Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Vuelta 2021 – Día 10: Etapa para Storer, liderato para Eiking, aplausos y raspones para Roglic

La etapa 10 de la Vuelta a España se paseó hoy por la Costa del Sol. No parecía una jornada decisiva, pero lo fue. En los 185 kilómetros a orillas del Mediterráneo, se escondía la subida al Alto de Almáchar, un premio de montaña suave de 11 kilómetros, en el que al mismo tiempo se encubría un muro de 4, al final de la subida. La fiesta hoy fue justo ahí.  De la cima a la meta en Rincón de la Victoria había 15 kilómetros con un descenso técnico y peligroso para quienes arriesgaran en él. Primoz Roglic lo hizo después de atacar en el ascenso y se llevó un susto mayor.

Almáchar, en los montes de la Axarquía, era una trampa en el camino. Lo sabían los 31 integrantes de la fuga del día. Lo intuían los jefes de filas que marchaban a paso crucero a más de 12 minutos de los aventureros antes de llegar a la subida. Fue evidente la intención del Jumbo Visma de ceder el liderato de la carrera. Hasta el pie del puerto, marcado por unos extensos cultivos de limón, llegaron los dos grupos compactos. De la cima, salieron disgregados. Adelante, atacó Michael Sotorer, que ya había ganado en la etapa 7. Lo persiguieron Vansevenant, Champoussin, Van Baarle y Odd Eiking. En ese orden cruzaron la meta. Victoria para Storer y liderato para Eiking, que arrancó la jornada a 9’10» de Roglic y llegó a la meta con 11 minutos sobre el esloveno. Atrás, en el grupo principal, atacó el líder Primoz Roglic. Sorpresa. Ataque inesperado y a fondo. Sus rivales dudaron para reaccionar.

El primer gran estratega que habló de la sorpresa como un elemento central de la estrategia fue Sun Tzu, en su obra «El Arte de la Guerra» en el que recomienda «atacar al enemigo donde no esté preparado». Roglic hizo los cuatro kilómetros finales del ascenso a tope y se lanzó al descenso escoltado por dos grupos: en uno iban los Movistar Mas y López, y en otro los Ineos Yates y Bernal. Para lograr, continúa Tzu «el enemigo debe ignorar donde me proponga librar la batalla, porque si lo ignora, deberá estar preparado en muchos puntos diferentes, y serán pocos numerosos los efectivos que se encuentren en cada u no de estos puntos».  Así fue. El esloveno pasó por el puerto con buena renta en segundos sobre sus inmediatos rivales.

Espectáculo mayor. El líder en un ataque explosivo en las únicas rampas del día. En el descenso quiso seguir atacando. Arriesgó en la bajada. Fue osado, ambicioso y atrevido, pero la carretera lo castigó.  Perdió el control en una curva y derrapó. Aparentemente no se hizo mucho daño, pero perdió la diferencia sobre los Movistar. Con ellos venía Jack Haig. El esloveno pasó rápidamente de los aplausos por su valentía a los raspones y críticas por los riesgos que corrió. La caída le tiró al traste su gesta. Llegó a la meta con los Movistar, pero le sacó 35″ a los Ineos. Ahí estuvo su gran renta en un día extraño por dos razones: en el lugar de España con más horas de sol al año hoy se corrió con nubarrones que amenazaron con lluvia, y el que parecía un día tranquilo para los jefes de filas terminó con un final agitado y movido. La ventaja de Roglic pudo ser mayor, las implicaciones de la caída también.

La de mañana será una jornada corta, sinuosa y peligrosa. El calor puede ser el factor determinante. El final en Valdepeñas de Jaén es muy conocido en la Vuelta. Aunque se marca un solo puerto de segunda categoría, el sube y baja será constante. El recorrido de 133,6 kilómetros es un típico día rompe-piernas. Otro día con trampas en el camino. Otra jornada para intentar osadías.

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