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Publicado el El Mal Economista (EME)

Adiós a Franca Sozzani: El Carpe Diem de la Moda Italiana

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Por: Mr. Sinvergüenza  

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La moda italiana más que un conjunto de nombres con acentuación marcada como Versace, Gucci, Moschino y Valentino es otra muestra del talento de sus grandes artistas y de un invaluable legado apreciado en todo el mundo. Sin embargo, querido lector, si su repertorio en la materia se limita a las imágenes de Benetton y Diesel, este artículo puede resultarle práctico para ampliar su cultura de moda y descrestar a su circulo con sus conocimientos sobre una de sus grandes lideres.

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(Editorial Water and Oil, de la edición de Agosto de 2010 de Vogue Italia, Archivo de la biblioteca de LCI Bogotá)

 Hacer pensar, ha sido la misión de la Vogue Italia desde que Franca Sozzani asumiera el cargo de editora en jefe de esta publicación sagrada para la industria de la vanidad; una afirmación que por extraño que parezca para los forasteros del tema no se trata en ningún momento de un sarcasmo.

Primero lo primero, Franca, quien murió la semana pasada a sus 66 años, era una de las tres mujeres más poderosas del orbe de las comunicaciones como directora de la versión más alabada de Vogue. Las otras dos son Anna Wintour, editora de Vogue (USA) y Emmanuelle Alt, editora de Vogue Paris. Por si las dudas Miranda Priestly no existe.

Seguramente para muchos esto no podría ser más que una descarada ironía, al recordar los cuerpos evanescentes de modelos etéreas, las pautas de miles de productos cosméticos innecesarios y la tiranía de ciertos cánones de belleza que torturan despiadadamente la psiquis femenina casi desde el origen de la imprenta.

Por lo tanto se hace necesario profundizar un poco y entender la italianidad del particular contexto las revistas de moda: sin asociar la siguiente diferenciación a ningún tipo de juicio de valor los conocedores de la estética, la semiótica y los dioses de lo bello, consideran primordialmente comercial la Vogue (USA), fundamentalmente erótica la Vogue Paris e indiscutiblemente conceptual y artística la Vogue Italia.

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(Portada de la Curvy Issue, de la edición de Junio de 2011 de Vogue Italia, Archivo de la biblioteca de LCI Bogotá)

Recorrer sus páginas es encontrarse con un lenguaje visual y un trato de la imagen que en términos de composición, armonía y equilibrio logra evocar el renacimiento, el barroco y el futurismo junto al glamour de las divas de Cine Città, la sensualidad de una buena pasta alla puttanesca (1), el descomplique de una Vespa (2) y la perfección de un Bugatti (3).

Sobre este maravilloso telón que despliega el sello tricolor del Made In Italy, Franca logró promulgar de manera inédita polémicas cuestiones sociales. Su contrapunteo entre sordidez y belleza, que fue depurando durante sus tres décadas de reinado, de la mano del fotógrafo Steven Meisel, la hicieron autora de hordas de manifestaciones chic que maduraron en un activísimo fashion.

Con la premisa de “descubrir, entender, proponer y promover“ esta mujer serena que con su fluctuante melena parecía escapada de un fresco de Botticcelli, tocó temas que nos atañen tanto en nuestra colectividad como en nuestra individualidad, desde la violencia intrafamiliar y el feminicidio, (tan comentado por estas fechas en Bogotá), la rehabilitación por abuso de sustancias psicoactivas, la adicción a la cirugía estética, la demencia y los prejuicios de la guerra contra el terrorismo. Convirtiéndolos nada más y nada menos que en los ejes temáticos de los editoriales de moda, esas narraciones visuales oníricas, contenido central de este tipo de publicaciones, que con el pretexto de transportarnos a universos paralelos nos venden los ítems y accesorios de las colecciones más recientes.

Imposible no destacar entre sus iniciativas editoriales la reivindicación lograda con la Black Issue (Julio de 2008), publicación consagrada a reunir los talentos de modelos, diseñadores, actores, cantantes y personalidades afro descendientes, cuando todavía el racismo nos respira en la nuca. La genialidad de tomas fotográficas como las realizadas en la tragedia ambiental del derrame de la BP en el golfo de México (Agosto de 2010). O la liberación manifiesta del Curvy Issue (Junio de 2011) en el que la admiración de mujeres de tallas grandes abrió un lenguaje corporal revolucionario para el medio en nombre de la lucha contra las sectas digitales que enaltecen la anorexia y la bulimia.

Embajadora de buena voluntad de la ONU y colaboradora de dos de las mayores iniciativas de la investigación contra el sida (Convivio, fundada por Gianni Versace y el Life Ball) Franca Sozzani es el claro ejemplo de que la moda puede ser tan superficial o tan profunda como quien la aborde y su poder de convocatoria puede servir para propósitos mucho más trascendentes que sostener las bases del consumismo desenfrenado.

En momentos de luto como este, cuando su ejemplo y liderazgo dejan vacante no solo uno de los puestos más codiciados de la industria, sino una de las maneras más inteligentes de ocuparlo día a día, vale la pena cuestionarse como sería el asunto si las miles de voces que saturan nuestras redes siguieran estos faros en vez de hacerle eco a tanta chispita incandescente.

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(Editorial State of Emergency, de la edición de Septiembre del 2006 de Vogue Italia, Archivo de la biblioteca de LCI Bogotá)

1. Pasta alla puttanesca: sabrosa preparación donde el peperoncino y las anchoas le dan ese toque voluptuoso y excitante propio de la cocina italiana a cada bocado de pasta.

2. Vespa: simpática moto y recurrente medio de transporte de la juventud italiana, icónica por sus apariciones en peliculas como “Vacanza Romana“ (Audrey Hepburn).

3. Bugatti: sofisticada carrocería italiana que viene siendo el equivalente a Cartier en el mundo del automovilismo de lujo.

 Referencias/Bibliografía

Ducci, Carlo. What´s Next. Vogue Italia. (755): 110-111, Julio 2013.

Serra, Michele. No Discussion Curvy Is Sexy. Vogue Italia. (730): 97-98, Junio 2011.

Agradecimientos especiales a la biblioteca del Centro Cultural de LCI Bogotá.

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