Eslovenia tiene dos millones de habitantes y dos ciclistas en el podio de la Vuelta. Es un país soberano que se independizó de Yugolslavia en la Guerra de los Diez Días en 1991 y que en sus cortos 28 años de edad no había tenido ciclistas destacados. Este pequeño país está ubicado en La Península Balcánica y sus dos pedalistas más grandes se posaron hoy en la tarima de premiación.
La Vuelta terminó en Madrid. La capital española ha sido el escenario de cierre de la carrera en los últimos 50 años. Salió de Fuenlabrada, ciudad industrial y llegó al paseo de la Castellana en la capital, donde los 153 sobrevivientes, dieron 10 giros al circuito. Como siempre en este tipo de cierres, hubo tiempo para las fotos, las celebraciones y los homenajes, antes de asumir el circuito como reto para los esprinters que resistieron las 21 jornadas. El español Diego Rubio y el colombiano Daniel Martínez se asomaron en la fuga, pero todo estaba planeado para un cierre con llegada masiva. Ganó Fabio Jakobsen y su equipo celebró su quinta victoria en 21 etapas.
Primoz Roglič se visitó de rojo en la contrarreloj individual de la etapa 10 en Pau. Luego le dio manejo. Defendió sin dramas su primer lugar y dejó que en la segunda y tercera semana la lucha se centrara por las otras posiciones del podio. A sus 29 años de edad, y tras una llegada tardía al ciclismo después de pasar por el esquí alpino, se apuntó su primer título en una grande, el primero para su país. Eslovenia, que fue conocida por el buen baloncesto de Goran Dragić y Luka Dončić con los Mavericks de Dallas en la NBA y por sus logros olímpicos en esgrima, tiro y remo, entra hoy a la élite del pedal. La tricolor eslovena, blanca, azul y roja se ondeó hoy en dos cajones del podio final en Madrid.
Eslovenia es un país montañoso y joven. Le dicen el país de las tres cabezas, por los tres picos de la montaña Triglav, su cima más representativa. La tercera testa en el podio de La Vuelta es joven, esloveno y gran escalador. Tadej Pogaćar ganó tres etapas de alta montaña en Cortals d’Encamp, Los Machucos y la Plataforma de Gredos; consiguió la camiseta blanca como mejor joven de la carrera; y fue el tercero en el podio final. Tiene 20 años, cumple los 21 el próximo sábado. En 2015 fue a un Campeonato del Mundo en la categoría juvenil y no terminó el recorrido. Los logros llegaron después. En el 2018 ganó el Tour de L’Avenir y este año fue campeón de la Vuelta al Algarve en Portugal y el Tour de California. Hoy es podio de La Vuelta y ya está matriculado en la élite.
Se cerró la edición 74 de La Vuelta. Fue quebrada, difícil, dramática, disputada y dura. Llegadas en muro, caídas, sorpresas, ataques de lejos y lecciones de ética. Montañas de sal, boinas, castillos, historias de caballeros, observatorios, vinos, ataques en la montaña, lluvias y manotazos al director del equipo. Sueños, fugas, naturaleza, estrategias, idiomas, fronteras, abandonos, historias, arte y podios. Todo eso, en una sola palabra, ciclismo.
De Liubliana, la capital eslovena, a Madrid, hay 2.000 kilómetros por carretera, y hay que sortear varias cordilleras. Los aplausos a Roglic en la capital española se escucharon en su tierra. Ya vendrán otras carreras que le darán renombre a este pequeño país. Y ya vendrán otras carreras para escribir y contar historias. Por ahora, nos daremos una Vuelta por otras actividades. Mil gracias por leer.