Etapa épica. Tuvo de todo. Lluvia, granizo, ataques, contraataques, subidas, drama, caídas, estrategias, diferencias cortas, fuga, problemas mecánicos y cambio de liderato. Todo el menú que puede ofrecer el ciclismo se sirvió hoy en el principado. Andorra que en árabe significa bosque, en vasco equivale a tierra, y en el ciclismo solo puede denotar montaña. Es la capital de Los Pirineos. La capital del principado, Andorra La Vella, es la ciudad extranjera que más apariciones ha tenido en la ronda española: 15 en total, entre salidas y metas. Sus carreteras siempre han sido escenario de epopeyas. Hoy no fue la excepción.
Jornada clave. Salieron a tope. De entrada había que subir. Eran cinco premios de montaña en 94,4 kilómetros, incluyendo el primer ascenso fuera de categoría de esta versión, el Coll de la Gallina, en la mitad del recorrido. Etapa complicada, emocionante, exigente y explosiva. Jornada brutalmente dura, bella, en Andorra.
La carrera se movió de entrada. Armar la fuga fue tarea difícil. Un grupo numeroso de 34 ciclistas se fue adelante. Los equipos que pelean por la clasificación general mandaron hombres adelante. También se colaron algunos ciclistas importantes como Wilco Kelderman, Mikel Nieve y Pierre Latour. En el ascenso al Coll de la Gallina no hubo ataques contundentes, pero el Astana puso paso fuerte y seleccionó el grupo principal. En el grupo de adelante también hubo cedazo. La gran batalla se guardó para los tres ascensos del final, donde el clima hizo dramático el cierre de la jornada. Eran tres puertos cortos y explosivos, encadenados, o dicho de otra forma, un puerto con tres escalas. La Comella, el puerto inédito de Engolasters y la llegada a Cortals D’encamp. Estos dos últimos estaban enlazados con un tramo de 4 kilómetros llanos en gravilla.
Esteban Chaves tuvo un problema mecánico y gastó sus fuerzas para regresar al grupo. Miguel Ángel López atacó de largo y cuando iba por la victoria de etapa y el liderato, a 5 kilómetros de meta, en una zona de gravilla, en medio de la lluvia se fue al piso. Alejandro Valverde y Nairo Quintana se turnaron para embestir a Roglic. Todos gastaron lo que tenían. El esloveno reguló su paso y reaccionó para controlarlos a casi todos. En la última subida, Nairo lanzó su último ataque. Fulminante. Se llevó a rueda al juvenil Tadej Pogacar, del Team EAU Emirates. Esloveno, como Roglic. Cuando pasó el chaparrón, Pogacar se fue solo hasta la meta. Ganó la etapa y subió al quinto lugar de la clasificación general. Nairo entró segundo en la etapa y volvió a vestir la camiseta roja de líder después de dos años. Roglic arañó la tercera posición en la fracción y quedó a solo 6 segundos de Nairo en la clasificación para ir al día de descanso.
Andorra es un pequeño país de 468 km cuadrados, un microestado soberano incrustado en los Pirineos. Está ubicado en la frontera entre España y Francia. Es un país de pura naturaleza: bosques, montañas, cimas, lagos y ríos. Su capital, Andorra La Vella, es la más alta de toda Europa. y El principado vive del turismo, el comercio y su sistema bancario, pero también produce bienes de consumo como muebles, tabaco y coñac. Sin embargo, la actividad que más reconocimiento le da es el ciclismo. Hoy, Andorra tuvo una etapa reina. Allí se cerró la primera semana de la Vuelta, la única de esta edición en la cordillera de Los Pirineos.
Era la etapa 9 de 21 que tiene en su programación la carrera. Día clave para los aspirantes al título. Fueron 3.800 metros de desnivel. La última subida remontó el valle del río Cortals con su cima por encima de los 2.000 metros sobre el nivel del mar. Curiosamente en una de las subidas más desafiantes de Andorra la clasificación general, entre los cuatro primeros, quedó más apretada que en las jornadas anteriores. Apenas hay 20 segundos entre el primero, Nairo, y el cuarto, Valverde. Mañana es jornada de descanso. El martes es la contrarreloj plana en territorio francés. En la primera semana pasó de todo. Esa es La Vuelta.