El Mal Economista

Publicado el El Mal Economista (EME)

Bogotá no necesita un Metro así.

Por: Oscar Andrés Martínez

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No es nada nuevo que el transporte público en Bogotá sea un caos y que para solucionarlo se presente la panacea llamada metro. La construcción del metro es un anuncio que las personas que viven en la capital reciben cada cuatro años cuando hay elecciones para alcalde y cuyos resultados hasta la fecha saltan a la vista: no hay metro, lo que hay es buses rojos viejos llamados Transmilenio.

Los anuncios que hace el Gobierno Nacional y Distrital afirmando que llegaron a acuerdos para el financiamiento del metro bogotano, son sofismas de distracción para el ciudadano, por ejemplo, el cheque “simbólico” de Santos a Petro y al final el proyecto no se concretó. Este año mediante aprobación por parte del concejo de la ciudad se aprobó la empresa Metro de Bogotá S.A. y se anunció el documento Conpes para dar el sustento económico y político para el proyecto metro. Estas acciones pueden ser señales reales para llevar a cabo el metro de la ciudad.

Ahora bien, Bogotá adquirió un crédito con el Banco Mundial para desarrollar estudios de ingeniería y diseño para el metro subterráneo, la alcaldía actual desestimó los estudios que fueron avalados por el mismo Banco Mundial y entonces ¿Quién va a pagar ese crédito? Nosotros, los habitantes de Bogotá. Eso es castigar al contribuyente a pagar plata que por caprichos de el “gerente” de la ciudad no le gusta y que tira a la basura sin una explicación clara al respecto. ¿Dónde está el análisis costo beneficio de los dos proyectos, para afirmar que sirve más uno que el otro?

Después de la inversión para esos estudios, la alcaldía nuevamente hace gastos en consultoría para ajustar el proyecto anterior por causa de la subida del dólar por valor de $1.700 millones[1] con esa manera de usar las finanzas, no hay forma que se evite la des financiación de la ciudad y por eso se aprueban las vigencias futuras que en este caso son por $4.1 billones, endeudando así mucho más a Bogotá. Por esta razón, la ciudad tiene el derecho de saber en qué se está gastando el dinero pagado a través de impuestos y demás contribuciones.

Por otra parte, cada vez que se habla del metro para Bogotá sale a consideración la creación del documento Conpes respectivo. El primer Conpes para el metro de Bogotá se presentó el 12 de abril de 1982 bajo el número 1885 llamado “Proyecto Metro de Bogotá”[2] Este documento menciona que “el sistema mejor adaptado para la ciudad es un Metro y propone la red que se debe desarrollar hasta el año 2000.” El costo total ascendía a U$ 3.000 millones, donde había una línea prioritaria que correspondía a un trazado por superficie (7.6 km.), un tramo subterráneo (13.1 km) y un trayecto de túnel profundo (2.9 km.)”.

La definición de la red se hizo de conformidad con el Acuerdo No. 7 de 1979 en la cual se define el Plan General de Desarrollo Integrado de la Ciudad, siguiendo las previsiones de orientación del desarrollo urbano hacia el Sur Occidente de la ciudad, incluyendo los municipios de Funza, Mosquera Madrid en el año 2.000 (ciudad región se llamaría eso hoy en día). La construcción estaba prevista en cuatro etapas, cuyos años de entrada en operación son 1986, 1992, 1997 2002. Dado lo anterior, ya tendríamos metro en Bogotá y hasta ya se estaría actualizando a las nuevas tecnologías, la pregunta es, si ese era un documento conpes aprobado ¿Por qué no se llevó a cabo este proyecto?

Los anuncios de prensa informan que el nuevo diseño metro pasará por encima de Transmilenio de la troncal de la Caracas y para la construcción de ese proyecto de metro se tendría que romper la Caracas, después de la cantidad de millones de pesos invertidos en su mantenimiento por causa del desgaste y del descalabro financiero causado por el lío de las losas de Transmilenio. También están las desviaciones de carril, los cierres viales que habría, el caos vehicular por la séptima y sin contar con el costo que llevaría hacer esa obra y que hasta la fecha solo está en proyecciones y con la solicitud de buscar más recursos para completar los estudios que adelanta la empresa metro.

Por otro lado, el metro creará un impacto ambiental en la ciudad; por ejemplo, los escombros que generaría la construcción del metro deben ser manejados de manera óptima, pero con la sanción que la corporación autónoma regional CAR le aplicó al distrito por valor $452 millones[3] por el ingreso de escombros al relleno sanitario doña Juana ¿Cómo van gestionar el manejo de los escombros de esta obra sin cometer una nueva infracción ambiental? Sin olvidar que el relleno sanitario se le está terminando su vida útil y ahí, hay otro problema ambiental que no ha tenido solución a la vista.

