El Mal Economista

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Hablemos de los Consejos Profesionales…

Por: Pedro Oswaldo Hernández Santamaría

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Si usted desea ejercer su profesión es muy probable que requiera de matrícula profesional para hacerlo. ¿Qué es lo que exactamente hacen los Consejos Profesionales que emiten estas matrículas? Se supone que regulan el ejercicio ético de las profesiones pero ¿efectivamente lo hacen? En referencia al Consejo Nacional Profesional de Economía la respuesta podría ser negativa.

 

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Autor: S. Kambayashi – Fuente: The Economist (http://www.economist.com/node/13743435)

Llegar a ser profesional en Colombia es toda una carrera de obstáculos. Para comenzar, hay que enfrentarse a unas estadísticas bastantes adversas como que sólo 1 de cada 5 jóvenes que terminan su colegio logran ingresar a la educación superior,[1] y de estos que ingresan a la universidad, sólo la mitad logra terminar sus estudios satisfactoriamente.[2] Luego, una vez se cumplen los requisitos exigidos por su programa, al estudiante le corresponde pagar unos “derechos de grado” que le permitan recibir su diploma al final de cuentas. Ahora, ese título no resulta suficiente en algunas profesiones, pues requieren hacer un registro de matrícula profesional para poder ejercer. Esta matrícula la emite un Consejo Profesional y no es gratis ¡también se debe pagar por ella! Esto lo pueden confirmar los ingenieros, los médicos, los abogados y los contadores, entre otros.

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Autor: S. Kambayashi – Fuente: The Economist (http://www.economist.com/node/12957717)

Incluso nosotros los economistas, para poder ejercer, debemos hacer un registro de matrícula profesional emitido por el Consejo Nacional Profesional de Economía (Conalpe) para poder ejercer.[3] Ahora bien, si a ud. que está leyendo esto, le preocupa que no ha realizado el trámite de la matrícula profesional, “tranquilo”, ud. no es el único[4] en negarse a pagar un trámite costoso, tedioso y burocrático. Además, sin ánimos de justificación, en este país donde “hay muchas leyes y pocas sanciones” uno se puede encontrar con economistas con registro reciente al Conalpe (finales de 2014) que se graduaron y ejercían hace bastante tiempo y actualmente son reconocidos por sus actividades de docencia, de investigación o por su participación en reconocidas consultoras y empresas.[5]

Y el Conalpe ¿para qué?

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Fuente: Fenadeco (http://goo.gl/ZeVLrG)

La Economía existe como profesión en Colombia desde 1942 y sólo se reglamentó a partir de 1969. Cuando se reglamenta una actividad profesional se busca “impedir que el ejercicio torpe de un oficio (arte o profesión) produzca efectos nocivos para la comunidad”.[6] ¿Es tan riesgoso para la sociedad el ejercicio de la Economía? Pues bien, algunas décadas atrás unos cuantos políticos y colegas economistas consideraron que ser economista sí podría serlo y crean el Conalpe cuya misión es “vigilar el ejercicio ético de la profesión”. Éste es el aspecto fundamental de su existencia más que simplemente emitir matrículas profesionales y obtener rentas por ello.

En mi opinión, este Consejo no ha cumplido sus objetivos a cabalidad, le debe mucho al país en la regulación de las conductas de los economistas y por tanto no ha hecho lo suficiente para engrandecer nuestra profesión. Mi afirmación obedece a una opinión adversa generalizada que se tiene de los economistas, especialmente aquellos vinculados con el sector público o incluso con el sector financiero. El foco mediático generalmente resalta los ejemplos negativos, los casos más vergonzosos, y nadie puede negar los casos de economistas que han hecho mucho daño a la sociedad. Por ejemplo, Juan Carlos Ortiz, uno de los cerebros del escándalo de Interbolsa que involucró cuantiosas pérdidas a múltiples inversionistas que confiaron en su firma.[7] O también, otro economista muy sonado, Andrés Felipe Arias, por el escándalo de Agro Ingreso Seguro.

Con sólo estos dos casos, ¿qué hizo el Conalpe? En su página web oficial no pude encontrar algún tipo de comunicado que rechazara este tipo de acciones de profesionales que hacen parte del “gremio”. ¿Quiénes hacen parte del gremio? ¿Todos los que nos graduamos como economistas? ¿Los que tienen matrícula profesional expedida por el Conalpe? ¿Los que hacen parte de la Sociedad Colombiana de Economistas? ¡No es claro! Además, tampoco se conoció que el Conalpe le expresara al gobierno de turno su rechazo por nombrar a personas como Néstor Díaz Saavedra[8] en la dirección de la DIAN, quien no sólo no contaba con las competencias y calidades para un cargo de tal importancia sino que resultó vinculado con el caso de corrupción de los Nule que tantos perjuicios ha dejado en nuestro país.

