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Consecuencias de la fijación del salario mínimo

Por: Sebastián Mayor V

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El aumento del salario mínimo siempre parece insuficiente ante las necesidades y los gastos que tienen las personas que lo ganan. Sin embargo, no sólo indica cuál será el ingreso de los trabajadores durante el siguiente año, sino que se está poniendo una referencia para calcular otros precios en el país.

El aumento del salario mínimo es un tema que genera mucha polémica, pues siempre parece insuficiente ante las necesidades y los gastos que tienen las personas que lo ganan. Este año, por ejemplo se realizó un aumento del 7% en el salario mínimo, el cual apenas superó el nivel de inflación que se ubicó en 6.77%. Es decir, el poder adquisitivo real de las personas que ganan un salario mínimo apenas alcanzó a tener un ligero aumento. Si además se tiene en cuenta que la inflación de los hogares de más bajos ingresos fue superior, el aumento del salario mínimo fue insuficiente. En términos reales, lo único que logró el nuevo salario mínimo fue que estos hogares perdieran menos poder adquisitivo, ni siquiera que lo mantuvieran y mucho menos que lo aumentaran.

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Sin embargo, hay que tener en cuenta que con el aumento del salario mínimo no sólo se está determinando cuál será el ingreso de los trabajadores durante el siguiente año, sino que se está poniendo una referencia para calcular otras cosas en el país. La variación del salario mínimo es una base de medida sobre muchos precios en Colombia. El aumento del salario mínimo va a determinar cuánto pueden subir, los peajes, las multas, el SOAT, las tarifas de diferentes servicios entre otros. De esta forma, es normal que después de conocerse el aumento en el salario mínimo y el dato de inflación, los productos y servicios se ajusten y aumenten en este mismo valor, con lo que la poca felicidad que pudo haber producido el aumento se esfuma rápidamente.

En el caso de los servicios que están indexados al salario mínimo, que en muchos casos son algunos de los que más porción del ingreso representan,  van a seguir representando la misma proporción del ingreso por lo que no le están dando mayor poder adquisitivo al asalariado. En el caso de los que ganan más del salario mínimo y su aumento es apenas el de la inflación (si es que se lo suben), estos servicios están quitándole poder adquisitivo pues están aumentando la participación que tienen dentro de su salario.

A raíz de todo esto, la pregunta que surge es ¿por qué algunos servicios específicos deben subir más que la inflación? ¿Cuál es la razón por la que un peaje o una multa deben subir por encima de la inflación? No hay una respuesta a esta pregunta, pues no hay ningún sustento técnico, pero algunas de las consecuencias de esta política son obvias. En primer lugar, la pérdida de poder adquisitivo como consecuencia del aumento que ya fue mencionada. En segundo lugar, el riesgo político que esto puede representar para el Presidente, pues el salario mínimo está sujeto a que el presidente lo dicte por decreto en caso de que no haya un acuerdo entre los gremios y los sindicatos.

En Colombia esta política debería ser revisada, como ocurrió en el último año en México. A finales de 2015, el congreso mexicano aprobó que se desindexara el salario mínimo del aumento de diferentes tarifas, en pro de defender el poder adquisitivo de los mexicanos. Además, crearon un índice que es calculado por el INEGI (el equivalente al DANE en México) para determinar cuál debe ser el aumento de esos servicios, diferente al de la inflación y obviamente al del salario mínimo. Con la aplicación de esta medida en Colombia, se mejoraría la política salarial, especialmente en las personas de menores ingresos, y además se realizarían los aumentos con base en un sustento técnico, alejado de decisiones políticas.

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