No habían pasado diez días del uno-dos de Egan Bernal y Nairo Quintana en la clasificación general de la Paris Niza, cuando en la etapa cuatro de la Vuelta a Cataluña, otro “escarabajo” se uniría a la fiesta de esta hegemonía colombiana durante las primeras carreras por etapas de la primavera de esta temporada 2019, esta vez fue Miguel Ángel López, que hizo una vez más apología a su apodo, cual “Superman” soltó un ataque en el Alto de La Molina, a ocho kilómetros de meta, en un estilo que se está volviendo escaso. Subiendo a un ritmo que ninguno más aguantó, ganó la etapa, llevó su pulgar a su boca y pensando en su hijo que está por venir, celebró y adjudicándose el liderato. Una espectacular etapa, y muy probablemente entrará a la lista de las etapas más emocionantes del año. Emocionante, con ese adjetivo se pueden denominar todas las etapas en las que Superman ataca.
Lo mejor de esta historia, es que a veinte segundos de la etapa magistral que estaba haciendo el capo del Astana, lo perseguían dos colombianos más que trabajaban, cada uno, por los intereses de sus equipos, colombianos contra colombianos hacieron la fiesta de escaladores en las montañas europeas, mientras hacen parecer fácil llevar los ritmos de tiempo record en estas subidas. En la producción de la carrera, cuando aparece la lista de corredores en cabeza de carrera, la bandera de nuestro país predominaba, ahora están ubicados uno-tres-cuatro en la general a solo dos etapas del final.
Sin duda, los escarabajos siguen brillando por su manera de subir, pero a diferencia de algunas generaciones pasadas, es una generación más diversa, más completa. Tienen estilos diferentes, porque el modo de correr de Rigoberto Urán no se parece en nada al de Egan Bernal; el de Nairo Quintana es diferente al de Esteban Chaves y eso es bueno, porque los escarabajos ya no están encasillados en una sola categoría
Recuerdo en el 2017, cuando corrí la Vuelta del Futuro (Vuelta a Colombia para ciclistas prejuveniles), la realizaron en Boyacá. La segunda etapa era una contrarreloj, y durante la salida, en el lugar donde estábamos calentando los corredores que estábamos por salir, se acercó Miguel Ángel López, con su bicicleta, uniforme y todos los accesorios del Astana, se detuvo mientras entrenaba por esa zona; nos aconsejó sobre el recorrido, que era un lugar frecuentado por él para entrenar. Los nervios que tenía por salir en la carrera se sumaron con esa emoción de conocer a uno de esos ídolos que hasta ese día solo había visto por televisión. Me causó curiosidad ese gesto, esas ganas de apoyar a los que vienen es un factor denominador de todos los ciclistas colombianos, que he conocido, y es que todos han labrado un camino diferente, y difícil a su manera, todos están allá gracias a todos esos años de trabajo duro y difíciles antes de llegar al World Tour, y yo siento que estoy labrando mi propio camino, también, con ellos como referencia y no solo como ciclistas, como personas también. Ídolos en todo el sentido de la palabra.

Me emociona pensar en la gran proyección que estos colombianos están mostrando, se acerca el Giro de Italia y estoy ansioso por ver la batalla en las montañas italianas, que no será nada fácil, pues el cartel de favoritos al título tiene nombres como Dumoulin, Roglic, Yates y Landa que se sumarán a Egan Bernal y Mguel Ángel López, todo un espectáculo.
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