Bueno, supongamos que el Conalpe no tiene por qué inmiscuirse en escándalos mediáticos. ¿Será que ha puesto sobre la mesa, continuamente, la discusión sobre la ética y la integridad en la profesión? Si así lo han hecho, ¡háganse notar! Aquí no se trata de resaltar los casos negativos, visibilicemos los casos ejemplares, esos que vale la pena emular, casos que inspiran un ejercicio ético y responsable de nuestra profesión. Se necesita una fuerte estrategia de divulgación y promoción en la opinión pública de ejemplos como los de Ana Lucía Villa,[9] quien en su labor como Directora de Apoyo Fiscal de MinHacienda vigila los recursos públicos de las diferentes unidades territoriales de nuestro país.

Sigamos haciéndonos preguntas de lo que podría hacer –o debió hacer– el Conalpe, basados en la descripción de sus objetivos, su visión y misión, o incluso en el Código de ética profesional. Por ejemplo, ¿Cuántos foros y conferencias se organizaron en los últimos años en relación a las múltiples caras de la corrupción que podrían afectar el ejercicio de los economistas? ¿Cuál ha sido la participación del Conalpe en iniciativas de integridad académica de las universidades? Si así lo han hecho, ¡visibilícenlas! ¿Qué tipo de acciones se han hecho para evitar casos como los que describe el Ministro Gaviria acerca de la “corrupción privada”? [10]

Estos interrogantes ponen en cuestión la existencia del Conalpe que parece más bien una institución preocupada por asegurar que más y más jóvenes economistas obtengan su matrícula profesional, como si el hecho de haber obtenido su título no los validara para ejercer su profesión, y con estos recursos financiar foros y conferencias que bien pueden ser realizadas por otras instituciones tales como: universidades, centros de investigación, agremiaciones, etc.

La exigencia que quiero hacer al Conalpe como Consejo Profesional, así como a todos los demás consejos profesionales de las múltiples profesiones reguladas por Ley, es que sean organizaciones proactivas en el ejercicio de sus actividades misionales. Es responsabilidad de sus Juntas Directivas la promoción de la ética y la integridad en el ejercicio profesional, una responsabilidad a nivel tanto individual como colectivo.


[1] Cifra para 2012. Caracol Radio. “Sólo el 17% de los bachilleres graduados en 2012 lograron acceder a la educación superior”. Disponible en: http://goo.gl/DrXMy7

[2] Cifra para 2013. Semana.com. “La revolución de las becas del Gobierno”. Disponible en: http://goo.gl/GJCeNn

[3] Según la normatividad colombiana, se requiere tener el título respectivo, estar inscritos al Conalpe y haber obtenido la matrícula profesional. Cabe anotar que la exigencia de requerir matrícula profesional sólo aparece a partir de la Ley 37 de 1990, aunque el Conalpe existe desde 1969 gracias a la Ley 41 del mismo año. Ver el Decreto 2890 de 1991 (Disponible en: http://goo.gl/HMrZxC), la Ley 37 de 1990 (Disponible en: http://goo.gl/xMuPBd), y la Ley 41 de 1969 (Disponible en: http://goo.gl/Dxq5GM).

[4] Según datos del Conalpe, para 2014 se graduaron 2814 economistas y de éstos, 2241 se inscribieron al Consejo. Ahora, en un acumulado simple desde 1946 hasta el 2015 (parcial), el total de graduados acumula la cifra de 91615, de los cuales 46769 están efectivamente registrados en el Conalpe (un 51.01%).

[5] Pueden consultar el registro de profesionales inscritos a Conalpe en su sitio web: para el 22 de septiembre de 2014 (Disponible en: http://goo.gl/HpUk4H) o para el agosto de 2014 (Disponible en: http://goo.gl/iyQYwF). Busquen uds. entre los listados a alguien conocido en su círculo de contactos o de conocidos y comprobarán lo que les comento.

[6] Sentencia C-087/98 de la Corte Constitucional. Disponible en: http://goo.gl/GPZX95

[7] Semana.com. “Corrupción de élite: generación perdida”. Disponible en: http://goo.gl/9xo78n

[8] La Silla Vacía. “Néstor Díaz Saavedra, el hombre que no les cobró a los Nule”. Disponible en: http://goo.gl/ErofUY

[9] Semana.com. “La pesadilla de los corruptos y Universo atómico”. Disponible en: http://goo.gl/ImcMN6

[10] Alejandro Gaviria. “Corrupción privada”. Disponible en: http://goo.gl/qQEitd

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