Continuando con su labor de años de informar los precios de alimentos a través de los medios, la Corporación de Abastos de Bogotá ha emprendido la tarea de impulsar su propia emisora. A pesar de los retos que implica, el objetivo es difundir información completa y confiable de los mercados que permita guiar las decisiones de la cadena comercial.
- Por: Paula Andrea Cortés
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Siendo consciente de su responsabilidad con la cadena de abastecimiento de alimentos, desde su inauguración en 1972, la Corporación de Abastos de Bogotá se ha dado a la tarea de difundir a través de los medios de comunicación un boletín diario de precios de los principales productos agroalimentarios. Como un esfuerzo por hacer de esta labor más eficiente, en el 2020 surgió Corabastos Estéreo. Esta emisora pretende centralizar la información de todas las centrales de abastos del país y, a partir de esto, guiar las decisiones de agricultores, comerciantes y consumidores. No obstante, ejercer una labor de este tamaño exige grandes retos en la recopilación y difusión de la información.
El rol de Corabastos, más allá de la distribución de alimentos.
Al occidente de Bogotá se encuentra Corabastos, la central de abastos más grande de Colombia. En esta gran ciudad comercial, el ritmo acelerado y el alboroto que caracterizan a Bogotá alcanzan un nuevo nivel. Es fácil ignorar que detrás del caos se desarrollan las dinámicas que determinan la disponibilidad y los precios de los alimentos que consumimos cada día. Según el DANE, tan solo en las primeras dos semanas de agosto, Corabastos habría recibido 88 toneladas de alimentos. Tal volumen hace que esta plaza sea quizás, el eslabón más importante para garantizar la seguridad alimentaria del país.
Reconociendo su importancia para Colombia, desde hace varios años Corabastos difunde un boletín diario de los precios de los principales productos agroalimentarios a través de los medios de comunicación. A la cabeza de esta labor se encuentra Luis Hernando Ríos, jefe de mercadeo. Frente al proceso seguido, Ríos explica: “Desde las 2 de la mañana empieza un grupo de encuestadores por las bodegas con unas tablas y ellos van recogiendo la información que los comerciantes directamente les dan. Tabulamos la información, hacemos unos análisis, miramos qué alimentos están en cosecha y empezamos a enviar información a las emisoras, al Ministerio de Agricultura, a la Alcaldía y a la Gobernación de Cundinamarca.”.
Ante el difícil acceso a iInternet y televisión den la ruralidad colombiana, las emisoras son esenciales en la difusión del boletín de precios. Son 110 emisoras las que transmiten la información recolectada, lo cual, según Luis Hernando, equivale a 200.000 oyentes. No obstante, ya que la información de precios no ocupa más que una pequeña franja en la programación de estas, el año pasado Corabastos decidió crear su propia emisora. Actualmente, en su etapa de prueba, la programación de Corabastos Estéreo consiste en periodos de 30 minutos de música seguidos de un pequeño reporte del sector agropecuario. “La idea es que los días sábado tengamos la gran revista nacional de precios por Corabastos Estéreo. Consiste en que todas las centrales de abastos van a transmitir información de precios… hacer un recorrido nacional”, explica Ríos.
La información de precios como señales del mercado
Los precios de los productos básicos agrícolas pueden interpretarse como señales del mercado que brindan información acerca de los comportamientos de la oferta y la demanda a los diferentes actores de la cadena comercial. Como lo expresa Andrew Shepherd, antiguo miembro de la FAO, la información sobre los mercados “les permite (a los productores) planificar su producción, de conformidad con la demanda del mercado, programar sus cosechas para el momento más conveniente, decidir a qué mercados mandar sus productos y negociar con los comerciantes en forma más equitativa”.
Si el precio de la papa en Bogotá presenta caídas, hay muchos agricultores en la ciudad queriendo vender su producto o pocos consumidores buscando comprarlo. Así pues, con el objetivo de extraer un beneficio, al agricultor le conviene vender su producto en otra ciudad donde no haya abundancia de papa y, por tanto, el precio sea alto. Siendo así las cosas, es importante que el agricultor conozca el precio de la papa antes de dirigirse a cualquier ciudad.
Esto es particularmente importante considerando la baja elasticidad de la demanda de productos agrícolas. Es decir, sSi la papa baja significativamente de precio, los consumidores no aumentarán en la misma medida las compras de este producto, pues su dieta no consiste exclusivamente de papa. De este modo, una sobreoferta del producto en una misma central de abastos produce disminuciones en el beneficio extraído por el agricultor, resaltando aún más lalas importancia de la información de precios.
Luis Hernando Ríos recuerda orgullosamente cómo diferentes personas se han acercado a agradecerle por la información que lleva 26 años difundiendo en las emisoras, la cual ha permitido a agricultores, comerciantes y amas de casa tomar decisiones oportunas. Entre las historias que cuenta está la de un agricultor en el Huila que, ante la dificultad de vender una cosecha de maracuyá, se encontraba en aprietos para pagar las cuotas de una deuda que amenazaba con embargarle su finca. Al escuchar a Ríos en la radio decir que el maracuyá había subido de precio en Bogotá, el agricultor no dudó un segundo en dirigirse a esta ciudad donde pudo vender sus productos a un precio incluso mayor al reportado en la radio.
Los retos de Corabastos Estéreo
Si bien los testimonios narrados por el jefe de mercadeo de Corabastos ponen en evidencia el potencial beneficio de la emisora, resulta fundamental que exista confianza por parte de los oyentes en la información difundida.
Don Alfonso, agricultor y comerciante de Corabastos, expresa que la administración no conoce con precisión los precios a los que se comercializa en la plaza. Similarmente, Doña Nini, quien escucha Radio Uno en el camino a su tienda en Chapinero, manifiesta que los reportes de precios “son una mentira. Si dicen que un producto está barato, resulta que ese es el caro”.
Ya sea que las imprecisiones reportadas por estas personas respondan a errores en la medición, rezagos en la transmisión o incluso a interpretaciones erradas por parte de los oyentes, es claro que, si Corabastos Estéreo pretende verdaderamente influir en las decisiones de los eslabones de la cadena comercial agropecuaria, un primer paso es corregir imprecisiones y construir confianza dentro de sus oyentes. De este modo, el reporte de precios de Corabastos podrá profundizar su labor de años aportando al bienestar de agricultores y comerciantes, así como a la seguridad alimentaria del país, a través de la información.