El Mal Economista

Publicado el juanrubio22

¡Es para vos!

Por : Juan Felipe Rubio Arrubla

@JuanRubioA   @Maleconomista   El Mal Economista

Le faltó decir al Ché que sólo algunos eran eufóricos, porque los otros, los de Santa Fe, ni siquiera iban (hoy tampoco lo hacen) al estadio.

Soy hincha de Millonarios. La semana pasada, en un agónico final, mi equipo derrotó al rival de patio, Independiente Santa Fe. Los hinchas del equipo albirrojo no paran de decir que los robamos, que el árbitro estaba comprado y que Millonarios ha robado toda la vida. Y es que los rojos creen que los árbitros nunca se equivocan y que Millonarios es el único que tiene un pasado gris en la historia del fútbol profesional. Acá va una historia: la historia del fútbol colombiano, de sus momentos buenos y de sus momentos malos. Es la historia del equipo más grande de este país. Es para vos, hijo, ¡ES PARA VOS!

El nacimiento de una pasión

Los escépticos niegan la relación entre el fútbol y la política, o la trascendencia de este deporte de todos sobre las instancias más importantes de una sociedad. A lo largo de la historia del fútbol, se ha demostrado que este deporte ha acompañado instancias importantísimas de la historia reciente de la humanidad, y en Colombia este hecho no fue la excepción.

A mediados de los años 30, el progresista liberal Jorge Eliecer Gaitán propuso la creación del máximo escenario de fútbol en la ciudad de Bogotá: el mítico estadio Nemesio Camacho “El Campín”, cuyo nombre se atribuye a los propietarios del terreno donde hoy se erige este monumento al fútbol capitalino. La inauguración de El Campín se llevó cabo en el mes de agosto del año 38, en el marco del inicio de los Juegos Bolivarianos.

Pocos años después, bajo la batuta de Don Alfonso Senior, nació una pasión. El 18 de junio de 1946, se fundó el Club Deportivo “Los Millonarios”, el club de mis amores. Mi abuelo, fervoroso hincha millonario y culpable de la pasión de mi familia por este quipo, fue a ver el primer partido oficial de los embajadores. ¿Cuántos tienen el privilegio de decir que han visto a su equipo 14 veces campeón? Mi abuelo lo tiene: ha visto desde el primer partido hasta el último.

Dos años más tarde, en el 48, nació la liga profesional del fútbol colombiano. La fecha de creación de este certamen, no en vano, coincide con la reunión en la que se creó la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Bogotá, con el propósito de fortalecer el frente anti-comunista, liderado por Estados Unidos, después del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Es irónico que el fútbol profesional de nuestro país nazca en el año en que muere el progresismo político en Colombia. Como con casi todas las cosas que pasan en Colombia, el fútbol profesional nació entre la violencia. Algunos dicen que el campeonato de fútbol se hizo, a todas luces, para tranquilizar al pueblo después de lo ocurrido en “El Bogotazo”, pan y circo, dirían algunos.

Con la creación del torneo profesional de fútbol, llegó el desarrollo del deporte en Colombia. La organización de los equipos profesionales incentivó, de uno u otro modo, a la creación de otras competiciones deportivas como la vuelta a Colombia, celebrada por primera vez en 1951.

La llegada de Adolfo Pedernera a Colombia no fue casualidad. La situación de huelga futbolística en la República Argentina facilitó la llegada de esta estrella del fútbol latinoamericano. Lejos de ser un club mafioso o “ladrón”, como muchos promulgan hoy en día, Millonarios se fue construyendo, como un grande del fútbol colombiano, a partir de la gran visión empresarial de Don Alfonso Senior y de la pasión de la hinchada “millonaria”. Como lo relata José Cipriano Ramos, junto con Pedernera llegaron Di Stéfano y Rossi, los principales exponentes de “El ballet azul”, que sería responsable de ganar las primeras cuatro estrellas del conjunto embajador entre 1948 y 1953.

Millonarios no fue el único que llenó sus filas con el talento de los futbolistas extranjeros. El deportivo Cali, con Valeriano López, el independiente Medellín, con José Manuel Moreno, y el Atlético Junior, con Heleno de Freitas, también aportaron excelentes campañas que le darían un altísimo nivel al fútbol profesional colombiano. Con el “Pacto de Lima” se da fin a una de las épocas gloriosas del fútbol colombiano.

Un dato curioso que también relata José Cipriano Ramos en su libro “Colombia versus Colombia” es que el argentino Ernesto “El Ché” Guevara fue a ver un partido de Millonarios para deleitarse con la habilidad de Pedernera, Cozzi y Di Stéfano. Según Ramos, El Ché Guevara habría descrito así a la sociedad bogotana: “Parece que los bogotanos sólo son eufóricos en el estadio de fútbol”, refiriéndose a la apatía política ante la crisis de La Violencia. Le faltó decir al Ché que sólo algunos eran eufóricos, porque los otros, los de Santa Fe, ni siquiera iban (hoy tampoco lo hacen) al estadio…

Los años negros del fútbol colombiano

El tránsito entre la época de El Dorado y el equipo glorioso de la Selección Colombia de los 90 tuvo la participación estelar de Senén Mosquera, Delio “Maravilla” Gamboa, Jaime Morón, Alejandro Brand, Willington Ortíz, Juan Gilberto Funes y Arnoldo Iguarán. Sin embargo, una parte importante de la historia de todos los equipos colombianos estuvo marcada por la violencia y la inmersión del narcotráfico en todas las esferas de la sociedad.

