El Mal Economista

Publicado el juanrubio22

Hay que apoyar a Uber, pero también a los taxistas

Por: Nicolás Peña

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Uber

De más de 450 millones de pesos fue la sanción para Uber impuesta por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), ¿Uber malo o taxis malos, a quién castigar? ¿Qué efectos tiene en la economía? ¿Cómo debería actuar el Estado? ¿Justo o injusto?

En los últimos años, gracias a la tecnología ha crecido un nuevo tipo de economías que ni siquiera nosotros los economistas entendemos plenamente: las economías colaborativas. Uber, Airbnb, blablacar, Wheels uniandes y javeriana, y demás son tipos de economías colaborativas, y aunque al momento de su creación nadie les prestó mucha atención, hoy en día tienen al revés los mercados donde se establecen cada una. Los hoteles están preocupados por Airbnb, los taxistas están molestos por Uber, ¿Cómo hacer para complacer a todos?

En algunas partes del mundo Uber es legal y regulado mientras que en otras sigue en el limbo, como en el caso colombiano. Por un lado, a nosotros los consumidores nos beneficia la existencia de servicios alternativos, entre más posibilidades tengamos para escoger mejor, la misma competencia incentivará a los competidores a buscar maneras de ganar mercado, lo que terminaría beneficiándonos a todos; en la mayoría de los casos no queremos oligopolios, debido al posible abuso que pueden tener sobre los consumidores, y este es uno de esos.

Por el otro lado, están los taxistas: ¡las tarifas de taxis en Bogotá están entre las más bajas del mundo! Tal vez se ha confundido la regulación de precios entre no permitir poder de mercado y hacer política social, pero en definitiva con estos bajos precios se esta subsidiando a todos los sectores de la sociedad incluso a los más ricos. Comparado con otras ciudades del mundo las tarifas de taxis son exorbitantemente más altas que las de los Uber, en ciudades como Oslo, Copenhague y Paris un taxi puede costar 3 o 4 veces más que un Uber, pero acá la situación es al revés, ¡las tarifas están mal calculadas, el Estado debería echarle un ojito a esto primero! Además, siendo conscientes las condiciones de trabajo que manejan estos señores son precarias, en la mayoría de los casos son personas con sobrecargas de trabajos pero con remuneraciones bajas, con todo el derecho tienen la razón de estar molestos la mayoría del tiempo: carros en malas condiciones, ingresos insuficientes, malas políticas laborales, entre otras cosas. Por ultimo, tenemos exceso de carros amarillos lo que en definitiva afecta a los conductores, también es necesaria un cambio en la regulación de los cupos en la ciudad. En este país todos, menos los de izquierda, están en contra de los pobres taxistas, también toca ponerles atención de vez en cuando.

En la resolución 7838 de 2016, la SIC sostiene explícitamente: “UBER COLOMBIA S.A.S. facilita su prestación en esas condiciones irregulares”, ¡Irregulares los taxímetros!, Uber es un servicio no regulado y aun así presta unas condiciones buenas de servicio, buenos carros, conductores de buen humor, es un servicio plenamente basado en la satisfacción del consumidor. Por lo que nosotros los usuarios de Uber deberíamos luchar, no es porque no molesten a Uber, sino porque lo sepan hacer. Las regulaciones están hechas para proteger a los consumidores y un servicio como UberX tiene todas las características para tener irregularidades, además estos pagarían más impuestos y podríamos empatar tanto en tarifas como en calidad los dos servicios, Uber y taxis. Ahora, las chistosa solución del gobierno: “Por medio del decreto 1079 de 2015, el Estado reglamenta la prestación de un servicio de taxis de lujo, que se basan en 4 pilares: comodidad, accesibilidad, seguridad y calidad” ¿Cualquier servicio no debería basarse en estos 4 pilares? Entonces, según la ministra de transporte, el servicio de taxis de “no lujo” está estigmatizado, ¡Incluso por el mismo gobierno!, en otros 4 pilares: incomodidad (cogen la ruta que les parece), poca accesibilidad (discriminan dependiendo de la dirección), inseguridad (algunos hacen parte de redes criminales) y baja calidad (cobran extras si recogen gente, si lo piden por una app, si cierran duro la puerta, si se les pide ir por rutas que no son de su preferencia y demás).

Ahora, cabe aclarar que no estoy defendiendo la baja calidad del servicio de los taxis en el país, es claro que si estos tuvieran unos estándares básicos de calidad Uber no seria un sustituto tan fuerte para los taxis debido a su precio, no obstante sería ciego mirar que el problema es solo de una de las partes. La idea tampoco es acabar el servicio de taxis debido a una competencia desigual entre los dos servicios, lo que aumentaría más el beneficio de la sociedad sería mantener ambos servicios funcionando de manera eficiente. La regulación nueva no ha de ser sólo de los precios, también tenemos que regular estándares de calidad, mirar cómo están los carros, los contratos entre dueños y conductores, las prestaciones laborales de los mismos, los cupos en el mercado y una que otra prueba de buena actitud para los taxistas no caería mal.

Primero, hay que mirar bien cómo está regulado el servicio de los taxis en Colombia, el hecho de que un servicio más caro le este ganando demanda nos dice que ha de haber algún problemita por ahí; la lucha de Uber en otros países es porque su precio es tan bajo que le roba demanda a los taxis. Segundo, en mi opinión, como consumidores deberíamos querer dos cosas, que el Estado nos proteja regulando Uber y que aumente nuestro bienestar dándonos la mayor cantidad de ofertantes que pueda el mercado, lo que en definitiva beneficiaría no solo a los usuarios de Uber sino de a los de taxi y a los de otros medios de transporte masivo. Tercero, ¿Una sanción monetaria es la solución? Eso no impidió que Uber funcionara, ni calmó a los taxistas, ni nos ayudó a los consumidores, a ver señora ministra haga algo ahí para mejorar los sistemas de transporte públicos. Por último, igualen las condiciones de los conductores de Uber y taxi, uno paga más impuestos pero tiene menos ingresos, uno tiene cupos más caros pero tiene peores remuneraciones, uno tiene menos prestaciones laborales con peores salarios que puedan sustentarlas…

 

¡Hago un llamado al no odio por la competencia, ella solo quiere ayudarnos!

 

 

Referencias

 

R. (n.d.). The taxi vs the Uber. Retrieved March 20, 2015, from http://blog.rachaelfaust.com/wp-content/uploads/2015/09/uber-vs-taxi.jpg

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