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Publicado el Nicolas Borras Calderon

Confirmando la experiencia y la actitud | Nairo Quintana en La Vuelta

“Es la primera temporada en la que enfocábamos todo al tour y vinimos aquí sin saber cómo estaría” Esta fue una de las frases de Nairo Quintana durante la rueda de prensa del segundo día de descanso de esta Vuelta a España, donde también anunció que hace unos días tomó un resfriado que lo “alejaron de las aspiraciones de seguir creciendo”, de acuerdo a sus declaraciones.

Con sorpresa y con todo lo que Nairo dijo en la rueda de prensa en mi memoria, me enteré en la mañana, cuando la transmisión aún no había empezado, de la fuga de la etapa 17 que tenía en sus filas a Nairo, poniendo en aprietos al podio de La Vuelta. Fue inevitable recordar aquel día en Formigal, una etapa con desarrollo similar donde Nairo y Contador pusieron contra las cuerdas a Froome, quien escoltó al colombiano en el podio de Madrid en 2016, días en los que la experiencia y la astucia valen tanto como los vatios.

Más allá de lo que ocurra en estos días definitivos de carrera hay que darle el mérito que se merece a la etapa 17, una etapa que en el papel parecía el día fácil de la semana pero los vientos y la actitud de los corredores hicieron que fuera el escenario perfecto para tomar la iniciativa y hacer una etapa inolvidable. Además de convertirla en la segunda etapa más rápida de la historia de La Vuelta a España con más de 50 kilómetros por hora de velocidad promedio durante casi 220 kilómetros, una cifra descomunal que permite imaginar lo duro de este día.

Para la muestra, estas fueron las declaraciones del ganador del día, Philippe Gilbert, un clasicómano y especialista en días como hoy:

“Ésta es una etapa para los libros de historia por cómo competimos. Fue una locura desde el banderazo de salida. Nos escapamos 40 ciclistas, algunos de ellos hombres de la general como Quintana o Knox. Estábamos 7 de los 8 Deceuninck, y rodamos como locos. No cesábamos de darnos ánimos entre nosotros. Estoy seguro de que ha sido precioso de ver. Conforme pasaron los kilómetros, perdimos algunos elementos entre el viento, las subidas… ¡Íbamos rapidísimo! En algunos momentos llegábamos a 75 km/h en el llano. Tenía metido el 54×11 y no podía dejar de pedalear. En 17 años como profesional nunca había hecho una locura como esta. El viento de costado y los abanicos forman parte del ADN del equipo y yo también los adoro”.

Sobre Nairo, tal vez no está en su mejor momento físicamente y es algo normal en la vida deportiva de un ciclista que ha mostrado tanta regularidad durante sus temporadas, pero lo de hoy fue una confirmación de la actitud y la experiencia; tal como lo hizo en Calpe, cuando ganó la segunda etapa de esta Vuelta a España y ver a un Nairo que, como siempre, no se rinde y no pierde la fe, es lo mejor que le puede pasar al ciclismo y ojalá se vuelva costumbre.

Es difícil saber cómo van a responder las piernas de los favoritos en las etapas definitivas de esta vuelta, pero si de algo estoy seguro es que La Vuelta aún no está sentenciada. Pero Roglic afronta lo que queda con una ventaja cómoda que ganó siendo el más fuerte en la crono y en la montaña, eso lo tiene con los pronósticos a su favor y salir vestido de rojo de una etapa como esta, gracias al aliado circunstancial que encontró en Astana, incluso más.

La Vuelta no ha acabado y no hay nada escrito hasta llegar a Madrid, solo podemos disfrutar de la increíble vuelta que estamos viendo este año, un acierto en espectáculo.

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