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Publicado el Andres Vargas

“Novak Djokovic, el mejor jugador del año según la ITF”, ¿Qué, qué?

Por Alejandra Fandiño @MaleFandino

“Novak Djokovic, el mejor jugador del año según la ITF”, ¿Qué, qué? Fue la primera reacción que pude tener, cómo es posible que se hayan olvidado de quien en realidad fue el tenista del año, cómo es posible que de entre los muy pocos candidatos, Rafael Nadal no hubiese sido el campeón, de hecho, creo que ese será entonces uno de los muy pocos títulos que no logró alcanzar este año.

Rafael Nadal, es el hombre más admirado en el mundo del deporte blanco gracias a su “garra”, a la batalla constante que mantiene con él mismo, exigiéndose hasta último minuto lo más que pueda dar, porque nunca sabe cuándo será el momento en el que no pueda dar más.

Desde inicios de su carrera como profesional, el manacorí ha sufrido constantemente diferentes lesiones que lo han obligado a ausentarse de las canchas por algunos periodos, pero a su regreso, pareciera que la lesión le diera más ganas de seguir luchando, como en 2003, cuando justo antes debutar en su primer Grand Slam, Roland Garros, del que sin saberlo, tiempo después se convertiría en el rey, sufrió una fisura en el codo derecho que lo obligó a no asistir, pero de la que se recuperó de modo tal, que en el tercer Grand Slam del año pudo hacer su debut en torneos major y logró igualar el récord que tenía el alemán Boris Becker, ser el jugador más joven en llegar a la tercera ronda de un torneo de esta categoría.

Foto: mandj98
Foto: mandj98

El siguiente año no fue muy distinto y desafortunadamente, desde entonces, cada año, el español es acongojado por alguna lesión diferente que se cruza en su camino. En 2004, una Fisura de escafoides en el pie izquierdo, lo obligó a estar ausente durante dos meses, en los que le fue imposible hacer parte de Roland Garros, Wimbledon y los juegos olímpicos de Atenas, que en aquel entonces eran su mayor objetivo. En 2005 las cosas no cambiaron mucho, esta vez, una inflamación en el pie izquierdo, lo llevó a darse de baja por tres meses, quedando ausente del masters de París, pero ese año no terminó allí, en octubre, en el Masters Series de Madrid, un problema de tendinitis en sus rodillas apareció, llevándolo a pensar en retirarse del evento, sin embargo su “garra” de nuevo apareció y no solo dijo sí al evento, sino que se consagró campeón.

2006 y 2007 también trajeron consigo diferentes lesiones para Rafa, de nuevo una inflamación en el pie izquierdo lo tuvo por fuera un mes, justo cuando el primer Grand Slam del año comienza. Al regresar, se consagra campeón de Roland Garros, pero menos de un mes después otro nuevo problema lo abruma, una lesión en su espalda lo obliga a retirarse en Queens cuando jugaba con Lleyton Hewitt. Aun así, logró jugar su primera final en Wimbledon y ganarse un cupo en el Masters cup de Shanghai. El año siguiente, de nuevo sus rodillas vuelven a causarle problemas y se rumora sobre el posible retiro del tenis, rumor que el mismo Nadal desmiente a finales de 2007.

Sin embargo, aunque en los años siguientes no hubo nada diferente a lesiones y recuperaciones milagrosas, fue realmente, a finales de mayo del 2012, cuando de nuevo llega la tendinitis en sus rodillas que desde comienzos de su carrera lo ha agobiado y tiene que cancelar de nuevo su participación en los juegos olímpicos, Toronto, Cincinatti, el abierto de los Estados Unidos y los torneos que vinieron de ahí en adelante.

Rafa, acostumbrado ya a este tipo de lesiones, aunque se dio de baja en varios torneos importantes, nunca pensó que esta vez las cosas serían un tanto diferentes a la tendinitis de todos los años. A Nadal le fue descubierto que sufría del síndrome de Hoffa, una enfermedad de las muchas muy extrañas que sobretodo los deportistas sufren, que consiste en una inflamación crónica del tejido graso ubicado en la parte inferior de la rótula, que empeora al realizar cualquier esfuerzo con la rodilla, como caminar.

«A estas alturas de mi carrera, el ránking no es lo más importante, sino recuperarme bien y a día de hoy mi rodilla no está preparada para competir en un Gran Slam. Voy a intentar recuperarme lo antes posible para volver con muy buenas sensaciones, con garantías de poder competir y entrenar todo lo mejor que sé», fue lo que precisó Nadal cuando anunció su baja de los torneos de 2012

Debido, a que la lesión que esta vez había llegado era diferente a las de los años anteriores, el tratamiento y la preocupación por ésta, también lo fue. Rafa nunca había estado ausente de las canchas por más de 3 meses, sin embargo, esta vez la lesión lo tuvo por fuera desde junio de 2012 hasta febrero de 2013, tiempo en el que se debatió si regresaría o si esta vez, definitivamente su “garra” ya no daría más.

Aunque los dictámenes médicos aseguraban que era muy posible que Rafael Nadal se recuperara del todo, la verdad, es que dado que el síndrome se generó por los problemas de tendinitis que desde el pasado lo habían acongojado, era muy probable que luego de la recuperación volviera a aparecer y que los dolores cada día fueran más y más intensos, lo que significaba únicamente un retiro obligatorio del deporte blanco.

Pasaron los meses y Rafael Nadal no regresaba, cunando se dio fin a la temporada del 2012, todos esperaban ansiosos el regreso de un ídolo en el primer Grand Slam del año, regreso que no sucedió. A finales del año, el manacorí sufrió una infección gastrointestinal que retrasó todo su proceso de recuperación (que ya llevaba casi 6 meses) y tuvo que quedar por fuera del abierto australiano. El 2013 comenzó y el ex número uno del mundo no apareció.

Nadal, el mismo día que anunció su baja del Australian Open, también informó que su regreso sería en Acapulco la última semana de febrero. Sin embargo, no quiso esperar más y avalado por los dictámenes médicos que aseguraron la recuperación, Rafa volvió antes de lo esperado, haciendo su debut en el ATP250 de Viña Del Mar, torneo que jugó por primera vez en toda su carrera.

Un cuadro sencillo para el español, el ranking de los jugadores del torneo no eran una amenaza suficiente para quien había sido ya el mejor del mundo, aun así, el mundo entero se reunió en torno al incierto regreso de Rafael Nadal, quien había estado ausente desde el 28 de junio del año anterior.

Un torneo que pintaba de maravilla, del que no pudo salir campeón, perdió contra el 73 del mundo, un argentino que nunca en su vida se había consagrado campeón de ningún torneo, y Rafa sucumbió ante él, era el fin de la carrera de Rafael Nadal, pensaron muchos.

Nadie apostaba por su recuperación o su regreso, hoy es el número uno del mundo ¿Qué pasó entonces? La “garra” y el talento que no lo desamparan, eso pasó. Lo que sucedió después de Viña Del Mar ya ustedes lo saben, campeón de Roland Garros, Campeón del Us Open, 8 títulos más en solo 9 meses y de nuevo número uno del mundo.

Aun así y viendo cada día como Rafael Nadal logró lo imposible, la ITF no pudo reconocerlo como el mejor jugador del 2013. No soy nadalista aunque ahora lo parezca, ni odio a Djokovic, solo no podía aún salir del “¿Qué, qué?” en que quedé cuando le arrebataron al hacedor de lo imposible el título que más que nunca mereció este año, el mejor tenista del año.

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