Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Vuelta 2019 – Día 14: Montonera en Oviedo. El esprint que no fue

El Camino de Santiago es una ruta de peregrinación cristiana de origen medieval que recorre el norte de España desde Los Pirineos hasta la tumba del apóstol Santiago, situada en la catedral de Santiago de Compostela, en Galicia. La etapa 14 de La Vuelta tuvo un itinerario similar, con un recorrido más corto, por vías paralelas a la Costa. La procesión ciclística salió de San Vicente de La Barquera en Cantabria y 188 kilómetros después llegó a la ciudad de Oviedo, en Asturias. En el papel, era considerada la única etapa de la semana para los esprinters. Ganó uno de ellos, pero no en llegada masiva sino en final accidentado.

El camino hacia la tumba del primer discípulo de Jesús que fue martirizado está sembrado de manifestaciones de fervor, arrepentimiento, hospitalidad, arte y cultura. La carretera de hoy en La Vuelta estaba llena de ondulaciones, playas, sectores descubiertos, rotondas y algunas curvas peligrosas. En el grupo principal se expuso de principio a fin la intención de seguir el libreto previsto para la fracción. Los equipos de los velocistas como el Bora, el UAE, el Deceuninck y el Mitchelton controlaron la carrera y solo le permitieron a la fuga una diferencia de dos minutos. Después del único premio de montaña del día, de tercera categoría, decidieron terminarles el intento a los aventureros y resolver el día entre los hombres rápidos.

El trazado de la vía señalaba que no sería un esprint típico, pues en los últimos dos kilómetros la vía picaba para arriba al 2,6%, e incluso tenía unos metros, antes de la llegada, al 6%. La meta estaba ubicada a una cuadra de la histórica Fuente de Foncalada, de origen romano, que es probablemente la construcción civil en uso más antigua de España. Desde ese punto partían los peregrinos del Camino Primitivo en la Edad Media. A ese sitio llegaron los penitentes de La Vuelta en un final accidentado y doloroso.

Hubo montonera. Caída masiva cuando el grupo pasó la pancarta del último kilómetro. Un enrendón que envolvió a casi 50 ciclistas terminó con el diseño del esprint. El esolveno Luka Mezgec tuvo que ser retirado de la vía en ambulancia, su compatriota Tadej Pogacar exhibió laceraciones y raspones, y el esloveno líder, Roglic, no cayó pero puso pie a tierra y pasó un gran susto. Para completar el cuadro dramático, los velocistas que quedaron adelante se encontraron la rampa corta que había antes de la meta y se quedaron sin opción. En medio del caos, sobrevivieron el irlandés Sam Bennet y el argentino Maximiliano Richeze. El del Bora  entró primero y celebró tímidamente su segunda victoria parcial en la carrera. Susto grande con final sorpresivo.

Final extraño y desordenado, acompañado de los fríos vientos del Norte. Más de uno terminó con el cuerpo flagelado de cara a los dos días de alta montaña que esperan en las carreteras de Asturias. Teóricamente mañana y el lunes son etapas reinas. Mañana son cuatro premios de montaña en 157 kilómetros, con doble ascenso al Santuario del Acebo, por dos vertientes diferentes. La más suave arrancando la etapa y la más dura al final. El camino sigue.

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