El mundo del fútbol aterrorizado por la influencia del narcotráfico.
El mundo del fútbol aterrorizado por la influencia del narcotráfico.

Con el inicio de la década de los 80, vino la crisis. El dinero ya no alcanzaba para pagar los sueldos de los jugadores extranjeros; de hecho, algunas veces tampoco alcanzaba para pagarle a los locales. La desesperación de algunos dirigentes por reavivar la economía de sus clubes llevó a que buscaran la inyección de capital a toda costa. El narcotráfico, en su punto máximo de efervescencia, se establecía como una constante dentro del mundo del fútbol. Los equipos más importantes estaban bajo el mando de los narcotraficantes: Independiente Santa Fe, Atlético Nacional, Millonarios, América de Cali, Independiente Medellín y Deportivo Pereira; todos y cada uno vinculados con el narcotráfico. Acá un breve recuento de los casos más importantes:

Independiente Santa Fe: el “club” bogotano tuvo sus mejores años en la década del 70 cuando, presuntamente, detrás del club estaba el narcotraficante Phanor Arizabaleta. Durante este tiempo, coincidencialmente, los cardenales obtuvieron su quinta y sexta estrella. Más recientemente, entre 2002 y 2010, la Fiscalía General de la Nación le abrió una investigación al conjunto cardenal por el ingreso de presuntos dineros producto del narcotráfico. A esto se suma el asesinato de César Villegas en el 2002, quien fuera el mayor accionista de Santa Fe, vinculado al proceso 8.000.

Millonarios: el cuadro embajador presuntamente recibió dinero proveniente del ‘capo’ del narcotráfico Gonzalo Rodríguez Gacha. Los campeonatos de 1987 y 1988 estuvieron marcados por amenazas, asesinatos y sobornos que tocaron desde jugadores hasta árbitros y dirigentes.

América de Cali: la participación de Miguel Rodríguez Orejuela en el América de Cali fue un hecho no demostrado pero gritado a mil voces. El ‘capo’ de los años 80 presuntamente le inyectó muchísimo dinero al conjunto escarlata, tanto que ganó 5 estrellas consecutivas entre 1982 y 1986, al igual que fue subcampeón de la Copa Libertadores 3 años consecutivos.

Atlético Nacional e Independiente Medellín: los equipos paisas, según varios diarios del país, presuntamente recibieron dinero del narcotraficante más grande en la historia de Colombia: Pablo Escobar Gaviria. Escobar tuvo participación económica en los dos equipos de Medellín, poniendo a la cabeza del club verdolaga a la familia Botero Moreno y en el Independiente Medellín, a Pablo Correa y Héctor Mesa.

Deportivo Pereira: Octavio Piedrahita, mafioso cercano a Pablo Escobar que fue asesinado en 1988, posiblemente estuvo detrás del equipo pereirano en la década de los 80.

¿La pelota no se mancha?

Hay quienes creen que, independientemente de las circunstancias, lo importante es el fútbol. Yo quiero creer que esta etapa negra del fútbol colombiano se ha superado y que cada vez más los equipos son empresas que se erigen en la legalidad y se fortalecen con la participación de sus hinchas. Sin embargo, sería ingenuo pensar que en el fútbol no se mueven intereses políticos y económicos. Basta con señalar la reciente inclusión de Envigado F.C. en la lista Clinton, directorio de empresas y personas vinculadas con dinero del narcotráfico realizada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

Creo que el fútbol colombiano ha superado, en su gran mayoría, esta etapa mafiosa de los años 80. Hoy en día, como pasa en todo el mundo, lo que hay es grandes empresas y grupos económicos que esperan crecer y obtener una renta a partir de los equipos de fútbol, cosa que no está mal siempre y cuando se transite por la legalidad y se cumplan todos los estatutos deportivos y los objetivos de los hinchas.

A partir de este recuento se demuestra que la gran mayoría de los equipos del fútbol profesional colombiano tuvieron, o siguen teniendo, influencia del narcotráfico o de “dineros calientes”. Sin embargo, quiero pensar que el arbitraje, por disposiciones de la FIFA, está lejos de ser perfecto y justo con todos los equipos. De esta forma, estoy completamente seguro que Millonarios merecía ganar ese partido que lo instaló en los cuartos de final de la liga. Merecía ganar ese partido y muchos más. Al César lo que es del César. A llorar a la casa.

Termino con unas palabras de Guillermo León Valencia al Millonarios que le ganó 4-2 al Real Madrid en 1952: “Ustedes han hecho más por el país en 90 minutos de juego que muchos diplomáticos en tres años de gestión”.

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