un presidente diferente que logre llevar a cabo un posconflicto en tolerancia, paz, equidad y prosperidad económica.

 No olvide que debemos votar independiente si usted es del SÍ o del No.

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