Además, están los actuales problemas de calidad del aire de Bogotá[4]. Es absolutamente incoherente y ambientalmente decir que el metro será eléctrico y que funcionará encima de Transmilenio, entonces ¿los pasajeros del metro respirarán el humo que producen estos buses? El hollín que dejan los buses en las vías no harán más estéticos los pilares donde se soportarán los carriles del metro. Es ilógico pensar que los pasajeros de los buses les encante ver columnas y hollín mientras viajan en Transmilenio, aparte de todo el deterioro, la suciedad y la contaminación con la que se ve parte de la Caracas mientras se va en el bus rojo.

El paisajismo, ornato y embellecimiento que promueve el trazado del metro construyendo más edificios, pintando fachadas de casas y arreglando jardines no va a ser más ambiental a la ciudad ni mucho menos mejorar la calidad del aire que respiramos actualmente, así se diga que Bogotá cumple con la norma colombiana en materia de calidad del aire, pero incumple con los parámetros de la Organización Mundial de la Salud en ese aspecto. Y sin dejar de lado la tala de árboles que deben hacer por la construcción que se pretende llevar a cabo.

metro

fuente: elespectador.com

Hasta la fecha hay anuncios de diseños y estudios, a través de diapositivas que como el papel lo aguantan todo, ¿Cuándo presentarán a la ciudad la evaluación socioeconómica y ambiental del proyecto comparada con el proyecto metro anterior[1]? No se trata solo de darle valor y de promover un crecimiento urbano a las zonas que recibirá el metro, se trata de darle valor a la ciudad en su conjunto.

Por esta razón, la ciudad en su conjunto tiene la inquietud acerca de qué pasa con la avenida Boyacá, la calle 68, la calle 13, la avenida 68, la Avenida Primero de Mayo, que tienen un flujo vehicular importante y que no son tenidos en cuenta para darle un transporte publico eficiente a los ciudadanos que circulan por estas vías, ¿Por qué solo la Caracas es la prioridad? ¿No hay rentabilidad financiera y socioeconómica en esas vías? Muchas preguntas de una ciudadanía que ya no come entero y con pocas respuestas por parte de la administración distrital.

Por otra parte, Si Colombia aspira a ser miembro de la OCDE, ¿Bogotá no debería transportar a sus ciudadanos en sistemas de transporte eficientes y sostenibles? Porque los países latinoamericanos que integran este grupo como México y Chile tienen como principal sistema de transporte de pasajeros el metro. Para no ir más lejos, Buenos Aires, Lima, Quito, Caracas y Sao Paulo tienen servicio de metro y también son ciudades en desarrollo. Dado lo anterior, Bogotá no tiene que someterse a seguir solo con Transmilenio, la administración distrital debe implementar medidas y acciones acordes con la política ambiental del Gobierno Nacional en materia de cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de los acuerdos de Paris. Aunque ya sabemos que hay incoherencia entre el cumplimiento de los acuerdos firmados y la realidad ambiental del país y sus políticas.

Bogotá no necesita metro así, hacerlo por hacerlo no proporcionaría la utilidad que se requiere para la mejora del servicio de transporte público y aliviar el caos vehicular que Bogotá vive todos los días, en especial en esta temporada invernal donde las vías se inundan y todo se vuelve un caos. Y lo peor endeudando la ciudad con toda la inversión que se pretende hacer.

Los pasajeros estamos cansados de ver vendedores ambulantes, habitantes de calle, ladrones y todo el deterioro social y ambiental de zonas como la Caracas, por un sistema de transporte que fue efectivo en su momento, pero que ya urge ser rediseñado e incluso pasar por un proceso de reingeniería para darle paso a un sistema de transporte sostenible tanto económico, social y ambientalmente, es decir, del siglo XXI.

[1] http://app.idu.gov.co/seccion_metro_ASP/Doc_metro/DOCUMENTO_DEFINITIVO_03_03_2015.pdf

[1] http://www.dinero.com/pais/articulo/contratan-consultoria-para-el-metro-de-bogota-por-1700-millones/222509

[2] https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Conpes/Econ%C3%B3micos/1885.pdf

[3] http://www.elespectador.com/noticias/bogota/distrito-pagar-452-millones-depositar-escombros-dona-ju-articulo-599942

[4] http://www.eltiempo.com/bogota/contaminacion-en-bogota/16732774

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